XIII

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Y desperté, me vi de rodillas, estuve con la mirada fija, nos vimos envuelta con nuevas promesas, tercas en cumplirlas, decidimos aferrarnos a ese amor, a su amor, luego te vi, a mi lado, te besé tierno de nuevo, te abrace el alma y no solo el cuerpo, tomé de la mano a tus demonios y tus ángeles, me propuse a irme contigo, ha entregarte mi vida así pueda salir hecha añicos, quiero darte mis días y mi amor completo y ya no más a medias, ya no con temores, ahora todo y sin pausa.

Poemas de AdelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora