Capítulo 7

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Lauren: Anda, pasa. -Le dijo dandole espacio para que entrara a su apartamento.

Camila: La pizzería no me paga por hacer esto. -Dijo negándose a hacerlo, aunque por mas que quería sabia que no seria lo correcto.

Lauren: Es que no es la pizzeria que te va a pagar, soy yo. -Dijo aún esperando que la repartidora entrara a su apartamento.

Camila simplemente se quedo en silencio y decidio hacer lo que pedía la compradora.

Pues el cliente siempre tiene la razón ¿No?

Lauren: Bienvenida. -Dijo al ver que Camila ya había entrado a su casa.

La repartidora simplemente asintió en modo de agradecimiento.

Camila: ¿Donde te dejo la pizza? -Preguntó al entrar.

La verdad es que la repartidora estaba sorprendida, al saber que entraría a la casa de la intimidante chica lo primero que pensó que su decoración sería, vampiros, murciélagos, paredes negras y símbolos satánicos pero no, el apartamento de la chica no tenía ningún tipo de decoración.

A parte de no tener decoración solo habían cajas, en todo el apartamento lo único que contenía era cajas, pareciendo que se acababa de mudare  en el. 

Lo unico que tenia a parte de las cajas era una pequeña mesa con sillas plásticas en la sala.  

Lauren: Puedes dejarla encima de la mesa. -Dijo cerrando la puerta de entrada.

Dejando a Camila tragarse su propia saliva, pues no conocía a la chica y tampoco quería ser descortés y decirle que se tiene que ir.

Camila: Bueno, aquí está. -Dijo colocando la pizza encima de la mesa y dirigiendose a la cerrada puerta de entrada.

Lauren: ¿A donde vas? -Preguntó al ver que la repartidora estaba por escapársele.

Camila: Te dije, tengo mas pedidos que hacer. -Dijo intentando abrir la puerta fallando en el intento, pues al parecer era una cerradura que solamente la dueña del apartamento entendía.

Lauren: No me voy a comer esta pizza yo sola. -Dijo invitándola a sentarse y comer.

Camila: Es que de verdad, me tengo que ir. -Dijo aun intentando abrir la puerta.

Lauren: Hasta que no te comas un pedazo conmigo no te abriré la puerta. -Dijo amable y de manera juguetona.

La repartidora simplemente acepto y fue a comerse un pedazo de pizza.

Pero no era un simple pedazo, era uno de los pedazos de pizza que mas asco le iba a dar comerse. Pues, odiaba la pizza de piña a morir.

Y empezó, asqueada le dio el primer mordisco, mientras que la compradora solo veía su cara de asco.

Lauren: ¿Algo pasa? -Preguntó al ver la cara de la repartidora.

Camila: La verdad es... -Empezó a explicar con un poco de pizza en su boca. - tengo que hacer mas pedidos y estoy preocupada. -Mintió casi atragantándose con la pizza.

Lauren: Déjame ver la lista de tus pedidos. -Le pidió a la repartidora.

La cual de inmediato se negó.

Camila: No, puedo hacer eso. Lo siento. -Dijo temerosamente, ya que le estaba negando algo a la intimidante chica.

Lauren: No hay problema. -Respondió, y esta respuesta sorprendió bastante a la repartidora, pues pensó que iba a responder de mala manera.

La Repartidora De Pizzas |CAMREN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora