Lunes

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Estaba tranquilamente en mi puesto esperando que las clases comenzaran, recuerdo estar muriéndome de sueño ya que el día anterior hubo un maratón de mi serie favorita. Traté de mantenerme despierto, aunque sea hasta el segundo periodo, pero la necesidad era muy grande. 

Como me sentaba hasta el último puesto creí que nadie notaría que me encontraba durmiendo, aparte de mi compañero de asiento, pero él no estaba. Fueron los minutos más bellos de esta semana... hasta que el profesor lo notó y me echó del aula.

No sé cuánto tiempo estuve dormido, creo que unos siete o quince minutos, pero el caso es que cuando salí me encontré con ella, no le permitieron entrar por llegar tarde a clases. Como siempre. Lyra estaba a un lado del pasillo, ese era el castigo que imponía el profesor para aquellos que interrumpían o llegaban tarde a su clase.

En ese momento lo único que sentía por ella era atracción, después de todo no iba a negar que era linda, al igual que todos los idiotas del salón, pero no pensaba en la castaña más allá que una simple compañera con la que pocas veces he compartido el puesto.

—Hola, Lyra—saludé con una sonrisa casual situándome al lado de ella.

—Oh—se sorprendió un poco al verme, por lo que he notado, la castaña siempre tiene la costumbre de perderse en su mente—, Hola, Touya, ¿cómo estás? —me regaló una sonrisa casi genuina, cosa que me llamó la atención.

En ese rato estuvimos hablando de temas triviales, cosas así, eso sí susurrando, porque si no el profesor alargaba el castigo hasta la tarde. La conocí un poco más, encontrando así una persona muy agradable con un buen sentido del humor y que nunca se le desvanecía su sonrisa, hasta se rió de mis malos chistes.

Cuando terminó la hora, el profesor nos dio una regañada, dijo que debíamos ser más responsables para ser personas de bien en el futuro, después nos dejó ir con la advertencia que a la próxima llamaría a nuestros padres. Siempre da esa advertencia y nunca la cumple.

Ella se despidió con una sonrisa agradeciéndome por el grato momento, algo que me dejó pensando, ¿qué castigo era agradable? ¿y más si lo pasas con alguien con quien no hablas casi nunca? Yo solo le respondí que no era nada. Con una última sonrisa se marchó por el pasillo, no despegué mi mirada de ella hasta que la perdí de vista. Por aquel entonces solo la veía como una amiga nueva.

[~*~]

—Oww... ¡Qué lindo! —comentó Touko emocionada al dar pausa a mi relato.

—No le veo el problema, se supone que solo es una amiga—comentó extrañado N dándole una mascada a una galleta con chispas de chocolate.

Tomé una galleta del paquete que estaba sobre la mesa, cortesía de Touko.

—Espera, pronto vendrá el salseo.


~Hikari Miu~

¿Qué es el amor? // PokémonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora