Capítulo III

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Había pasado alrededor de un mes y medio, un mes y medio en los que Chat visitó a Marinette cada noche sin faltas, causante de que ella empezara a sentir cosas fuertes por él.

En ese momento estaba con Alya en el salón de clases, siendo interrogada por la misma.

—Entonces...¿Tus padres lo conocen? —

—No, no lo conocen. —niega mientras escribía en su cuaderno.

—¿Y cómo te visita cada noche? —frunce el ceño.

—Mi balcón. —dijo sin pensar bien lo que decía.

—¿Tu balcón? ¿Acaso ese Romeo vuela o...? —entrecierra los ojos. —¿El chico es Chat Noir? —dijo sorprendida.

A Marinette se le subieron los colores al rostro, abriendo los ojos ampliamente y buscando una excusa, al tiempo que Nino y Adrien volteaban.

—¿Qué chico es Chat Noir? —habló Nino.

—El chico con el que nuestra Marinette está saliendo. —musita con orgullo.

—Oh, Marinette, ¿estás saliendo con Chat Noir? —pregunta Adrien, con su corazón haciendo una danza en su pecho.

—¿Q-qué? No, digo sí, o sea, no, sólo es un amigo que me visita cada noche y no es Chat Noir. —niega rápidamente.

—Es más que un amigo que la visita cada noche, Blondie es el chico que le gusta. —la morena mueve sus hombros.

—¿Blondie? —dijo el de gorra.

—Ese es el apodo que le puse, porque es rubio. —

—No es que me guste, bueno sí, bueno no...¿Cambiamos de tema? —la azabache se encontraba súper sonrosada, mientras que el rubio disfrutaba de verla así.

—Okay...Explicame como te visita en tu balcón, si no es Chat Noir. —los tres la miran expectantes.

—Con una.... ¡Una soga! —asiente rápidamente, convencida de su excusa. —La amarramos en una de las barandas y él sube por la soga, es muy fuerte. —

—¿Sube tres pisos con una soga? —el ojidorado preguntó.

—Sí, es experto en esas cosas. Escalar es su especialidad. —

—Así que debe ser muy musculoso, buena esa Mari. —la codea Alya, sonriente.

—Lo es.. —dijo con aquel tono de voz de ilusión y amor. Los tres la miraron algo raro, pero divertidos, cosa que la hizo despertar. —Digo, sí, lo es, lo normal. —habla desinteresada encogiéndose de hombros.

La conversación terminó ahí, pues la profesora había empezado la clase, pero la azabache no pudo concentrarse en aprender, puesto que sólo podía pensar en su caballero en cuero negro. Y así fue todo el día, mientras acomodaba su habitación, mientras estudiaba, sólo podía pensar en él, se sentía feliz por ello, estaba superando a Adrien muy rápido gracias al gatito.

Llegó la noche acompañada de una fuerte lluvia, cosa que entristeció a Marinette, deseaba ver a Chat, pero esa noche no se iba a poder. Bajó a cenar con sus padres y al subir divisó una figura en su ventana.

Chat llevaba alrededor de 10 minutos tocando la ventana superior de la chica, bajo la lluvia, esperando paciente a que ella apareciera.

Al verlo, Marinette corrió y abrió la ventana, dejando que el entrara.

—¿Acaso enloqueciste? ¡Está lloviendo muy fuerte! —

—Te prometí que vendría cada noche, no iba a romper mi promesa. —musitó titirando un poco.

Will You Accept Me?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora