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El sueño podía con él, sentía sus parpados pasados, tanto que no podía mantener la mirada fija en aquella enorme pantalla donde pasaban diversas fotografías de edificios, edificios que usualmente al joven le solían fascinar, desde luego, le gustaba el arte y siempre había admirado todas aquellas obras arquitectónicas. Había aguantado las cuatro horas primeras, esta era la última clase del día y en todas había sentido el arduo deseo de quedarse dormido, pero aún continuaba resistiéndose.
Él era un buen estudiante, ahora en su segundo año de universidad, las cosas iban incluso mejor que el primer año, y siempre atendía en clase.
A excepción de hoy, no solo por no haber dormido, que en parte es la causa principal, si no porque aquel sueño no paraba de soltar imágenes indecentes por su cabeza. Él no era de esos muchachos que solo pensaban en eso, para nada, él en ese sentido es tan puro, por no decir que sus únicas relaciones, las cuales fueron con chicas, consistían en apenas castos besos.
La razón por la cual dichas relaciones no solían funcionar estaba ya en su cabeza, ahora todo tenia sentido. Siempre había sido un chico que sabía que tenia que experimentar, pero nunca se le había presentado la ocasión y ahora creía firmemente en su teoría.
Los parpados se le iban cerrando entre cúpulas, columnas y vidrieras. Apoyó su cabeza sobre su mano poniendo el codo en la mesa, quedando por fin entre los brazos de Morfeo. Solo un día, no pasaría nada si...duerme un día en clase.



''¡Hanbin! ¡Hanbin!''
''¡Ey!''

Abrió sus parpados con pereza, mirando con el ceño fruncido al lugar de donde procedía la voz, dejando salir un bostezo, abriendo la boca sin el pudor de taparse, cual león de goldwyn mayer.
''Yah, Jiwon, déjame dormir.'' Murmuró tras bostezar, volviendo a esconder la cabeza entre sus brazos, dispuesto a conciliar el sueño, deseo que fue frustrado debido al zarandeo que sentía en su hombro.
''¿¡Tío, que quieres?!'' Volvió a levantar la cabeza, ahora de forma molesta.
''Que ya terminaron las clases.'' Explicó Jiwon, dejando a un Hanbin adormecido, frotándose los ojos, estirando después sus brazos al cielo para estirarlos hasta crujirlos.
''¿Hace cuanto?''
''10 minutos.''

''Podrías haberme despertado antes.'' Hanbin miró a su alrededor. No estaban en clase, alrededor de ellos se encontraba un terreno vacío a cierta altura, pudiendo ver desde su perspectiva los edificios que les rodeaban.
Jiwon resopló, rodando los ojos conforme se llevaba una mano a la cara. ''Es lo que intento desde que sonó el timbre.''

Hanbin y Jiwon son amigos desde hace tantos años que no recuerdan un pasado el uno sin el otro, si les preguntasen desde cuando se conocen, más de una vez dirían que eran hermanos. En parte era algo similar, siempre habían estado juntos, le gustaban las mismas cosas, y hacían las mismas locuras, más que mejores amigos eran hermanos. Realmente Jiwon es un año mayor que Hanbin y eso les impide estar en la misma clase, pero de vez en cuando, como en esta ocasión acuerdan previamente para saltarse clases si sus horarios se lo permiten.
Jiwon estudiaba una lengua extranjera puesto que sus padres antes de venir aquí, habían estado mucho tiempo viviendo en Estados Unidos y gracias a eso, había conseguido una gran facilidad con el inglés.
Por otro lado, a Hanbin no le interesaba mucho eso, el prefería escuchar música, dibujar o la fotografía. Si actualmente él estudiaba fotografía, y a decir verdad, de su curso, era de los que a la hora de los ejercicios prácticos siempre sacaba una nota excelente, y que decir, también en lo teórico. Era extraño para Jiwon ya que siempre estaban juntos y en su vida estudiantil nunca le había visto abrir un libro para estudiar. Pero Hanbin era así, Hanbin era un chico inteligente que tan solo en mitad de su primer curso, había conseguido destacar entre los demás estudiantes.

Ambos chicos salieron de aquella azotea de la universidad y caminaron por los pasillos de las clases, Jiwon hablaba de forma descuidada y de alguna chorrada que Hanbin probablemente no este escuchando. Tal vez pensando en lo que podría hacer al llegar a casa, que videojuego jugar hoy hasta la madrugada, si debería o no comprar pringles por el camino o simplemente el lo bonito y peculiar que se veía las pequeñas líneas de luz naranja que se reflejaban en la ventana, dejando que la persiana tapara algunos rastros de luz, una imagen bonita a los ojos del menor, la cual le gustaría fotografiar si tuviera su cámara, que solía llevar encima.
Se paró unos instantes en seco, rebuscando en la mochila que llevaba colgada al hombro.

''¿Mnh? ¿Perdiste la cartera o...? '' Cuestionó Jiwon con esa expresión de pereza y sus ojos casi sin abrir.
''Ojalá fuera la cartera'' Contestó Hanbin con sinceridad, puesto que realmente había pocas cosas que le importaran más que su cámara. ''Creo que me dejé la cámara en el aula de artes, hoy en la segunda hora estuvimos haciendo fotos a los trabajos de los alumnos de la carrera.''
''Uoh, tú olvidarte la cámara, una tía muy buena tuviste que ver.'' Comentó el mayor riendo con suavidad.
Hanbin contagiado por la risa de su amigo, rió junto a el, conforme negaba con la cabeza. ''Ve tú primero, si no te alcanzó, iré directo a tu casa.''
A Jiwon no le dio tiempo ni para abrir la boca, puesto que el contrario ya había dado la espalda a este, trotando por donde habían venido, tomando después un camino diferente.
Tras unos minutos caminando a paso rápido, llegó al dicho aula, sin mirar mucho, fue hasta su asiento, encontrando su preciada cámara en el mismo lugar donde se la había dejado, debajo de su asiento. Suspiró con tranquilidad, dando una pequeña caricia al objetivo de su cámara como si de un animal o un bebé se tratara.
Colocó la mochila sobre la mesa y la abrió para sacar la funda de la cámara, pero una silueta extraña al levantar la mirada le hizo retractarse de eso.
Desvió su mirada hasta el otro lado del aula de arte, viendo a su alrededor diferentes trabajos, unos bastante deficientes y otros digno de admirar, pero a parte de todo aquello, algo más llamó su atención. Era un joven muchacho de pelo castaño, más claro que el de el, durmiendo sobre una de las mesas. Llevaba un jersey ancho que hacían que sus mangas taparan la mitad de sus manos. Se puso frente a el, sentándose en la silla de delante y miró al chico menudo, la luz pasaba entre el cristal, haciendo que al igual que en el pasillo, dejara pasar tan solo algunos rayos de estos. Ladeó un poco la cabeza, observando al joven dormido, su respiración era tranquila y sus pequeños labios ligeramente abiertos. Sus pestañas eran pulidas y largas y un lunar bajo el ojo hizo que quedara maravillado ante tal imagen. Sin pensar demasiado, encendió su cámara con cuidado de no hacer mucho ruido y busco el ángulo idóneo, haciendo finalmente una foto del chico que dormía. Revisó las fotos y sonrió para si mismo, estaba contento con aquello, el sabía que era una foto fantástica. Se levantó con cuidado y guardó su cámara en la funda, que guardo a su vez en la mochila, se la colgó al hombro y se dispuso a salir por la puerta, pero un fugaz pensamiento le detuvo. ¿Estaría bien si dejaba al chico dormir ahí? En cualquier otra situación se hubiera ido sin miramientos, Hanbin no es de esas personas que piensan demasiado en la gente desconocida, pero algo en aquel joven le causo...¿Ternura? Parecía frágil y delicado a los ojos de Hanbin, como el capullo de una flor, a la espera de la primavera y abrir sus pétalos radiantes.
Retrocedió sobre sus pasos y se sentó en el mismo sitio de antes, se mantuvo unos segundos mirando el rostro del joven pequeño. Nunca lo había visto antes por la facultad y eso que solía pasar mucho por el departamento de artes. ¿Sería de primer año? Por su menté pasó la idea de que tal vez era tan pequeño que no lo había visto y río ante la idea de imaginarse al joven dormido como si de un duende fuera. Tras varios segundos, mantuvo la mirada fija en aquel lunar, su piel era blanca y se veía suave. Hanbin se preguntó si realmente sería así. Estiro su mano y con cuidado acarició la mejilla del chico, comprobando que efectivamente era suave ¿Cómo la piel de un bebé? Tampoco es como si hubiera estado con muchos como para saber diferenciar. Retiró la mano con velocidad al percatarse como el joven fruncía el ceño, balbuceando algo inentendible, enterrando todo su rostro sobre sus brazos. Fue un gesto tierno a los ojos del más alto pero ya no podía ver el rostro del pequeño, ya no era divertido. Tocó su hombro repetidas veces hasta zarandearlo ligeramente.
''Ey, no es bueno que duermas aquí''
El joven que dormía al escuchar la voz desconocida, se sobresaltó, alzando su rostro velozmente con una expresión asustadiza en su rostro.
Hanbin al no esperarse aquella reacción, no pudo evitar reír a carcajadas, algo que hizo que las mejillas del muchacho se tiñeran de rojo, sintiéndose avergonzado al reaccionar de tal forma y de haberse quedado dormido durante tanto tiempo.
''¿Quién eres?'' Cuestionó con voz suave el chico del lunar, con el ceño fruncido y los labios ligeramente abultados mientras el otro continuaba riendo.
''Kim Hanbin'' Contestó tratando de calmar sus carcajadas ''¿Tú? Nunca te había visto por la facultad.''
¿Kim Hanbin? Él había oído hablar de él, claro que lo había hecho. Sus profesores hablaban mucho de él, y habían sido expuestas muchas de sus fotografías, algunas de ellas adornaban las aulas y otras las enseñaban al público cuando mostraban las obras de sus alumnos. Nunca faltaban las fotografías de Kim Hanbin.
''Suelo pasar desapercibido, Jinhwan'' Comentó llevándose una mano a la boca para así bostezar.
Se hizo una especie de silencio entre ambos, no incomodo pero si extraño, tras casi un minuto así Hanbin se aclaró la garganta tosiendo levemente, levantándose así de la silla.
''Te dará dolor de cuello si duermes aquí''
''Cierto, no sería aconsejable, gracias''

Apenas un par de palabras más y el de mayor altura se fue, dejando al contrario aún sentado sobre la silla, aún algo confundido por lo que acababa de pasar.
Miró por la ventana y escuchó a sus tripas rugir. ¿Cuándo tiempo llevaba durmiendo? Para él parecían años, tal vez incluso cuando se mire al espejo tenga barba, o tal vez lo primero que vea sea una sonrisa en su rostro.

Incandescente. [BinHwan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora