Capítulo V.

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 Who are we? Just a speck of dust within the galaxy? Woe is me! if we're not careful turns into reality.

El sábado que Tae salió del hospital le llevamos a comer hamburguesas en Carl's JR para festejar su mejoría. Pero tarde nos enteramos que no podía comer nada sólido hasta que su estómago se recuperara, y él nunca nos dijo cuándo ocurriría eso. Las siguientes tres semanas asistió a clases sin falta, hicimos las prácticas de laboratorio juntos y todo era relativamente normal entre nosotros. De vez en cuando le hacía cumplidos para romper el hielo y supiera que estaba interesado en él, pero el que terminaba sonrojado era yo. Él solo me sonreía con una timidez infantil que empeoraba mi situación.

–Tae, hoy tu piel se ve muy linda, ¿has estado bronceándote con el sol? –le pregunté. –Es como el color de la arena. ¡Me encanta!

Me encantas siempre. ¿No te das cuenta?

–Uh... Algo así, como tengo que esperar a que vengan por mí en la estación del autobús, pues me bronceo con el sol de mediodía. –respondió. –Gracias, Jin.

De algún modo sentí que la había cagado con letras mayúsculas. Mi ansiedad me hace pensar que la cago 99% del tiempo, pero esta vez el sentimiento fue hasta palpable en el aire que me rodeaba. Como dije, últimamente le hacía muchos cumplidos a Tae, y a veces hasta se me olvidaba que había un límite: Hacer cumplidos en torno a sus trabajos, a sus chistes o a su opinión está bien, pero la otra clase de cumplidos, los que alaban cuerpo o cara, esos dan un poco de miedo cuando los recibes de alguien que no es tu pareja. Además había alabado la piel de Tae unas quince veces en lo que iba de la semana, no me extrañaba su reacción de ahora.

–Yo... Quería invitarte a salir. –me apresuré a pedir, sintiendo la presión de ser ignorado por la única persona que quería me pusiera atención. –Digo, tengo un telescopio y habrá una lluvia de estrellas dentro de tres noches, y creí que te interesaría venir a verla conmigo. Y luego te quedas a dormir en mi casa, y... Y eso.

–¿Por qué no se lo pides a NamJoon? A él le encantan esas cosas. –pronunció mientras guardaba sus pertenencias en el locker.

–Pero yo no quiero estar con NamJoon ese día. Quiero estar contigo.

Quiero estar contigo siempre. ¿No te das cuenta?

Tae sonrió con autosuficiencia, como esos niños engreídos que presumen sus juguetes nuevos con los demás. Se contoneó por el pasillo dejándome atrás, y justo antes de dar vuelta se giró y gritó a los cuatro vientos "acepto tener una cita contigo, Kim SeokJin".

–¡Nos vemos luego entonces, Taetae! –grité en su dirección, pero él ya había desaparecido.

Quiero verte ya. ¿No te das cuenta?

–"Nos vemos luego entonces, Taetae" –me imitó alguien a mis espaldas. Era JungKook, haciendo voz nasal para carcajearse en mi cara. –Apesta a romance colegial por aquí, debí traer mi insecticida para eliminar la asquerosidad del ambiente. –bromeó, tapándose la nariz mientras que con la otra mano pretendía rociar un insecticida imaginario.

Reí por ello.

Y con una buena risa matutina fue que empezó la tortura china de tres días; esperar al sábado por la noche para tenerle solo para mí. El tiempo pasó tan lento que sentí que el universo se reía de mi enamorado corazón y de mi patetismo emanando por cada poro de mi piel. Fue una espera larga y tortuosa que sólo se me calmaba cuando le recordaba que teníamos una cita. Ay de mí, ay de mí, ay de mí.

Y el sábado, oh bendito sábado, cuando se dignó a aparecer en mi calendario casi grité de emoción. Limpié a fondo la azotea, la barrí y restregué de cabo a rabo sin dejar ni una partícula de suciedad en ésta. Hice tantas cosas... Hice tanto por Tae que hasta me da risa.

Lost Stars. || TaeJin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora