un comienzo confortable

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Tal vez no lo creas, pero eh vivido siglos incluso desde la creación del hombre llegué aquí, está tierra insignificante llena de mortales insignificantes, me han llamado con varios nombres Cimeries en África, Damballa en Europa, por los mares Dagon y los entre los Aztecas Mictian pero en realidad me llamo Mormo ¿suena raro no? pero ese fue mi primer nombre inventado por los griegos y creo que me gusta es fácil de pronunciar supongo ja...

En mi vida me han descrito como un Dios, Demonio, bestia etc... Pero mientras más pasaban mas los siglos mi reputación desaparecía, llego hasta tal punto que me tomaron como uno de ellos un simple mortal asi que empeze a vivir su cultura sus artes, sus tradiciones, sus emociones excepto dos que no entendia su significado era el miedo y el amor dos emociones muy débiles y yo no sabía porque los mortales las usaban en fin, pero en ellos encontre un arte con el cual yo podía satisfacer mis lucros se usaba desde que tenia memoria el tatuar.

Así que empeze una vida libre de caos y destrucción llena de mucho entusiasmo y algo que me daba asco "alegria", corría los años 90 cuando levanté un pequeño local en la zona rica de la ciudad, tener varios años de antigüedad te da muchos ahorros, pero ahora necesitaba un nombre para mi y para el local, decididi llamarme Chris ¿un buen nombre no? Y al local lo llamé "El tatuaje del desprecio" suena bonito para mi.

Mi pequeña industria después de unos años tuvo mucho éxito llegaban personas de todo tipo hasta conocí a un famoso pobre de el murió una semana después igual que todos, mis tatuajes no eran mediocres era una vida plasmada en la piel, mis manos un lienso y mis víctimas mis retratos, así viví durante mucho tiempo con esa sensación de satisfacción que tanto me daba asco pero me conformaba, un día tatuaba un puberto stupido y otro un motociclista rudo, pero recuerdo ese día fue un 26 de marzo de hecho mi cumpleaños 57301 años para ser exactos pero me daba igual esa fecha, era ya de noche y llovisnaba me quedé mirando la televisión del local con una profunda mirada a punto de desplomarme en la silla de tatuajes para dormir, cuando de pronto se oyó la campana del establecimiento, entró una chica de mediana estatura, cabello castaño una sonrisa que simplemente me daba molestia y sus ojos que mostraban una mañana calidad pero al mismo tiempo los atardeceres que miraba en el infierno llenos de un rojo marrón vivo exitante y repulsivo a la vez...

Continuara. Si te gustó puedes manifestarlo, está lectura seguira el siguiente Domingo si tiene buenas opiniones gracias por tu tiempo, si tienes ideas no dudes en decírmelas en mi face Gallet Tello gracias otra vez y que tengas buena tarde :)

El tatuaje del desprecioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora