Capitulo 7

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Al día siguiente desperté y estaba sola en una habitación con un delicioso olor a café, me levante y me encaminé a él lugar de dónde provenía el olor, en la cocina estaba Daniel cocinando panqueques y preparando café.
-Buenos Días- dije con una voz cansada
-Buenos Días princesas, estoy preparándote algo para desayunar y después te llevo a tu casa- me sentía terrible, tenía que decírselo.
-Si, amm... Daniel, tengo que decirte algo
-Oh claro bebe, me dices ahorita que te lleve a tu casa
-No Daniel, necesito hablar contigo ahora- dije frustrada y Daniel sorprendido apago la hornilla y se sentó frente a mi, yo no quise hacerlo
-Daniel, es... es sobre nosotros, no puedo mentirte con esto, pensé que te lastimaría al principio, pero creo que te lastimaré más si sigo fingiendo
-¿Que te sucede? ¿Tienes algo? ¿Necesitas ayuda?- dijo asustado y atento
-¡No Daniel, No! Deja de ser tan atento conmigo, no puedo seguir con esto, Daniel, yo... no siento nada por ti.
Sé que debía decírtelo, jamás estuve enamorada de ti, solo estaba enamorada de lo que hiciste, yo estaba tan frágil y tú llegaste como una salvación para mi, no podía rechazarte aún frente a tanta gente y con el detalle que hiciste por mí, pero no puedo lastimarte fingiendo que sentimos los mismo el uno por el otro, lo siento Daniel- mientras yo decía todo eso las lágrimas empezaron a caer por las mejillas de Daniel, el no dijo ni una sola palabra -No puedo Daniel, yo...- tome mi bolso de la mesa y me dirigí hacia la puerta -Simplemente no puedo.- salí de su casa, cerré la puerta y llame al primer taxi que vi, entre al vehículo y me solté en llanto sobre las palmas de mis manos.
*Daniel POV*
Mis lágrimas comenzaron a derramarse sobre la mesa mientras me decía todo eso, sentía como una espada atravesaba mi cuerpo, me derrumbé por dentro, por fuera me paralicé totalmente, simplemente tartamudeaba, yo la amaba tanto, me había lastimado como jamás lo había hecho, cuando termino de confesarse frente a mi, tomó su bolso y descaradamente salió de mi casa, quería salir tras ella, pero sabía que era inútil, abalance mi peso sobre mí mismo hasta caer de la silla, ni siquiera me dolió, no tenía tiempo ni para llorar por una simple caída, estuve inmóvil en el piso llorando por Melissa durante horas, mis ojos se secaron y las lágrimas estaban derramadas en el piso, cerré mis ojos hasta quedarme dormido pensando en que hice mal, por qué Melissa no me quería, después de el amor que yo le demostré.

Amar o MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora