Capítulo 8

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Camila se había ido a entregar el ultimo pedido de inmediato haber salido del apartamento de Lauren, mientras iba montada en su motoneta no podía parar de pensar en aquella chica que ya no era para nada misteriosa para ella, eso sí para Camila la chica aun era bastante intimidante e interesante. 

La repartidora con mucha paciencia fue e hizo su pedido, regresando de inmediato a la pizzeria donde se encontró con su compañera de casa y jefa de trabajo, Ally.

Ally: ¡¿Donde estabas?! - Preguntó bastante enojada de brazos cruzados y con sus puños firmemente apretados.

Camila: Yo esta... 

Ally: ¡El cliente llamó varias veces para su pedido y no contestabas tu teléfono exijo una respuesta ahora mismo¡ -Le gritaba a la repartidora.

Pues podemos decir que Ally es un amor, pero cuando se trata de la pizzería que sabía que algún día heredaría de su padre, Ally lo tomaba todo en serio.

Camila: Pues yo esta..

Ally: Si supieras cuantas veces... 

Camila: Ah, entonces ¿No piensas dejarme hablar? -La interrumpió, sabiendo que estaba enterrándose mas a ella misma en el problema, pues si Ally le daba la oportunidad para hablar Camila sabía que no podia decirle la verdad y en el momento no tenía ninguna respuesta preparada.

Ally: Habla, anda que te escucho. -Dijo sacándole una silla debajo de la mesa a Camila haciendo que ambas se sentasen en la mesa.

Camila: Bueno pues... estuve... hechándole gasolina a la motoneta y había una larga fila, pues hoy estaba mas barato el galón. -Explicó estúpidamente.

Ally: Esta bien. -Dijo con su cabeza apoyada de sus manos entrelazadas con los codos encima de la mesa.

Camila: Bueno pues ya sabes. -Juró que Ally le creyó sus palabras hasta que...

Ally: ¿Donde esta tu gorra del uniforme de la pizzería? -Preguntó al notar que algo le faltaba a la repartidora, a parte de estar toda despeinada y su uniforme mal colocado, había notado que también le faltaba algo.

La repartidora no hizo mas que tragar saliva e intentar inventarse otra explicación.

Camila: Se me fue volando mientras andaba en la motoneta, pues por la brisa y eso. -Explicó.

Ally: Interesante. -Dijo. - ¿Sabes que esa es la única que quedaba verdad? -Preguntó aun seriamente y un poco enojada con su repartidora.

Camila: No, pues no sabia. -Dijo acariciando su cabeza sintiendo aun la ausencia de su gorra la cual andaba en las manos de la intimidante chica de ojos verdes.

Ally: Bueno, espero y la encuentres por ahí. -Dijo ya totalmente calmada. -Y te toca limpiar la mesa, al menos espero que sepas hacer eso bien. -Dijo parándose de la mesa.

Camila: Esta bien, me lleva el diablo . -Dijo entre dientes.

Ally: ¿Que dijiste? -Le preguntó Ally al escuchar lo que Camila había dicho en voz baja. 

Camila: Nada, nada. -Dijo haciéndose la tonta.

Ally: Camila cuando subas a la habitación prepárate a leer diez padre nuestro conmigo. Tenemos que hablar con Dios. -Dijo enseñándole el rosario que traía tras la ropa. 

La repartidora simplemente se quedó callada  y le sonrío a la casi dueña de la pizzeria. 

La repartidora simplemente termino su trabajo.

La Repartidora De Pizzas |CAMREN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora