Vaya, pensé que sería algo más fácil, entrar al segundo año de mi enseñanza media y con nuevas personas a mi alrededor.
Es irónico, es como dejar caer un vaso de vidrio y esperar que no se rompa, es todo casi imposible.
<Ehhm... ¿Porqué dije eso?>
No sabía, tantos nervios por el primer día de mi segundo año con nuevas personas me ponían a pensar y hablar cualquier cosa como preguntarme si algún día existirán los verdaderos súper héroes.
Llegué, sonó el timbre que avisaba que habría una reunión de todos los cursos en el patio central (una formación para ser precisos).
Miré a mi alrededor y conocía a algunos de mis compañeros, pero al resto ninguno, y tampoco me comunicaba mucho con los que conocía así que estuve "solo" todos los días durante dos meses que comencé a conocer más gente en ese lugar.
¿Por qué me parecía extraño el paso a segundo grado si seguía en la misma institución?
La respuesta era sinceramente porque era un exiliado del resto de las personas porque no me gustaban los comportamientos indisciplinados dentro del liceo de algunos. Tenía amigos, pero dos o tres.
Pasaban 6 meses del ingreso y quise hacer amigos. Necesitaba salir y darme algunos respiros los fines de semana después del liceo.
Comencé a salir a fiestas e ir a la casa de mi novia 3 veces a la semana y no me aburría ni me quejaba de eso. Me iba bien en clases y todo, así que seguía saliendo y tenía el permiso de mis padres para eso. Habían días en que me quedaba en casa de mi novia a ver películas toda la noche.
Uno de esos días tuvimos algo fuerte, hasta hicimos el amor con mi novia. Yo la amaba tanto, pero no estaba enamorado, ¿raro no?.
Sentía que ella no me amaba, ¿me equivocaba?En fin, llevaba 7 meses en mi segundo año y mi cumpleaños era en un día.
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Una última vez.
Teen FictionLa historia de un chico y de cómo se enamora por primera y última vez, ¿será duro? Averígualo...