¡¡El tigre!!

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Amaneció, despertamos, desayunamos, todo esto sin decir ni una palabra, la desaparición del tigre nos afectaba a todos; el silencio, poco a poco, se hacía más incómodo de lo normal, hasta que una voz que salía del interior de la selva dijo:

-No puedo creer que no ha aparecido.

Todos nos asustamos ante aquel desconocido, era Julián, al parecer se la había pasado toda la noche buscándolo, tenía mal estado, estaba sucio y olía terrible, quien sabe en qué lugares había estado.

Todos le prestamos nuestros auxilios y lo ayudamos a recomponerse, ya que no aprovechar el momento del día destinado para descansar puede ser mortal.

No sé si ya se los comenté antes pero justo en el centro de la gran isla había un volcán, el caso es que desde este volcán salían ciertas esferas de humo sospechosas, la primera persona en darse cuenta fue Julián, nos preguntamos qué podría significar. No le prestamos demasiada atención, ya que podría ser una de las grandes singularidades de la isla.

Seguimos con la búsqueda para aprovechar la luz, caminamos un par de pasos cuando de nuevo Julián descubrió algo

-¡¡¡Miren- dijo, con expresión algo sobresaltada pero poco convincente- aquí hay algo!!! Es... Es una carta.

La abrió y leyó en voz alta

- Haber- dijo mientras acondicionada su garganta para leer, lo cual no vimos necesario- dice... A Veces creo que no quieren de vuelta a su tigre "querido", ni se les ve ganas, se los hemos dejado muy fácil, si quieren acabo ya con él, ni siquiera sé por qué les estoy dando la oportunidad.

-No,- dijo Ema- no lo podemos permitir, debemos hacer algo.

Pensamos qué hacer y decidimos primero ir por Rick al campamento principal. No lo pensamos dos veces y fuimos corriendo lo más rápido posible, dejando atrás la tienda y las demás cosas que estaban en medio de la nada.

La verdad no sé cómo pude ubicarme tan facilmente, creo que es por el tiempo de estadía en la isla, pero pude guiar al resto del "equipo" por el camino hasta el campamento principal y en sólo unos minutos yá estábamos allí.

Cuando llegamos Rick... ¡¡NO ESTABA!!, revisamos en todas las tiendas y nos tranquilizamos, ya que él estaba en la mía. Estaba durmiendo plácidamente, había una gran sonrisa de oreja a oreja dibujada en su rostro.

-Despierta!!!- le gritó Ema

Rick pegó tal salto que todas mis cosas volaron junto con la tienda. Corrimos hacia el volcán, pues Julián nos dijo que probablemente el tigre estaría allí.

Después de un rato, llegamos. La entrada estaba “adornada” con antorchas al rededor, el calor de repente subió extremadamente, pero nada nos detendría. Rescatariamos al tigre. Pero ( sin previo aviso ) Julián no estaba!!! Y en eso, ya estábamos adentro.

La isla misteriosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora