Cuidando de la Chica Delivery.

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Narro Yo.

Ya era casi hora de la salida, las clases habían sido normales, nada fuera de lo común, en especial para Matteo, ya había pasado una semana desde su resfriado, y aunque veía a su cuidadora algo decaída, siempre logro sacarle una sonrisa, excepto ese día, no la encontraba en ningún lado y le preocupaba haberle contagiado su resfriado, si así es, le preocupa, pero luego de tantas cosas ocurridas en su casa es lo mas lógico, ¿no? Después de todo, si esta enferma es culpa suya y de nadie mas.

El timbre anunció el final de la clase, cuando un estornudo llamo la atención del chico mas fresa del colegio, veía del salón de "su enfermera" y no le daba nada de gracia la idea de que estuviera resfriada.

—¡Achu!

—Parece que es mi turno.

Narra Matteo.

Me acerque a ella al verla estornudar, no se ve muy bien que digamos, su nariz esta rosada al igual que sus mejillas, mas que enferma se ve tierna, esta recostada en su asiento y me mira con una leve sonrisa, que parece mas bien una pequeña mueca.

—No es tu turno de nada chico fresa, estoy bien...

—Si claro, tan bien como yo hace una semana

Me le acerque, y puse mi mano en su mejilla, su temperatura era alta, debe sentirse muy mal.

—¿Como es que llegaste a la escuela así?

—Tino me trajo...

—Pero tus padres—Me interrumpió.

—Están de viaje, la señora Sharon me esta cuidando

Narra Luna

Apenas lograba mantener mis ojos abiertos, todo sonaba lejano, excepto el chico mas oportuno del mundo que viene cuando me siento y me veo de lo peor.

—Matteo debo irme, tengo trabajo

—Creo que ya perdiste el único tornillo que te quedaba, ¿en serio piensas ir al roller en ese estado?

—Esta semana he faltado dos veces debido a la escuela, Támara no me perdona ni una mas.

Me levante con esfuerzo, salí y me puse mis patines, Matteo no dejaba de seguirme, que molesto.

—Te dije que estoy bien

—Yo dije lo mismo hace una semana

—Tu no querías preocuparme

—No veo la diferencia

Suspire resignada, no tengo cabeza para pelear con el chico fresa, tengo que llegar al trabajo, trabajar, ir a casa y tratar de no morir en el intento...¡pan comí...do....!

Con fuerza de voluntad (y el acompañamiento de Matteo) llegue al Roller, Támara estaba bastante apurada así que solo me saludo de lejos, para mi suerte no notó nada extraño.

—¿Ya ves? Estoy excelente

—No te lo crees ni tu, luna no puedes hacer esto

Últimamente me llama mucho por mi nombre, creo que algo entre nosotros cambio el otro día, pero no se que...después de todo, no me pidió que fuéramos pareja o algo así.

—Si puedo—Dije patinando a la pista.

Narra Matteo.

¡Dios! ¿por qué sera tan obstinada?, ¿no ve que es peligroso? Aunque...creo que esa determinación es la que me gusta de ella, ¡aunque ese no es el punto!...¿verdad? Genial ya me volví a enredar, mejor solo m voy a sentar y vigilo que no se caiga patinando con tanta fiebre.

Cuidando Del Chico Fresa Y La Chica Delivery (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora