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Los bebes que sobrevivían al duro rechazo que la "comunidad" les ofrecía al nacer, eran obligados a vivir como niños desamparados.
Cero adultos, sin amor parental.
Solo tenían los unos a los otros....
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Pov Karma
La primera vez que lo cargue hacia el auto, no lo había notado por la preocupación, pero ahora que lo hago nuevamente, me doy cuenta de que Nagisa es realmente ligero.
A diferencia de antes, no había hecho ningún movimiento brusco desde que salimos del auto. No hablamos de nada en el camino, aunque el ambiente no era incomodo o al menos no lo noté, por las mil preguntas que formulaba en mi cabeza, las cuales sabía que no me respondería por ahora.
Ya habíamos llegado al edificio hace un minuto y ahora subíamos por el ascensor hacia mi apartamento. Al llegar al piso, lo deje unos segundos en el suelo mientras buscaba mi llave
- Puedo caminar –hablo sin mirarme en lo que yo revisaba mi maletín
- Te creo – tomé la llave y abrí la puerta – Pero prefiero no tomar riesgos
Lo volví a cargar a pesar de su anterior petición y lo introduje a mi hogar. No era muy grande como cualquiera esperaría, dos habitaciones medianas y una sala algo extensa, un baño, cocina, etc. Lo esencial para en un apartamento
Sin explicarle, lo senté en el sofá y fui hacia al baño a buscar agua limpia, además del botiquín. Solo había leído sobre primeros auxilios, nunca lo he puesto en práctica, así que no sabía cómo resultaría esto, pero él no accedería por nada a ir a hospital y creo que, por ende, tampoco dejara que llame a alguien
Volví a la sala y el seguía en el mismo lugar en que lo dejé, mirando por la ventana que daba hacia la pequeña terraza del lugar
Me puse frente a él, sentado en puntillas en el suelo
- Dime donde te duele – pregunte algo nervioso por no saber qué pasaría si tenía más heridas de las que se veía
El me miraba desconfiado, ni siquiera intento disimularlo
- Dame- extendió su mano hacia a mí, yo lo mire extrañado – Puedo curar mis propias heridas, se cómo hacerlo- encogió los hombros algo desinteresado- Ya he hecho suturas antes
Ahora yo lo miraba de la misma manera que el a mí. No lo conocía, pero no ha hecho algo lo suficientemente idiota para demostrarme que lo es y no tenía razones para mentir sobre curar sus propias heridas
- ¿Seguro? – pregunte inseguro – Si me explicas como hacerlo, aprenderé sobre la marcha
Me miro pensativo unos segundos, como si la pregunta de si puedo o no rondara por su cabeza. La verdad es que ni yo sabia
- ¿Tienes anestesia local? – pregunto
- No – respondí rápido, sabiendo que no lo compre por no creerlo necesario. Menuda idiotes de mi parte… Aunque jamás pensé pasar por algo así
- Esto apestara – soltó un gran suspiro mientras bajaba su cabeza irritado- Te explicaré, odio coser mis propios cortes
Aunque lo que dijo me extraño, intente no prestarle atención, me concentre en lo que decía sobre suturas. Me mostró el enorme corte de su pierna y me explico lo que haría, como pasar la aguja y la distancia entre cada puntada.
Al final, ambos nos miramos angustiados (y preocupados). El recostó la espalda al sillón, posiciono la pierna sobre la mesa de centro que había frente al mueble dando así mejor posición y tomo un cojín entre sus brazos
- Bueno… aquí viene- suspiro otra vez
Asentí mientras tomaba el pote de alcohol y un trapo de algodón limpio, desinfecté la herida a lo que Nagisa ahogo sus quejidos contra la pequeña almohada.
Al momento de empezar a coser la herida, estaba muy nervioso, pero hice paso a paso lo que me había explicado, teniendo que soportar los gritos ahogados de dolor de Nagisa. Definitivamente, no me gustaba esa expresión en su rostro y odiaba verlo pasar por tanto dolor, así que intente ser lo más rápido posible.
Pareció eterno, pero finalmente termine, viendo el alivio en su rostro
- Ahora solo véndalo y ponle un moño- bromeo Nagisa algo agotado, en su sonrisa se podía ver el dolor que paso. Hice lo que me pidió e fui lo más cuidadoso para no causarle más dolor
Finalmente, pude volver a respirar tranquilamente. Estaba aliviado de poder terminar
- ¿Desea algo más? – lo mire con burla - ¿Algún otro golpe? – pregunte un poco más serio
- Moretones y rasguños – soltó de lo más normal – Lo más probable es que tenga un gran golpe en el estómago, pero nada que un poco de hielo no arregle
Asentí confiando en su palabra y me puse de pie para sentarme en el sofá frente a él, mirándolo seriamente.
- Ahora, respóndeme sinceramente- le hable seriamente- ¿Qué rayos te paso?
- Un accidente – respondió con la misma simpleza que antes – Cruce mal la calle y un auto me dio de costado
Lleve mis codos a mis rodillas y lo miro más serio que antes, incluso con una pequeña aura asesina.
- Dije: SINCERAMENTE – repetí algo molesto, sabiendo que estaba mintiendo
- Y yo dije: Accidente – me enfrento con la misma expresión que yo tenía- Solo te basta saber que fue un auto y que ahora estoy bien – agrego
Me sentí sorprendido de que no se sintiera intimidado ni por un segundo y que, para colmo, me mirara directamente a los ojos mientras me retaba
No diré que estoy feliz… Pero si bastante complacido de que no decepcionara mis expectativas sobre él.
- Eres un grosero hacia alguien que te ayudo – le sonreí burlonamente
- Pues, aunque no recuerdo haber pedido su ayuda – sonrió cortésmente- Muchas gracias por meterse, Akabane-san
Una situación para reírse, muy pocas veces se me habían enfrentado cara a cara, viendo directamente a los ojos, por no decir que solo lo habían hecho personas que conozco. Ahora, un chico vestido de chica, lo hacía sin sudar ni una gota, sin dudar. No aparto la mirada ni por un segundo
- Estas completamente loco – solté con una pequeña risa – ¿Hay algún lugar que quieres que te lleve?
- ¿A estas horas? – miro el reloj – No gracias, es demasiado tarde, debes estar cansado y ya te entretuve demasiado. Puedo irme solo – se intentó poner de pie, pero se lo impedí tomando sus hombros
- En verdad que estás loco – suspire – Y sé que serás muy terco para que te lleve. Puedes quedarte, si quieres
- ¿Dejaras a un extraño quedarse en tu casa? – levanto la ceja – Es bastante confiado, Akabane-san
- Llámame Karma. Cuando escucho: “Akabane-san” tan seguido, siento que hablaran de mi padre – solté ya un poco irritado de escuchar mi apellido dicho con tanto respeto – Además, se cuidarme solo. Tampoco es como si pudiera echar a una “chica” herida la calle
- Creo que le quedado MUY claro que soy hombre, Karma-san – dijo molesto
- Pues las apariencias dicen lo contrario – me puse de pie y fui hacia mi habitación. Cuando volví, puse en su regazo una camisa y un pantalón de pijama- Quizás te queden largos, pero no tengo ropa tan pequeña – me burle
El miro la ropa en sus piernas algo molesto por lo que dije, pero luego suspiro resignado
- Gracias – me mostró por primera vez desde que lo conozco, una sonrisa sincera, la cual no pude evitar ignorar – Por todo, supongo
- Me lo podrías pagar respondiendo algunas dudas- sonreí
- Tampoco estoy tan agradecido – se puso de pie con algo de dificultad
Intente ayudarlo, pero él se negó antes de que se lo ofreciera, arrastrando la pierna, lo acompañe hasta la habitación de invitados.
- Buenas noches - me dijo desde el marco de la puerta
- Buenas noches, Nagisa-
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World of Lies (KarmaxNagisa) [Yaoi/Bl]
Fiksi Penggemar"Hace años, después de una guerra, una ciudad en Inglaterra fue arrasada completamente " - Puedo saber al mirarte, que ocultas mas de un secreto - dijo el pelirrojo viendola fijamente - ¿Y tu no? - no lo miro - El mundo esta hecho de mentiras...