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El abrió los ojos y lo que vio fue lo mas tierno que pudo haber visto jamas, su hija abrazada por eugenia, las dos dormidas y el sonriendo viendo a las dos mujeres que le robaron el corazón.
Se levanto y fue a la cocina, comenzó a preparar el desayuno y una mano en su hombro lo hizo sobresaltar y girar quedándose a solo centímetros de la mujer que estaba enfrente de el.

Nico: casi me matas de un susto.

Euge:-suelta una risa- perdón, me extraño despertar y no verte al lado de alai.-el sonrió mirándola, se veía muy hermosa recién levantada, es perfecta para el y nadie podría hacerlo cambiar su opinión.

Nico: Queres algo de desayunar?.

Euge: tostadas y un café suena bien.-los dos sonríen.

Nico: haré las tostadas.

Euge: buscare el azucar.-el termino de cubrir las tostadas con mantequilla y se giro, soltó una pequeña carcajada al ver a Eugenia intentado alcanzar el frasco de azúcar que estaba muy alto para ella.
El se acerca tomándola de la cintura y alzándola para que ella tomara el azúcar. Al hacerlo nico se movió un poco perdiendo el equilibrio y cayéndose haciendo que Eugenia se cayera encima de el quedando peligrosamente cerca, los dos soltaron una risa al quedar llenos de azúcar.

Euge: lo siento.-dice riendo y el le acaricia la mejilla.
Sus ojos se encontraron y se fueron acercando inconscientemente, sus ojos viajaban de sus labios a sus ojos, sus labios rozaron y bastó ese momento para que el rubio tomara la nuca de la morocha juntando sus labios en un beso necesitado por los dos.
Las manos de ella se hundieron en el cabello corto del rubio haciendo que el soltara un gruñido, las manos de el fueron a su cintura acariciándola recordando que ella es su mujer, ella aun que no recuerde nada sigue siendo su Eugenia.
Se separaron por la falta de aire mirándose directamente a los ojos, ella se levanto del suelo un poco incomoda por lo que acababa de pasar.

Euge: iré a mi piso. Anda a dejarme a alai cuando te vayas a tu trabajo.-se fue antes de que nico pudiera decir algo.

Los dos confundidos, ella mas que el.
Una duda creciendo en el rubio que no lo dejaba descansar, fue a dejar a alai al piso de lali y Euge, le abrió lali mirándolo enojada, el no tenia tiempo de explicarle que alai era el bebe que Eugenia supuestamente perdió.
Se fue directamente al hospital central donde supuestamente de encontraba el padre de eugenia.

Entro a la sala y se encontró a marcelo en la camilla, blanco y con bolsas bajo sus ojos. Marcelo abrió los ojos y lo miro sorprendido.

Nico: yo se que estas mal pero necesito que me digas la verdad.

Marcelo: la...viste.-dijo con la respiración agitada.

Nico: lali me contó del accidente, les dijiste que mi hija murió ¿por que?.

Marcelo: solo...quería....que...Eugenia... Fuera... Feliz.-nico paso su mano por su pelo frustrado.

Nico: le diré.

Marcelo:-asiente- yo le...dire-nico lo mira incrédulo-por mi...culpa mi hija...no esta con su hija, yo asumiré mi error...y le diré, sólo dame tiempo.

Nico: le dirás la verdad, siempre quisiste separarme de ella pero le diré algo señor suarez mi amor por ella nadie podrá apagarlo, lo que yo siento por ella jamas terminara, ella me dio a mi hija una hermosa niña igual a Euge.

Marcelo: la quiero conocer.

Nico: cuando le cuente a Euge la verdad yo le traigo a mi hija.

Marcelo: perdoname.-nico solo asiente y sale del hospital, si el le cuenta a Euge la verdad estaba casi completamente seguro que eso significaba que Euge podría recuperar su memoria, le podría decir que el era su novio, el hombre que tanto amor, por el que lucho contra viento y marea.
Su Nicolás.

el pasado (Niceuge)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora