Miércoles

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Caminaba tranquilamente en dirección a la escuela, como todas las mañanas iba bostezando. Saqué mi teléfono que estaba en el bolsillo del pantalón, mandé un mensaje rápido a cierta chica molesta que no había visto desde la semana pasada y lo volví a guardar, pero al instante en que volví mi vista al camino tropecé con alguien, me disculpé sin ver claramente a la persona hasta que vi unos ojos parecidos al chocolate mirándome.

—Buenos días, Touya—saludó Lyra con una sonrisa.

Me quedé estupefacto ¡¿Qué es esto?! ¿Un anime Shoujo? Lyra me sale hasta en la sopa, literalmente, ayer en la cena los fideos de la sopa formaron el rostro de Lyra. ¡No estoy loco!

—Buenos días—saludé con una sonrisa al igual que ella.

Nos fuimos caminando con el silencio acompañando, pero después se fue a molestar a otro lado.

Me salió verso sin mucho esfuerzo ¡Yeah!

Bueno, Lyra comenzó hablar animadamente que pronto saldríamos de vacaciones de invierno y que podría estar más con sus amigas, solo escucharla hablar que no estaría sola me hacía sentir feliz, más por ella que por mí.

Lyra tiene novio.

Mi sonrisa se desvaneció y me dejó pensando, ¿cómo es que siempre está sola si tiene novio? Sospechoso. —Oye, Lyra—la interrumpí mientras hablaba—, este, ¿tienes... novio? —tragué grueso, su respuesta me provocaba cierta ansiedad.

La vi dudar si responder o no, miró a todas partes buscando una excusa, pero no la encontró, finalmente asintió de forma lenta.

Algo dentro de mí se rompió.

[~*~]

-No me está gustando como va esto-comentó Touko canturreando.

-Pobre Touya-dijo N lamentando mi suerte mientras tomaba la mano de la castaña, ella, al contacto, enlazó su mano con la de él.

Rodé los ojos, normalmente no me importaría que se volvieran melosos, pero ahora me fastidia de tal manera que quiero golpearme con la mesa hasta quedar inconsciente.

-Bueno, en clases no pasó nada interesante, la verdad es que solo quería evitarla-dije algo triste.

-Cuantas cosas pueden suceder con solo faltar tres días-comentó con dulce voz la castaña dedicándole una sonrisa a su novio, este le correspondió de igual manera.

Saqué un cuaderno de mi mochila mientras silbaba una canción, arranqué una hoja, la arrugué y finalmente la arrojé con tal precisión que chocó en el rostro de Touko. Se volteó a mí con su rostro fastidiado y el ceño levemente fruncido, N solo me miró con expresión de cansancio y algo molesto.

-Tienen todo un fin de semana para andar de melosos-acoté con una sonrisa inocente haciendo que los dos se sonrojaran.

¡Como amo molestarlos!

[~*~]

En la tarde cuando la campana nos anunció que la jornada escolar ya había concluido, guardé rápidamente mis cosas en la mochila, la puse en mi espalda y me dispuse a salir del aula casi huyendo, no sé de qué ni porque, solo quería irme a mi casa y hablar con mi almohada sobre cómo hacer el proyecto de historia.

-Touya-escuché una suave voz hablarme cuando ya estaba abriendo la puerta. -¿Caminamos juntos? -era Lyra, quien sonreía a mi lado.

Su sonrisa es algo que ya me está fastidiando, pero a la vez es algo que no puedo dejar de observar, como sus dulces labios de color cereza...

¡¿Qué estoy diciendo?!

Mi mente, cuerpo, incluso mi corazón me dieron una alerta, que no lo haga, que me aleje de ella, algo malo podría sucederme. Pero esa sonrisa, su sonrisa...

-Claro, vamos-abrí la puerta para los dos encaminándonos por el pasillo.

¡Estúpido, estúpido, estúpido!

No hablamos mucho hasta que salimos del recinto, los estudiantes aún permanecían por las calles conversando entre sus pares. La duda de que porque Lyra no estaba con sus amigas asaltó mi mente, se lo quería preguntar, pero parecería como si me molestara estar con ella, debo ser precavido.

Esta chica es más misteriosa de lo que pensé, y eso que parece un libro abierto. La miré un poco de reojo, estaba sonriendo mientras tenía sus manos a su espalda, yo las tenía en los bolsillos de mi pantalón, pues el frio aun no abandonaba la ciudad. Es eso o yo soy muy friolento.

-Te acompaño hasta tu casa-dijo de pronto sorprendiéndome haciendo que girara por completo mi cabeza encontrándome su dulce sonrisa y sus ojos lanzando un extraño brillo que no logré descifrar.

Saqué mis manos de su refugio y las agité frente a mí de forma negativa alegando que no era necesario, pero ella insistía en hacerlo, después de todo quería caminar un poco más para despejar su mente antes de comenzar con el proyecto de historia. Entrecerré los ojos con duda, aun así, ella me miraba con tranquilidad, no tuve de otra que aceptar.

En el camino a mi hogar solo hablábamos de cosas triviales, solo para conocernos un poco más, por el momento sé que vive con su madre, su hermano y su tío en una pequeña casa que queda a unas cuatro calles de la mía, en mi caso le conté que solo vivía con mi madre y mi padre se la pasaba viajando por trabajo.

Ella se sorprendió un poco de lo cerca que vivíamos, quieto aclarar que a Lyra le encanta caminar, por lo que para mí es una larga caminata para ella solo será un corto paseo.

-¿Cuándo comenzaste a dibujar? -preguntó curiosa mientras atravesábamos un pequeño parque que quedaba de camino a nuestros hogares.

-Desde pequeño-contesté recordando mi agradable infancia-, mi papá me regalaba algunos materiales de dibujo como lápices o blocks con hojas especiales-alcé mi vista al cielo que se encontraba anaranjado-. Recuerdo dibujar mucho las nubes-solté una carcajada que la pilló de improviso-, un año y medio dibujando malditas nubes.

Ella se rió junto conmigo ante el antecedente. -Bueno, las nubes son bonitas-comentó.

Reí un poco más. -A ti, ¿qué te gusta hacer? -pregunté con curiosidad mirando sus delicadas facciones dibujando una sonrisa boba.

-Pues...

-¡Lyra! -se escuchó exclamar a alguien detrás de nosotros.

Nos volteamos al mismo tiempo sorprendidos, a poco más de tres metros se encontraba un chico pelirrojo con rostro serio con las manos dentro de los bolsillos de su chaqueta. Se comenzó a acercar lentamente hacía nosotros, miré de reojo a Lyra, esta observaba al sujeto con una extraña mirada, como si no lo hubiera visto en años combinado con algo de miedo. Por lo menos esa fue mi interpretación.

-Silver...-susurró algo pasmada. -¡Silver! -con genuina alegría corrió hacia el chico pelirrojo, al llegar a él, dio un brinco y con un abrazo aterrizó en sus brazos con una sonrisa mil veces más radiante de lo que recordaba haber visto.

En ese momento, no podía dejar de pensar en lo estúpido que era.

[~*~]

-No creo que seas estúpido-expresó rápidamente Touko-, no tienes que ser tan duro.

-Lo sé-confesé-, pero en ese momento algo dentro de mí se rompió, otra vez, y dolió.

Se me quedó viendo con tristeza, bajé la mirada, cerré mis ojos lanzando un suspiro, todo estaba en silencio a excepción del reloj de pared sobre la pizarra que molestaba con su horrible tic tac.

-Touya-escuché hablar con suavidad a N-, ¿qué esperabas de ella?

Levanté mi mirada, no me esperaba esa pregunta por lo que estaba algo sorprendido, N me observaba tranquilamente mientras Touko lo observaba con curiosidad.

¿Qué esperaba de Lyra? No lo sé, y no lo entiendo, pero quería estar en un futuro donde estuviéramos los dos, por muy loco que suene.

-No lo sé-contesté-, solo espero tener la respuesta pronto.

¿Qué es el amor? // PokémonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora