WEREWOLF

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Teddy's POV

Todo me salía mal. Me habían echado del equipo, mis amigos pasaban de mi, mi primo Albus se había juntado con Malfoy, y además, no me hablaba con Claire. Nada de esto era culpa suya y sé que estaba siendo un egoísta, pero no sabía cómo afrontar esta situación.

Por si fuera poco, Claire no paraba de aparecer por las clases, y me encendía en ira cada vez que la veía, porque no era consciente del peligro que estaba corriendo tanto ella como yo. Era una auténtica cabezota. Por si fuera poco, su nueva amiga Lovegood no paraba de leerme la mente durante las clases, supongo que para después contarle todo lo que pensaba a Claire, y no me quedó más remedio que usar oclumancia, y acababa todos los días con un dolor de cabeza insoportable. 

Dos días más tarde, esa noche iba a brillar la luna llena más grande del año, y sinceramente, no estaba preparado. Era mi peor semitransformación, y si encima no estaba de buen humor, podría ser un desastre. Seguía sin hablarme con Claire, que seguía merodeando por ahí. Me ponía de los nervios, pero me sacaba a la vez una sonrisa. No podía ser muggle del todo. Desprendía una magia que nunca había visto antes.

Caminando hacia clase de historia de la magia, vi a Claire sola hablando con unos chicos de  quinto. Bueno, más que hablando no sé que estaban haciendo. Me acerqué un poco sin que me viesen y escuché:

- ¿Porque no sacas tu varita, eh, Hufflepuff?, ya sabemos que no puedes ganar, pero bueno, amenos no quedas como una miedica...

- Me la he dejado en la sala común- dijo Claire con determinación.

- Si, claro. ¿Qué clase de mago se deja la varita? ¿Crees que somos tontos? Tan chula que te crees, demúestralo.- dinero acercándose cada vez más a ella.

- No quiero, saldrías todos perjudicados y a mí me expulsarían por dejaros lo que queda de curso en la enfermería.- dijo sonriente, pero con miedo.

- Eso es lo que tú te crees.- dijo uno de ellos sacando su varita y apuntando hacía ella.

Y en ese momento intervine. Saqué mi varita y me acerqué rápido hacia él. Para cuando tuvo tiempo de reaccionar, yo ya tenía mi varita en su cuello. 

- Apúntala con tu varita otra vez y te juro que...- dije con mucha ira. El pelo se me volvió rojo.

- ¿Que qué Lupin?- me dijo desafiante.

Sin pensarlo dos veces, le di un puñetazo y cayó hacia atrás. Él y sus cobardes amigos me miraron con miedo, mi pelo seguía en llamas.

- Y ahora ve corriendo a decírselo a McGonagall, aunque no creo que tenga muy en cuenta tu versión, imbécil.- les dije antes de que salieran corriendo de allí. - ¿Estás bien?- le dije a Claire sin mirarla. 

- Si, gracias.- y me giró la cara hacia ella. Mi pelo seguía rojo. Nos miramos por un momento en silencio. Ella seguía con su mano en mi mejilla. Pero de repente sentí fuertes punzadas en el pecho. Empezaba la semitransformación, a la vez que empezaba a oscurecer. Ese estado de ira al que me había sometido había hecho que el lobo que llevaba dentro se despertara más pronto y fuerte que nunca. No tuve más remedio que salir corriendo.

- ¡Teddy!.- me gritó mientras me marchaba. Por un momento me siguió, pero pronto se paró.

Corrí hasta las orillas del Bosque Prohibido. Luego me dirigí hasta la Casa de los Gritos. Todas las lunas llenas las pasaba allí, como mi padre. En las paredes aún estaban las marcas de las garras que dejaba por toda a casa, y restos de cadenas que usaban sus amigos para atarle. Debió vivir un infierno durante años. 

Lo mío no era tan grave, pero aquella noche el lobo estaba más furioso que nunca. 

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⏰ Última actualización: Dec 31, 2016 ⏰

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