✧1

1.2K 204 137
                                    

Michael se consideraba alguien particularmente normal, eso viendo en donde vivía, claro está. Su madre seguía insistiendo de que él era especial, pero había sido criado como cualquier otra persona en el Reino mágico, no obstante, ¿qué otra definición le pondrías al nieto de la Reina Malvada? Obvio que su madre nunca olvidaría aquel dato.

Michael sería cómo el príncipe malvado entonces. Eso si regresamos a los viejos tiempos.

Ahora todo estaba casi olvidado. Luego de que la hija de Maléfica y el hijo de La Bella y la Bestia se casaran, todo el reino estuvo en armonía con el mundo malvado. Aunque, bueno, su abuela fue encerrada en su propio espejo y Maléfica había sido hechizada con el "sueño eterno" para darle una cucharada de su propia medicina, pero esos eran detalles menores

Ahora podías ver a La Reina Roja tomar té con Alicia, y al viejo Garfio ya no intentando matar a Peter -aunque éstos seguían molestándose porque habían cosas que nunca cambiarían-.

Y Michael detestaba eso en cierto modo.

El teñido no quería ser considerado un igual. Era un príncipe, por Dios. Michael era malvado por naturaleza. Malvado e inteligente. Él rueda sus ojos a la mención de su parte "sabia" por parte de su padre.

Por aquella sutil razón ahora estaba como un solitario y ermitaño chico, pasando sus días en el barranco donde el cuerpo inerte de su abuela cayó según las viejas historias que los humanos contaban.

Lo peor de todo esto -uniendo el hecho de que no le daban el cargo que merecía, y que no había heredado muchos poderes mágicos por parte de su madre, pero sí los dedos regordetes de su padre- Era que tenía un crush por la persona que ni en un millón de años se fijaría en alguien como él.

Luke, el hijo menor de Blanca Nieves.

Y sí, Michael podría hablar durante horas de que es la persona más malvada de la tierra y hacer actividades grotescas como robarle dulces a los bebés pero todo eso iría a la mierda cuando piensa en Luke. Sus rodillas tiemblan como gelatina y una sonrisa idiota se hacía presente (cofjustocomolaquetieneenestemomentocof)

El chico rubio tenía esa risa de ensueño y esos ojos brillantes que harían suspirar a cualquiera ¿Por qué siquiera iba a fijarse en Michael?

Un suspiro melancólico sale de entre sus labios, sus ojos verdes mirando su reflejo en el pequeño espejo obsequiado por su mamá.

"Espejito, espejito, ¿cómo hago para que alguien me deje de gustar?" Había repetido como cualquier otra vez, por desgracia la respuesta era la misma inútil de siempre.

"Cada persona tarda lo que debe tardar para olvidar a alguien." Era lo que el espejo siempre repetía, y Michael hace una mueca con frustración.

"¿Qué clase de respuesta es aquella?" Cuestionó, "A veces quiero lanzarte lejos pero no lo hago porque eres lo único que tengo sobre mis antepasados. Vamos de nuevo antes de que cambie de opinión. Espejito, espejito, ¿cómo hago para olvidar al amor?"

"¿Por qué quisieras hacer eso? El amor es increíble." Respondieron, y de ninguna manera suena como la voz en su espejo.

La garganta de Michael se cierra casi ahogándose por el nudo en medio. Su vista recorre el valle hasta detenerse en la figura a unos cuantos pasos lejos de la gran piedra donde el pelinegro se encontraba. Luke estaba allí, el coro de pájaros cantar empezaba a sonar una dulce armonía. El chico rubio retuvo una sonrisa avergonzada.

"Lo siento por el canto, ellos siempre se aparecen en cualquier lugar en donde esté." Luke se encoge de hombros, posicionando su mochila en su hombro izquierdo. "¿Por qué le hacías esas preguntas a tu espejo?"

mi amor por ti es ridículo [muke]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora