Capítulo I.

1.2K 82 67
                                    


Please don't see just a boy caught up in dreams and fantasies.
Please see me reaching out for someone I can't see.

Caminé por la escuela con la confianza de quien conoce el lugar como a la palma de su mano, pero eso no era verdad, no del todo. Era mi primer día en la universidad, y además del croquis mal pintado con marcador indeleble en mi mano izquierda, no tenía idea alguna de a dónde dirigirme. Las únicas veces que había venido a la escuela fueron cuando hice los trámites de inscripción, y ni siquiera en ese entonces se me ocurrió ir a vagabundear por el complejo universitario para cerciorarme de que mi facultad era la que el croquis marcaba, pero no lo hice. Ese día sólo salí de ahí y comí un sándwich de pollo con champiñones antes de tomar un taxi para regresar a casa. Así que ahí estaba, medio perdido, medio confundido, pero sin detenerme. 

–¿Disculpa? –pregunté al primer tipo confundido con el que me topé– ¿Sabes dónde está la facultad de medicina? No sé si es la que está al fondo o...

–¿Estudias medicina? –me interrumpió él, usando un tono de voz aliviado, yo asentí enérgicamente– Yo también voy para allá, pero no estaba seguro de si era esa que dices tú. El croquis es muy confuso, y no me animé a preguntarle a nadie porque todos tienen caras de malhumorados, ¡y con toda razón la tienen! ¡es lunes, primer día!

Mientras él hablaba, yo sólo asentía en respuesta. Me gustaba en demasía la gente que hablaba mucho porque rellenaban los silencios con anécdotas graciosas. Quieren ser escuchados, y la gente que quiere ser escuchada es la que siempre es más ignorada, por eso yo escucho a todos. Y en especial, este chico cuyo nombre seguía sin saber, parecía amigable, tenía voz de el típico adolescente hogareño que adora a su familia.

–Sí, el primer día es horrible –constaté, empezando a caminar a su par–. ¿Tu primera clase es anatomía también?

–Sí, sí. Esperaba a Tae porque igual él la tomó, pero seguro se quedó dormido. Tae siempre hace eso, creo que jamás conoceré a nadie más desobligado que él.

–A todo esto, ¿cuál es tu nombre? Yo soy Jin –cuestioné, ignorando que me hablara de una persona que no conocía y que no estaba presente en esos instantes–. Podemos esperar a tu amigo un rato más, aún falta bastante para que den el timbre de entrada.

–Me llamo Jungkook, pero dime Kook –dijo amablemente mientras me extendía la mano para saludarme–. Y nah, de verdad no creo que llegue pronto, se levantará a las doce y vendrá hasta la hora de receso, corriendo a reclamarme por no haberle enviado cien mensajes para despertarle.

–Lo bueno es que el primer día no ocurre nada interesante –mencioné yo.

Y en ese tiempo no lo supe, pero me equivoqué. Los primeros días siempre ocurre algo interesante.

Al final, pudimos dar con la facultad en el momento justo que el timbre retumbó por el complejo, aunque, lamentablemente, nos tardamos otros cinco minutos para dar con el aula establecida, la que está a la derecha en el cuarto piso, así que nos quedamos fuera durante la clase de anatomía, pero nos mantuvimos sentados a la espera de que la hora terminara para poder pedir apuntes a nuestros –aún desconocidos– compañeros.

Durante ese lapso, Kook y yo hablamos poco, sólo platicamos acerca de nuestra antigua escuela, de nuestros promedios en el examen de admisión (yo saqué el segundo lugar, él el quinto), y en el cómo él seguía maravillado de que el tal Tae sacara la calificación más alta de toda la generación recientemente admitida, ya que, según él, su amigo era un estúpido sin remedio que apenas logró aprobar para poder graduarse de la preparatoria. Y aunque la envidia me carcomía las entrañas, la verdad es que ya quería conocer al chico que me arrebató el primer sitio en el conteo de promedios.

Lost Stars. || TaeJin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora