Amar o Morir

Capitulo 5

Al día siguiente estaba trabajando en mi oficina y llamaron a la puerta:
-¿Quién es?
-Soy yo, Daniel
-Mmm, adelante- dije incomoda. Entro Daniel con un gran ramo de rosas, me sorprendí y me levante de mi asiento
-Hola Mel- dijo entusiasmado
-Hola Daniel, ¿cómo estás?
-Emocionado
-Y, ¿se puede saber por qué?
-Sí, porque esto es para ti- dijo entregándome el ramo
-¡Daniel! Qué hermoso detalle, pero no te hubieras molestado
-Claro que si, si te trata de la chica más hermosa del mundo- dijo mirándome con esos ojos tan hipnotizantes, encogí mis hombros y me sonroje, esas palabras encajaban totalmente con su dulce voz
-Ok, te las aceptaré porque fui muy descortés contigo ayer, me gustaría cubrir mi error y que nos sigamos llevando bien
-Entonces ya sé cómo puedes cubrirlo- asentí con la cabeza -Tu y yo esta noche en The Fresleid, te juro que si aceptas esa cena, seré el hombre más feliz que haya pisado la tierra
-Tus palabras me convencieron, ¿nos vemos a las ocho?
-A las ocho paso por ti- dijo pasando su mano por mi mejilla y saliendo de mi oficina.

*Daniel POV*
¡ACEPTO! ¡ACEPTO EN REALIDAD! Estaba tan emocionado, quería que aceptara acompañarme porque si lo hacía iba a prepararle no solo una cena, le tenía tantas sorpresas, y todas ellas iban a estar incluidas en mi intento de enamorar a Melissa, esa chica era hermosa, su cabello largo y lacio color castaño, sus ojos color miel y sus labios, por ella quería levantarme más temprano cada día, quería que ella fuera lo primero que yo viera al despertar, me traía loco, esta era mi oportunidad.
Pasé toda la tarde haciendo llamadas y arreglando todo que olvide por completo vestirme, así que llamé a Bárbara y le pedí que me preparara un traje, el mejor que pudiera encontrar, y en lo que llegaba fui a darme una ducha. Cuando salí ya estaba todo listo, me vestí, me peine y me puse la mejor fragancia que tenía, tome mi billetera y salí camino al restaurante.
Llegue un poco anticipado, le pedí a los camareros que prepararán lo que había estado planeando horas atrás, hice unas últimas llamadas y por fin llego la hora, no tardaba en llegar y no podía esperar más. De repente escuche unos tacones acercándose, era ella, se veía preciosa, traía un vestido al cuerpo color vino con unos tacones altos negros, su cabello estaba recogido y traía un labial que me perdía, simplemente se veía espectacular y no podía llamar más la atención, o al menos la mía.
El restaurante era muy elegante pero también moderno, estaba combinado con un club nocturno, así que para empezar pedí dos copas de vino blanco, las bebimos y estuvimos charlando, cuando llegaron a tomar nuestra orden le guiñe el ojo al camarero y dije con una voz astuta:
-Para la dama el platillo especial, para mí algo simple
-¿Platillo especial?- preguntó ansiosa, la mire seductoramente y espere la comida, llego muy rápido y mientras la comíamos hablábamos sobre el trabajo y otros temas, cuando parábamos de hablar simplemente me le quedaba mirando, era hermosa. Había llegado la hora de divertirnos un poco así que la invite a bailar, aceptó sin dudarlo, sus movimientos eran de acuerdo a los míos y juntos éramos el centro de atención, pero ella dominaba la pista, bailamos hasta que no pudimos más, nos dirigimos a una de las mesillas y pedí una botella de Champaña para finalizar una noche increíble, aunque ella no sabía que aún no terminaba.
-Por nosotros, y esta increíble noche juntos- dije brindando y pegando mi copa con la suya, me miró con unos ojos molestos pero una sonrisa maliciosa.
-Daniel, no hay un nosotros, esta noche será una de las mejores que he tenido en la vida, y tú eres encantador pero no estoy enamorada de ti, no aún- dijo traviesa, eso me hizo creer que tenía oportunidad con ella. De repente, todas las luces se apagaron, Melissa se asustó y se acercó a mí, la tome de la mano y le dije
-Vámonos de aquí- su respiración se oía asustada, caminamos y cuando nos detuvimos chasquee los dedos y las luces se encendieron.