Era su cumpleaños y lo único que quería era llegar a casa para poder abrazar por largo tiempo a sus dos ángeles, después de una ronda nocturna por las calles de la ciudad.
Durante el inicio de la mañana ya había recibido bastantes mensajes de todos sus amigos y conocidos, eso incluía a sus suegros y cuñados pero, de su esposo no había tenido señales aún.
Supuso que planeaba algo por su día, eso sólo lo hizo apresurarse aún más para llegar a su hogar pero, cuando por fin lo había hecho grande fue su sorpresa al encontrar a Nanase en lugar de su pareja, aquello sin duda no era un regalo.
-Felicidades. - deseo el pelinegro sin expresión.
-Gracias. - no le quedaba de otra que ser educado. Planeaba cuestionarle su visita cuando su pequeño de dos años y medio apareció corriendo hacia él.
-Paaá. - le chillo emocionado el bebé mientras le mostraba sus puños llenos de confeti, que enseguida agitó dejándolo caer de sus manitas sobre su papá.
-Gracias bebé. - beso la mejilla del regordete castañito que rió contento de haber logrado su objetivo.
-Kyou, vamos con Rin.
-¡To Lin! - estiró los bracitos hacia el pelinegro más bajo, Sousuke fruncio el ceño aún sin soltar a su hijo.
-Makoto esta en la ducha, no se sintió bien hoy. - Sousuke miro hacia su habitación, dudo pero al final dejó a su pequeño en brazos de Haruka. -Lo traigo en un rato.
¡Y más le valía! Él podía cuidar a sus dos amores por muy cansado que estuviera.
-Hm, cuidalo bien. - menciono sin más.
-Tú igual. - respondió Haruka, refiriéndose claramente a Makoto, mientras tomaba las cosas de su sobrino.
-Dio paaá. - se despidió el bebé de él.
Apenas se marcharon, se dirigió al baño en su habitación. Tocó pues sabía que su esposo no le gustaba que lo viera enfermo.
-Mako. - No obtuvo respuesta y eso sólo lo desespero. -Makoto, ¿estás bien? - giro la manija ya sin perder tiempo, no fuera que su esposo se hubiera desmayado.
-¿Sou? - asomó el rostro su esposo entre las cortinas de baño. -Por fin llegaste cumpleañero.
-Mako, ¿estas bien? - el castaño lo miro extrañado por lo que le preguntaba. -Nanase dijo... ¡Se llevó a mi hijo!
La risa de Makoto lo hizo mirarlo ceñudo. -Creo que Haru sólo quería que estemos un rato a solas, termino rápido para que comamos juntos.
Su esposo cerró de nuevo la cortinilla. Maldijo internamente por deberle a ese un favor pero, se preocuparía luego de ello.
Ahora tenía que desvestirse lo más rápido que podía para entrar a la ducha junto a su amado.
-¡Sou! - se sorprendió el de mirada esmeralda al sentir a su esposo detrás suyo.
Sintió su tacto en su torso y el cómo iba descendiendo hasta acariciar con cariño la cicatriz que le quedó con el nacimiento de su hijo.
Las manos del pelinegro se deslizaban aún más fácil por la espuma, tanteaban las caderas con deleite para luego estrujar los glúteos de su pareja con hambre.
-¿Que te parece si me das mi regalo de cumpleaños?
El gemido que soltó el castaño al sentir como el miembro de su esposo se frotaba en su entrada fue el permiso para que Sousuke celebrara un año más de vida con una sonrisa.
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-Al final si aprecias a Sousuke. - hablo un burlón Rin mientras apretujaba a su sobrino en un abrazo.
-Kyou quiere un hermanito. - fue la única respuesta de Haruka hizo una mueca ante la risa del pelirrojo y del bebé que imitó a su tío sin entender el porqué..
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Es la primera vez que escribo algo para el cumple de Sou, y fallé al no terminarlo a tiempo. u.u xD
En fin... ¡Espero les guste! :3