14 de septiembre de 2016.
Hablar o escribir sobre la vida es un gran reto para cualquier persona en este insólito mundo. Unos la describen como "el todo"; seres vivos que reínan un planeta aún más lleno de vida que ellos mismos. Otros lo detallan como "el día a día", ese camino que vamos recorriendo desde que comenzamos a dar los primeros pasos. Sin embargo, yo lo defino como "el desafío". Tal título parece ser sacado de una de las películas de James Bond, pero yo considero que, al menos para mí, es el más acertado.
Un desafió siempre tiene un comienzo. Este origen tiene lugar con el nacimiento de cualquier niño el cual tuvo las cosas realmente fáciles dentro del vientre de su madre. Una temperatura ideal, alimento garantizado, palabras lindas... Sin embargo ya a partir de aquí muchos deben afrontar lo que podría ser su final, tristemente. No obstante otros siguen adelante en un camino el cual ven al mirar al frente, pero nunca podrán saber los desvíos que podría llegar a tener.
A medida que vamos avanzando nuestros músculos van creciendo y fortaleciéndose debido a la ardua caminata y nuestra mente se va desarrollando gracias a los nuevos y diferentes paisajes que rodean nuestro sendero. Pero, el desafío no te dio un camino limpio y regular, cuando el vea que sea necesario comenzará a ponerte obstáculo tras otro para que dejes de avanzar, para que te rindas. Comenzará con pequeñas cosas, tal vez ramas caídas en el suelo o pequeñas grietas entre las piedras que cubren la senda. Pero habrá momentos en los que tendrás que avanzar entre huracanes, escalar altos acantilados, ver desgracia y desolación al lado de tu vía... El desafío quiere hacerte fuerte, duro como las piedras que hacen el camino y quien no es fuerte se parara... frenará su avance e incluso llegará a retroceder.
Unos acabarán su viaje antes y otros mucho después. Da igual que alguien haya salido a la vez que tú en busca de su aventura, ni tú ni él tendréis un sendero parecido. Uno tendrá más obstáculos que el otro, será más largo o más corto, la persona que lo recorre frenará o no... Quien sabe, hay tantas posibilidades.
Dejando las metáforas a parte debo decir que la vida no es fácil y nunca nadie nos dijo que lo sería. Cada persona vive y ha vivido de una forma muy diferente a la tuya y es como es debido a esto. Quizá esa persona que te cae tan mal al llegar a casa se encuentra un hogar muy inestable o puede que haya perdido a alguien realmente especial. Es probable que quien piensas que es realmente feliz no lo es. A veces la mejor forma de nublar la tristeza es con una enorme sonrisa.
Pero tranquilo, tú que lees esto. Yo no soy capaz de saber por lo que estás viviendo y me encantaría abrazarte fuerte, diciéndote que todo irá bien. Pero desgraciadamente no puedo, sin embargo intentaré rodearte con unos fuertes brazos hechos de palabras que imploran.
La vida es dura, es probable que estés viviendo una mala etapa, al fin y al cabo todos las hemos padecido. Pero ten claro una cosa, el desafío aprieta, pero no ahoga. No mires atrás ni te pares. Sigue en avance.
Ese es el mejor consejo que puedo darte, mi querido lector.
Un beso de mil páginas, Elocuencya.
YOU ARE READING
El arte de no poder hablar. I
AcakEs un mundo tan bello el de las palabras escritas. El poder escribir y saber que podrás borrar y modificar a tu antojo para poder expresar lo que realmente sientes (o al menos intentarlo). Sin embargo, no es tan bello el poder de decir ya que no p...