Capitulo #1. Mordido

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Habia llegado a la casa de mi tio.

En la noche habia recibido un llamado y se fue, dejandome sola en casa y escuche la entretenida platica de los vecinos unos muchachos, entre 17 o 18

- ¿Por que habran salido? - pregunto uno de los muchachos

- Escuche que han encontrado una persona muerta en el bosque

- Aja, ¿y? - preguntó el otro aburrido *~*#Intenta portarte bien, no caces# *~*

- Vamos a verlo - dije cayendo sobre mis pies, ambos me voltearon a ver impresionados - ¿no quieren un poco de adrenalina? - les guiñe el ojo

- ¿Estas loca verdad? - preguntaron

- Vamos, son hombres, deben tener mas agallas que las mujeres - burle, ello se vieron

- Iremos en mi camioneta - expecto el muchacho un poco serio, era moreno, ojos marrones y pelo oscuro.

- Hey, nena, ni creas que me la pasare protegiendote - aclaro aquel muchacho, solte una gran carcajada

- Prometo no llorar - dije con una sonrisa

- Mujeres - se quejo

- Por cierto soy Stiles - se presento un muchacho de cabello rapado y ojos cafes claros, piel blanca y delgado

- Scar - dije estrechandole la mano - ¿y el miedoso? - pregunte

- Scott - dijo Stiles, tenia un tono muy simpatico, mas que él tal Scott - ¿traes tu inhalador? - pregunto

- ¿Tienes asma? - pregunte sorprendida, el volteo los ojos

- Si, tengo asma - respondio con un tono molesto

- Yo igual, tuve - recalque la ultima palabra, pero me dieron sangre de hombre lobo y me cure

- ¿Como te curaste? - pregunto ansioso

- Mucho ejercicio y usaba mi inhalador - sonrei, le mostre que todavia tenia mi inhalador

- ¿Por qué lo sigues usando? - preguntó

- Porqué mas vale prevenir que lamentar - respondi.

Empezamos a caminar por el bosque en busca de un cuerpo

- ¿Que es?, una mujer o un hombre? - pregunte

- No me acuerdo - dijo Stiles nervioso

- ¡¿Hemos venido acá en vano?! - exclamo sorprendido Scott, lo mire irritada

- Eres un quejón - murmurre

- Eh - dijo ofendido - no e venido aquí para - escuche ladridos de los perros de la policía

- Sh - dije, los árboles estaban lejos, corrí sin importar quien me siguiera, el único que me siguió fue Scott, le tape su boca, se empezó a agitar

- ¿Stiles? - preguntaron, apretamos los ojos

- Padre, ¿qué haces aquí? - pregunto haciéndose el tonto

- Volviste a interceptar mi llamado - comento con un poco de decepción

- No para nada

- ¿Y Scott? - pregunto alumbrando a todas las direcciones - ¡Scott! - pregunto

- Se quedo en su casa, tenía práctica de Lacrosse - vi que Scott volteo los ojos

- Bueno llegando a casa habláremos muy seriamente de esto - escuche como se marchaba

- Andando - le ordeno, fuimos retrocediendo de poco en poco.

Caminamos normal, intentando encontrar algún cadáver, en realidad quería ver a un lobo, pero no traía equipo

- Entonces, ¿en qué grado estas? - pregunta, casi perdiendo el aliento

- En el mismo que tu, supongo - comento subiendo una colina, le ayudo y a la misma una rama se rompe, le suelto de imprevisto

- ¿Scar? - pregunta algo a dolorido

- Lo siento - le vuelvo a ofrecer la mano, la acepta y le vuelvo a jalar, esta vez no le dejo caer

- ¿Supones? - retoma el tema

- Mayor parte de mi vida me mantengo en un supongo - le comento limpiándome las manos

- ¿Por qué? - pregunta

- Scott - comento irritada - deja de estar preguntando - al mismo tiempo que le digo, otra rama se rompe, pero esta vez, son seguidas

- ¿Qué fue eso? - pregunta asustado, me limito a encogerme de hombros

- No se, no lo quiero saber - el miedo invadió mi cuerpo, unos ojos rojos se podían distinguir en la oscuridad - Scott, corre - le ordeno - ahora - le tomo de la mano para poder correr, al parecer sabía que corríamos de él, al parecer le perjudicó al caerme por una raíz

- ¡Vamos arriba! - exclama, el animal estaba cerca

- Corre, Scott, no hay tiempo - mi pie estaba atorado, por un momento se iba a ir, pero regresa e intenta ayudarme - estas demente

- Un gracias estaría bien - comenta, la bestia se tira sobre Scott

- ¡Scott! - exclamo preocupada - ¡reduction! - la raíz se desintegra - Ignis - un bola de fuego le golpea en el hocico, le tomo de la muñeca y continuamos corriendo.

Nuestras respiraciones eran agitadas y entrecortadas

- ¿Estas bien? - le pregunto, le extiendo mi inhalador y lo acepta, pero se desvanece al instante - ¡Hey! - exclame tronando los dedos - ¡Scott! - exclame, había sido mordido

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