La Reina Del Desastre

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Sentí una fuerte opresión en el pecho que me hizo jadear, intente abrir mis ojos pero estaban tan pesados que sentía que eran en vano mis esfuerzos de abrirlos, apenas logre hacerlo, note que la penumbra me rodeaba.

Volví a sentir esa presión en el pecho y deje salir de mi boca un alarido de dolor. Pase saliva lentamente y note que estaba sola, haciendo un esfuerzo conseguí ponerme de pie, un mareo me invadió y me hizo tambalearme de la plataforma donde estaba.

Apreté los puños ignorando mi malestar y mire a mi alrededor, estaba flotando en medio de la nada en lo que parecía otra dimensión, mire mis manos y estaban manchadas de sangre, mi ropa blanca estaba desecha y lucia igual, con manchas del líquido rojo.

Mordisqueó mi labio tratando de calmarme recordando la razón de que mi ropa y cuerpo estén en ese estado, siento mis manos llenarse de sudor y el llanto resbalar quemando mis mejillas, parece que estoy en medio de una pesadilla.

Mis rodillas se doblan y caigo al suelo lamentandome,  rezo despacio para despertar de este sueño, pero muy dentro de mi se que nada de eso sucederá, el dolor continuo en mi pecho a causa de la katana que me encajaron es prueba de que todo es verdad, entonces recordé como había pasado todo....

-Himari- exclamó Samiya extendiendo su mano toda ensangrentada hacia mi -No son quienes aparentan ser- murmuró con una mueca desesperada cerrando los ojos despidiéndose del mundo para siempre.

Esa noche siempre quedo grabada en mi mente como un tatuaje, recuerdo haber bajado de mi habitación en busca de un vaso con agua, era el tipo de niña que se despertaba en la madrugada con mucha sed.

Escuche ruidos en la plaza principal de nuestra casa, habría jurado que era uno de nuestros guardias Shinobi pero no había ninguno en ninguna parte, parecía que el palacio se había convertido en un desierto. Camine lentamente viendo como los truenos y la lluvia envolvían todo, casi salgo corriendo de no ser por que tenia la garganta seca.

Camine en busca de alguien que me llevara el vaso con agua esperado y encontré más que eso...

Mi hermana mayor Samiya estaba en el patio bajo la lluvia acostada, iba a salir corriendo hacia ella hasta que contemple mejor la escena.

Tenía una espada en la espalda, y la lluvia a su alrededor parecía una cascada roja de la sangre que su cuerpo estaba derramando, mire la escena atónita y casi por instinto llegue hasta ella.
Temblorosa por la fría lluvia que me cubría y por el miedo que sentía me atreví a girar su cuerpo.

Exclamó sus últimas palabras y cerró los ojos abandonando este frío y cruel mundo.

Toque su rostro helado y acaricie su cabello rogando que despertará, lágrimas inundaron mi rostro al no obtener respuesta de ella, apreté su suave mano contra mi pecho y la mire atónita ¿Por qué?

Escuche murmullos a mi alrededor pero no escuchaba lo que decían, varios ninjas aparecieron a mi alrededor después de un rato, yo permanecía en el mismo sitio ahí con Samiya en mi regazo siendo bañada con la lluvia.

Sentí que alguien me tomaba por atrás y no opuse resistencia, las fuerzas habían desaparecido de mi cuerpo inexplicablemente, mi mano se separó de la de Samiya para siempre y me encontré ahora sujetando la de mi padre, estaba frente a mi rodeando mi rostro con sus manos, mirándome sumamente preocupado preguntando mil cosas.

No respondí a ninguna de ellas, solo estaba en blanco sujetando sus manos, aun podía ver en mi mente a Samiya sonriendome diciendo que todo estaría bien, incluso en la mañana me había pedido que yo le arreglará el cabello.

La Reina del Desastre (Sasuke Uchiha) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora