De vuelta a San Mungo

686 44 0
                                    

Después de la fiesta que duró hasta las 3 de la mañana, despierto un pcoo aturdida y cansada. Solo he dormido unas cuantas horas.
Estoy muy emocionada porque hoy hago 4 meses de embarazo, por lo tanto ya se puede saber el sexo del bebe.
Remus y yo le vamos a pedir permiso a Dumbledore y a McGonagall para poder ir mañana, ya que no creo poder esperar más. 

Estoy en mi cuarto, ya que Remus y los chicos acabaron bastante borrachos por lo que Lily y yo les estamos dejando dormir. 

A las tres de la tarde, Remus ya esta despierto así que, vamos a la oficina de Dumbledore para el permiso. 

-Adelante.-Oigo que dice Dumbledore desde el otro lado de la puerta. 

Remus y yo pasamos y vamos hasta las sillas que hay delante de su escritorio.

-Profesor Dumbledore...hoy hace 4 meses del embarazo por lo que ya se puede saber el sexo del bebe...y queriamos preguntarle si podriamos ir mañana a San Mungo. -Pregunto educadamente. 

-Por supuesto señorita Rosier. Se lo comunicaré a sus padres lo mas rápido que pueda. Espero que todo este correctamente.-Nos dice con una sonrisa el anciano.

-Muchas gracias profesor. Si nos disculpa, tenemos deberes que hacer.-Dice Remus levantandose de la silla y ayudandome a levantarme. 

Pasamos todo el dia en la biblioteca, repasando para los TIMOS que ya se aproximan. 

Al dia siguiente, me visto con unos jeans que aun me caben y una camisa negra que como es muy larga a meto por dentro de mis pantalones. 

Vamos hasta la oficina de McGonagall que nos prestará polvos flu.

-Señorita Rosier, Señor Lupin, tengan cuidado y les deseo lo mejor.-Nos dice la profesora tendiendonos un saquito lleno de polvos. 

Introduzco la mano con cuidado y tiro los polvos en el suelo de la chimenea, pronunciando claramente. 

-HOSPITAL SAN MUNGO. 

Todo se vuelve negro unos intantes, y segundos después Remus y yo estamos de pie en la recepción del hospital. 

Nos aproximamos al mostrador, donde una bruja con el pelo azul nos atiende.

-Señorita Rosier ¿no es así?.-Yo asiento.-Bien, la doctora Lean les espera en la sala 4.

-Gracias.-Dice Remus, empujandome ligeramente para que ande mas rapido.

-Calmate Remus. -Digo cogiendole la mano.

-No puedo Herms. Solo pensar en nuestro bebe me pongo histerico. -Me dice él en un susurro ahogado.

Caminamos tranquilamente, hasta llegar a una sala con un enorme 4 pintado en la puerta. Llamo tres veces con los nudillos y entramos.

-Señorita Rosier. Encantada de conocerla porfin. Soy la doctora Lean y tambien estoy atendiendo a su madre. -Me dice la doctora con una sonrisa. 

-El placer es mio.-Digo correspondiendole la sonrisa.

-Bien, Señor Lupin, sientese en esa silla de ahí y usted señorita Rosier, tumbese en la camilla y levantese la camiseta hasta el estómago.-Me dice mientras escribe algo en un papel.

Le hacemos caso y me tumbo en la blanca camilla y me subo la camisa dejando ver una abultada barriga.

La doctora agarra su varita y la pasa repetidas veces por encima de mi abdomen y frunce el ceño.

-¿Que ocurre? ¿Pasa algo malo con mi bebe?-Pregunto asustada llevandome las manos al abdomen.

-No. Al contrario, están sanisimos.-Dice la doctora con una sonrisa.

Remus Lupin y...¿Hermione? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora