El camino del colegio a la mansión era corto y por eso me era más cómodo ir y venir a pie. Además habían muchos parques alrededor y ahora que estábamos en primavera la vista era asombrosa.
Me quedé viendo el paisaje por la ventana del auto. Quería llegar a la mansión para poder descansar, pero eso significaría separarme de Yesung...
¿Por qué incluso su nombre me parecía tan lindo?
Giré mi rostro hacia él y me sorprendió verlo con su celular riendo de quién sabe qué. Mentiría si dijera que no me incomodó. Hace unos minutos toda su atención era para mí y ahora para ese maldito aparato.
Eché mi cabeza hacia el asiento para poder ver lo que lo que lo entretenía en su celular. Me tuve que estirar un poco para ver mejor y pude ver la pantalla llena de letras. Me pareció que eran mensajes.
-¿Quieres que te muestre que es lo que hago?
Mierda
Bajé mis manos y mi rostro. Ya había perdido la cuenta de la cantidad de veces que me había sentido avergonzado en la última hora.
Lo escuché reírse. Y cerré los ojos fuertemente. Sentía como mi corazón latía muy deprisa y como todo mi rostro se calentaba cada vez más.
- Eres tan tierno ... - una mano se posó en mi cabeza y revolvió mi cabello. Por alguna extraña razón, me tranquilizó por completo. Yesung tenía un gran poder sobre mi. Ese era un hecho.
-Ya llegamos señorito - odié escuchar al gorila decir que habíamos llegado. Tal vez esa sería la última vez que vería a Yesung y pensar en ello me hizo entristecer.
Yesung bajó del auto sin decir nada. Suspiré. Queria volver a verlo. Quería conocerlo más. Quería que me conociera...
Yesung abrió la puerta para mí y sostuvo mis muslos para cargarme. Una parte de mí quería que lo hiciera pero la que no quería fue más fuerte y me hice a un lado para que no pudiera levantarme. Frunció el ceño. Incluso así se veía hermoso.
- Y-yo puedo hacerlo - las palabras salieron de mis labios sin mucha fuerza pero lo suficiente audible para Yesung. O al menos eso asumí cuando se hizo a un lado luego de asentir.
Esta vez no me vería como un tonto.
Me deslicé suavemente aguantando el dolor y puse mis pies en el suelo mientras me sujeté del asiento para poder salir del auto. Al intentar hacerlo sentí un dolor en la parte inferior del muslo pero no podía rendirme.
Me pareció eterno, pero aguantando el dolor pude ponerme de pie. Caminé unos cuantos metros sin mucha dificultad. Me aplaudi mentalmente. Solo necesitaba unas horas de descanso y me recuperaría.
Giré para poder verlo. Tenía una sonrisa de satisfacción en el rostro. ¿Acaso estaba feliz de que hubiera podido hacerlo?
- Estoy seguro que estarás mejor mañana - se acercó a mi y comenzó a revolver mi cabello otra vez.
- Ye-Yesu... - no pude terminar de hablar porque un sonido nos interrumpió. Era su celular. Una canción que había escuchado pero no recordaba el nombre.
-¿Aló? - sin saber quién era la persona que lo hubiera llamado ya la odiaba - Te dije que demoraria... - seguramente era la persona con la que había estado mensajeandose en el auto.
Mire hacia el jardín de la mansión. Estaba enojado y frustrado. Enojado porque quería toda la atención de Yesung para mí y muy frustrado porque no era nadie para pedirle eso.
- Ok . Adiós - cortó y guardó su celular. Me miró directamente a los ojos y sentí que el tiempo se detuvo. Mis piernas temblaron y él se acercó a mí. Tenerlo tan cerca me hizo estremecer.
- Me tengo que ir pequeño. ¿Estarás bien verdad? - su mano por enésima vez me acariciaba los cabellos. No podía responder. Tampoco pude asentir.
- Ye-Yesu - el maldito celular sonó de nuevo y él se alejó de mí para caminar con dirección a su auto.
No sé cómo hice para correr detrás de él. Pero cuando ya estaba detras suyo lo tomé del brazo para que girara hacia mí. El me miró totalmente sorprendido.
¿ Por qué lo había detenido?
Mentiría si dijiera que no lo sabía, porqué lo sabía, claro que lo sabía. Quería que me dijiera como podíamos contactar. Algo, lo que sea para que no sea la última vez que lo viera.
Pero ni siquiera podía abrir los labios. Él me miraba confundido y yo lo estaba aún más. Me decía a mi mismo que debía reaccionar pero no podía. ¡No podía!
- ¿Qué pasa pequeño? - " No sé " gritaba internamente. Lo miré a los ojos. Tenía que decírselo.
- Quiero ... Creo ... Yo ... solo quiero contactar ... contigo - sabía que estaba sonrojado y tal vez él creería que era un tonto, pero no me importaba nada. Sólo quería ser capaz de verlo de nuevo.
- Te puedo dar mi número pero para eso ... debes soltarme - me sonrojé más, si eso era posible y lo solté rápidamente.
Él solo asintió y sacó su celular me preguntó por mi número de celular. Se lo di y el me llamó para que yo tuviera el suyo. Saqué mi celular del bolsillo de la mochila, que suerte que siempre estuviera ahí porque sino estaría todo destrozado.
Luego de guardar su número en mi celular levanté mi cabeza para verlo.
- Cuidate pequeño Kyuhyun - se giró y yo sólo pude quedarme de pie mientras veía como subía al auto. Me quedé parado hasta ver al auto partir y incluso hasta segundos después de no poder verlo.
Entonces comencé a caminar y sentí pequeños dolores por todo el muslos. Lentamente realicé mi corto recorrido hasta la puerta principal. Suspiré.
Luego de la puerta principal tenía que caminar por un largo camino que atravesaba el inmenso jardín. Una razón más para odiar ese lugar.
Justo cuando me dispuse a tocar el interruptor, el sonido inconfundible de un auto me hizo girar. Lo reconocí inmediatamente. El auto de mi abuelo abuelo.
/* T T No pude publicarlo antes ... Con suerte en estos días público el siguiente . *\
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Fate [Yehyun]
FanfictionNunca he necesitado de nadie para solucionar mis problemas pero antes, tener a mis padres me hacia sentir más confiado. El simple hecho de tenerlos cerca me hacia sentir que podía conseguir lo que me propusiera. Ahora lo dudaba ... Sin ellos mi vida...