Prólogo

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Narra Lizeth

—Amor ya no llores mas por favor, le hace daño al bebe. Tienes que pensar en el también cariño — me dice Axel, pero por mas que trato no puedo, no puedo dejar de llorar

—Amor, tiene que haber algo que puedas hacer — limpia mis lágrimas — no se, y ¿si le das algo a cambio?, dinero, mercancía, algo — digo mientras me ahogo en un sollozo

—Princesa no hay nada que se pueda hacer, lo hecho, hecho esta y ya no hay vuelta atrás, ahora me toca afrontar las consecuencias de mis actos, tengo que pagar, y lamentablemente ese precio —hace un sonoro suspiro — es mi vida y hay que  aceptarlo.

No. No y no, me niego aceptarlo, me niego a perderlo para siempre, ni siquiera puedo pensar como seria mi vida sin el, es a la  única persona que tengo y simplemente me niego a aceptar que en poco tiempo estará muerto. Todo por una equivocación, una Maldita confusión.

Lo abrazo lo mas fuerte que puedo, y lloro en su pecho ahogándome en mis fuertes sollozos. Tenia un fuerte dolor de cabeza y unas inmensas ganas de  quedarme junto a el y nunca soltarlo.

—p-pe-pero ¿yo que haré? ¿que haré sin ti?  — tartamudeo, se me estaba haciendo difícil respirar. Tenia que calmarme, llorando solo le haría daño al bebe

— Escuchame bien, te diré que harás, se supone que tengo hasta pasado mañana— no pude evitarlo, por mas que me decía no llores, al escuchar eso una cascada de lágrimas brotaron por mis ojos —cuando me maten, Connor  (su mejor amigo) vendrá a buscarte y te llevara al aeropuerto, donde te irás a Barcelona...

—¡¿España?! — lo interrumpo,  esto era demasiado para nosotros

— mientras mas lejos mejor muñeca, escuchame, te iras en un avión privado, solo te pedirán tu identificación y le entregaras esta —me entrega una identificación con el nombre de Vanessa Wood , 22 años y mi misma fecha de nacimiento, junto a ella esta una tarjeta bancaria con el mismo nombre. Lo miro con confusión — desde el momento en que te vengan a buscar ya no seras Lizeth, seras Vanessa Wood, en la tarjeta hay 6 mil euros  — mis ojos se harén como platos, era demasiado dinero — eso ayudara a costear las cosas del bebe y las tuyas por un tiempo. Solo te pediré dos cosas ...

— dime amor — inhaló exhaló, tratando de calmarme, no quería llorar, pero en estos momentos seria imposible parar.

— primero, jurame que le pondrás mi apellido al bebe, pase lo que pase, juramelo.

— amor, eso ni lo dudes claro que sera así, te lo juro por lo que mas quiero, por ti y este bebe, nuestro bebe. Te amo, y te amare por siempre. Solo a ti — seca mis lágrimas y me acaricia la mejilla, lentamente me  acerca a su rostro hasta que nuestros labios se encuentran, dándonos un beso apasionado, lleno de amor, de esos que te hacen tocar el cielo, una lágrima se desliza por mi mejilla. Como lo iba a extrañar

Nos separamos por falta de aire, al tranquilizar nuestras respiraciones me mira directamente a los ojos, unas inmensas ganas de tirarme a el y besarlo de nuevo me consumen — y lo segundo, que seas feliz, que encuentres a una persona que te ame, a ti y al bebe, eso si, ni se te ocurra mentirle  al bebe, yo siempre seré su padre ¿okey?

— estas enfermo ¿como se te ocurre pedirme eso?,— sollozo — ¿me dices que sea feliz con otra persona?

— amor, solo estoy pensando en su bien estar

— lo se, y lo entiendo, te cumpliré en lo que pueda, pero ten en claro algo. Tu fuiste, eres y seras al hambre que yo mas ame en mi vida, y estoy segura que gamas amare a una pareja, como te ame a ti. Y amor, tranquilo, que nuestro hijo siempre tendrá en claro quienes son sus padres, lo haré el niño mas feliz del mundo, y lo protegeré con mi vida por siempre, y estoy segura que tu lo harás también, desde donde quieras  que estés...

Espero que les guste la historia tanto como a mi, y que me acompañen  a lo largo de esta

Con amor... Yo

 

Mamá en apuros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora