>Capítulo 3<

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Narra Bella

Froto mis ojos, agotada, pero incapaz de dormir. Intento volver a cerrar los ojos de nuevo.

Nada.

Solo doy vueltas y mas vueltas, envolviendome entre las sábanas mientras la misma pregunta se repite en mi cabeza una y otra vez:

"¿Quién es la Misteriosa Chica?"

Su pelo, su piel, sus ojos, sus labios, su forma de sonreír... mierda, ¡necesito verla de nuevo! Temo volverme loca si no lo hago.

Sin embargo, lo ocurrido en casa de Roberto provoca que un intenso sentimiento de culpabilidad se apodere de mis pensamientos, dejando de lado a la Misteriosa Chica.

Necesito dormir, sólo así mi mente podrá descansar de toda esta locura.





Narra Bella (Flashback)

Llego a casa tras un aburrido día de colegio. Mis tripas rugen, exigiendo comida de inmediato, algo lógico para alguien que no ha desayunado.

Abro la puerta de casa, tiro mi mochila (la cuál cae en una zona aleatoria) y me dispongo a sabotear la nevera en busca de algo comestible.

Para mi sorpresa, me encuentro de muy buen humor. Empiezo a tararear una canción al azar mientras espero a que los macarrones que sobraron la noche anterior se calentaran en el microondas.

De pronto, escucho el teléfono sonar. Contesto la llamada; es mamá.

¡Bella, cariño! ¿Que tal el día?-

Bien, sin novedad.-

Obviamente estoy mintiendo; el encontrarme con la Misteriosa Chica era algo de que hablar. ¿Una joven que no podía sacarme de la cabeza por más que lo intentara? Era motivo suficiente para llevarme al psicólogo, al menos para mis padres.

Mamá siguió hablando:

Cielo, llamo para decirte que hoy llegaré mas pronto a casa.-

Ah, ¿y eso?-

El restaurante va a cerrar un par de horas antes debido a unas reformas.- Mamá trabaja como camarera, razón por la cual llega tan tarde todos los días. Por eso, me alegra un poco que hoy pudiesemos pasar algo más de tiempo juntas (quiero a mi madre, aunque a veces me ponga de los nervios.)-Además, me encantaría ir contigo a que conozcas a los vecinos.-

"Mierda, otra vez lo he olvidado."- Estaba claro que ni de coña me escaparía de la visita a los vecinos, y como punto extra tendría que ir con mamá. Me la imagino hablando con Roberto, diciendo lo buena chica que soy, e incluso lanzándole indirectas para que me pidiese salir (ella es capaz, lo aseguro).

No quiero ir, tengo un mal presentimiento y sé que algo malo ocurrirá si voy. Pero conozco a mamá y sé que me obligara a ir, incluso si me tiene que llevar a rastras.

Vale mamá, te espero hasta que vengas.-

Muy bien hija, te veo por la tarde, te quiero.-

Yo también te quiero, hasta luego.-

Cuelgo la llamada.

Las ganas de comer han desaparecido por completo, pero no iba a tirar los macarrones ya calentados.

Mientras como, pienso en como será el encuentro entre esa gente y yo. Quiero agradarles, si, pero hasta ahí.

No quiero ser amiga de ellos, y mucho menos tener algo con Roberto.

[Pausada] Bella no es lesbianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora