shut up and groove.

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Los pasillos de aquel hotel representaban con descaro la pesadilla de cualquier amante del terror, su oscuridad abrumadora, junto a los intrigantes ruidos que otorgaba aquella noche invernal solo lograban crear el perfecto escenario de una película slasher de los años 80.

Todos dormían, todo permanecía en silencio, como si quisieran que la naturalidad de la noche se acentuase.

Kwon Hyuk era la excepción, estaba despierto a pesar de estar consciente de las altas horas en las que se encontraba. En medio de tanta sobriedad esta su figura frente a una pequeña mesa, típica de un hotel. Sus lentes se empañaban con el frió y su aliento se fusionaba con el humo de su cigarrillo debido a la temperatura. Este miraba fijamente hacia abajo, con la tenue luz de lampara barata sobre la mesa y un pequeño diario entre sus manos, tomaba nota de todo lo que había hecho durante el día, en forma de memo, para no olvidar nunca sus "hazañas".

Dejó salir algo del humo de su cigarillo, lo volvió a poner en su boca y siguió escribiendo.

"Sus gritos agónicos eran reconfortantes" escribía mientras se exaltaba con el simple hecho de recordar el suceso, tal vez jamas encuentre una vez mas a una joven de tan exorbitantes cualidades, cuya piel merezca pasar por debajo del filo de su cuchillo.

Mas humo salía de su boca.

"Repentinamente saqué mi cuchillo y..." Estaba apunto de llegar al clímax de su composición hasta que algo, o alguien, lo detuvo. Tocaban la puerta. Kwon se puso de pie, con una navaja en mano. El chirrido de la silla de madera. Sus descalzos pies hacían contacto con el frígido piso de mármol del hotel.

Se había levantado y se dirigía a la puerta, con lentitud y a paso sobrio.

Al llegar a esta no pudo evitarse la molestia de mirar por le ventanilla de la puerta y divisar del otro lado de esta una contradiccion.

Una contradiccion ante todo lo que habia pensado hasta el momento.

Tal vez si habia alguien cuya piel sea digna de rozar con el plateado filo de Kwon Hyuk, y ese alguien se encontraba tras ese gran pedazo de madera que separaba la habitación de los pasillos.

Pelo castaño ligeramente claro, piel blanca, la cual se veia tibia a pesar del frio, estatura promedio y ojos color miel, los cuales solo pudo contemplar brevemente, ya
que la chica estaba inpaciente y movia su cabeza de un lado a otro cual pendulo.

En ese breve tiempo Kwon Hyuk ya conocia la mayoria de rasgos fisicos de quien, tal vez, sea su próxima victima. Pero una vez mas, la chica lo sacó violentamente de la nube de sus pensamientos.

La mano del pelinegro apretó con fuerza el mango de su cuchillo.

- ¿Crees que tengo toda la noche? -.

Su voz esa suave, cálida, pero a la vez ruda por momentos.

- Lo siento. -. Respondió Kwon Hyuk. - Pero creo que es un poco tarde -.

Hubo silencio por unos segundos.

Silencio que se vio interrumpido por varios violentos y sucesivos golpes a la puerta, seguidos de gritos femeninos repletos de cólera.

-¡Idiota, abre la puerta! ¡En esa habitacion hay algo que necesito!-.

Kwon Hyuk se exaltó por un segundo, para luego dibujar en su rostro un gesto de confusión debido a las palabras de la chica, el joven podria asegurar que esa habitación era de lo mas común y corriente.

- ¡Calmese! ¡Se equivoca de habitación! -· Responde una vez mas Kwon Hyuk.

Tal parecía que su presa era un hueso duro de roer.

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⏰ Última actualización: Apr 06, 2017 ⏰

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