Capítulo 1: Viernes 13, el comienzo de todo

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Todo comenzó una tarde calurosa el Viernes 13 de Mayo, eran más o menos las 4:30 p.m y estaba muy aburrido, no había nada en la Tv ni en las redes sociales y no tenía nada por hacer, quería hacer algo pero no sabía que. Un rato después llegó a mi casa una compañera y me invitó a ver un partido de voleibol en el colegio que comenzaba a las 5:00 p.m; estaba tan aburrido que sin pensarlo acepté.

A eso de las 4:50 llegamos al colegio, los jugadores se estaban alistando, ya habían llegado algunas personas; mi compañera y yo nos sentamos en las graderías y esperamos a que comenzará el partido. Después de un momento inició el partido, los primeros minutos estuvieron muy interesante, luego se tornó muy aburrido. Estaba cansado de estar sentado, me dolía el trasero y me dieron ganas de ir al baño, así que me dirigí allí.

Justo antes de entrar a la sala de los baños sentí un frío horrible que recorrió todo mi cuerpo, me eche la bendición y entré. Al entrar presioné el botón del bombillo de luz, pero este no encendía, lo presioné 3 veces más y no encendía. Sentía que algo malo iba a pasar así que decidí salir, al salir e bombillo se encendió y me asuste, pero aún así me di la vuelta y entre a la sala de los baños.

Entre al baño personal y oriné, en ese momento escuche un golpe fuerte en la puerta del baño personal de la esquina derecha (contrario al que yo estaba que era el de la izquierda), me espanté mucho y de una vez voltee a mirar que fue lo que pasó.

Al acercarme al baño personal de la derecha me encontré con una gran sorpresa; habían 2 manos marcadas en la puerta, tenían un color traslúcido gris y era reluciente, sentía mucho miedo pero más curiosidad así que las toque, se sentían diferentes al material de la puerta; me asuste mucho y traté de calmarme.

Me dirigí al lavamanos, me lavé las manos y me eche agua en la cara, intenté calmarme y quise creer que sólo era mi mente que me jugaba una broma; al terminar de lavarme la cara oí un susurro terrorífico que decía mientras reía de una forma tenebrosa: - "Volveré por ti", en ese momento vi que una sombra se movía rápidamente y en un abrir y cerrar de ojos desapareció; me precipité y aterroricé tanto que salí corriendo de la sala de baño directamente hacia mi casa.

Al llegar allá, bebí un vaso de agua y me calme un poco; creí que me había vuelto loco así que decidí tomar una ducha para tranquilizarme. Cuando fui a buscar las chanclas me encontré con otra sorpresa; encontré una mancha de sangre en una chancla, me asuste tanto, no sabía que estaba pasando, no sabía si era solo una pesadilla o si me estaba volviendo loco; en ese intenté oí otro susurro que decía con voz tenebrosa: - "Te dije que volviera por ti, ya llegará tú turno y tú sangre será que la esté regada por todos lados".

Me dispuse a orar, me encomendé mucho a Dios y luego tomé la ducha para olvidar todo. Terminé de ducharme, cepille mi dientes y oriné, en se instante oí que mi mamá me llamaba, le pregunté: - "¿Para que me llamas?". Ella respondió: - "No te he llamado". Se me hizo raro pero no le presté mucha atención a eso; un rato después oí que mi mamá me llamaba de nuevo, le pregunté: -"¿Que necesitas?". Ella de nuevo respondió: - "No te he llamado". En ese instante me asuste y oí de nuevo que me llamaban pero esta vez no era la voz de mi mamá, era una voz sombría y gruesa que a carcajadas tenebrosas decía: - "He venido por ti, LLEGÓ TU HORA". Me asuste tanto que grité y vi que una sombra se acercaba, no sabía que hacer.

Desperté en el hospital y estaba muy confundido, no sabía si en realidad me había pasado eso, que había pasado con aquella sombra, que pasó después de que se me acercó; No tenía memoria de nada. Mis padres me dijieron que había convulsionado y había estado en coma por 3 días desde el día del partido, me dijieron que gracias a Dios estoy vivo en este momento porque según los doctores no sobreviviría a esta situación. Me calme y creí que todo había sido una simple pesadilla, pero cuando mis padres fueron a recoger unos medicamentos se me presentó una sombra y me dijo: - "Dios te salvo esta vez, pero la próxima no tendrás tanta suerte, me presentaré en muchas ocasiones y esperaré el momento preciso para matarte, dulces sueños querido". En ese momento me di cuenta de que esto no había terminado y tendría que estar listo para encontrar con cosas peores, me acosté a dormir pensando que me pasaría el día siguiente.

Mi oscuro pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora