Capítulo 1

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Un chico pelinegro caminaba por las calles de Mikado de camino a la tienda. Llevaba sudadera blanca, pantalones azul oscuro, cabello negro y sus ojos de un inusual dorado le daban un toque llamativo.

Caminaba visiblemente distraído, escuchando música desde su celular oculto dentro del bolsillo de su sudadera, cuando...

¡PUM!

El ojidorado chocó con una persona más grande que venía corriendo distraida, provocando que el chico cayera al suelo.

-L-lo siento- Se disculpó esa persona. El pelinegro miró hacia arriba. Se trataba de un muchacho alto, su cabello castaño estaba echado hacia atrás y sus ojos eran azules claros contrastando con su chaqueta azul oscuro. Llevaba una camiseta blanca debajo, además de pantalones negros.

-Estás bién chico?- El de cabello castaño le tendió la mano al chico, quién se quedó observando por un segundo antes de tomar la mano del otro y levantarse.

-Si, gracias...- Susurró el chico con su usual voz suave.

-Jin, debes tener mas cuidado al correr- Rezongó un hombre que venía junto al otro. Era ligeramante más alto que el otro, su cabello era castaño oscuro desordenado y tenía unos peculiares ojos negros. Llevaba una chaqueta beige, con una camiseta negra debajo. Sus pantalones eran del mismo color. Además, tenía una pequeña barba.

-Ya lo se Tachikawa-san, no eres mi madre- Se quejó el tal Jin.

-Y tu... ¿quién eres?- Preguntó el mas alto.

-¿Por qué debería decirte mi nombre?- Tachikawa puso los brazos en jarra.

-Uno, no respondas mi pregunta con otra pregunta, y dos, porque ya oíste nuestros nombres, asi que es justo que sepamos el tuyo.

-...- El chico no se veía muy convencido.

-Oye, Tachikawa-san no lo molestes. Además el no pidió saber nuestros nom...

-Amo.

-¿Eh?- Preguntaron los dos al mismo tiempo.

-Tsukihiko Amo. Ese es mi nombre. Ahora si me disculpan, debo ir a la tienda.-

El más pequeño pasó por al lado de los dos amigos y siguió su camino.

Narra Jin: Luego de habernos topado con ese chico tan extraño al parecer llamado Amo, seguimos nuestro camino aunque yo por alguna razón no conseguí olvidarme de el.

-Jin, te ves un poco perdido ¿estás bién?

-Por que preguntas?

-Porque llevo cinco minutos intentando decirte que Border está para el otro lado y tu no me prestas atención-

-Oh! lo siento.- Dije mientras Tachikawa suspiraba con una gotita al estilo anime.

-No tienes remedio.

-Jeje-

Caminamos un buen rato en silencio hasta que Tachikawa decidió sacar tema de nuevo:

-Mañana comenzamos el insti ¿Por qué? - Se quejó.

-Seh, que mal ¿no?

-Por lo menos a ti te va bién

-Me va bién porque no falto tres de cinco días de la semana, idiota.

-Nadie me apoya- Lloriqueó Tachikawa. Jin suspiró.

 -Y luego soy yo el que no tiene remedio. En fin, ya me voy a mi casa, nos vemos mañana.

-Vale-

Nos despedimos con un apretón de manos y cada uno se marchó por su lado.                   

 Cuando llegué a mi casa revisé el refri por si había algo para comer, pues estaba realmente hambriento, pero me encontré con que no había casi nada. Y pues como no iba a cenar galletas de arroz, decidí ir a la tienda. Una vez en el supermercado me dirigí a la sección de carnes.

-Vaya, no hay ni un alma en este lugar. Bueno, a esta hora no me extraña.- Hablé para mi mismo.

Compré lo que necesitaba, pagué y salí de la tienda.

-"Realmente debería cocinar"- Pensé.

Entonces divisé en la oscuridad una pequeña figura sentada debajo de un árbol.

Narro yo:

-"Kazama?"-Se preguntó Jin, acercándose.

-Oye Kazama, ¿que haces aqui a esta hora?- El ojirojo dió un respingo y se volteó rápidamente.

-J-jin. Me diste un susto de muerte. No hacía nada en especial, solo estaba pensando.

-Pensando? ¿En medio de la vereda a las doce de la noche?

-¿Eh? ¿Ya es tan tarde?

-A que hora llegaste?

-A las nueve.

-Wow. En fin, será mejor que regreses a tu casa, es muy tarde y nunca sabes que clase de gente ronda por la calle a estas horas.

-Tienes razón.

Narra Amo: Regresé a mi casa luego del accidente con esos dos. El de la barba me había dado igual, pero el otro me había caído bién, después de todo había sido muy amable conmigo. Esbozé una pequeña sonrisita fugaz que se borró cuando recordé que mañana volvería al instituto. Seguro habría mucha gente que me trataría mal, siempre era lo mismo. Me molestaban, golpeaban o cuchilleaban sobre mi a mis espaldas pensando que no me daba cuenta. Decidí dejar de pensar en eso y regresar a mi casa, con una sensación de nervios en el estómago.









No se que titulo poner :vvvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora