Capitulo. 1

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 Justo al lado del parque donde siempre voy durante la hora del almuerzo de mi trabajo parcial, hay un rascacielos, un condominio que sobre sale de entre todo. Me pregunto que clase de gente vive ahí.

Para mi, un apartamento de una sola habitación es todo lo que puedo pagar..

Pensé decepcionado, llevando un bocado, de mi propio bento casero, a la boca. Mi vida no podría ser menos productiva.

Mis padres al interesarse de mi sexualidad a mis 17 años me habían echado de casa como cualquier perro callejero sin siquiera dejarme sacar mis pertenencias. Y yo sin ningún otro familiar o amigo con quien contar tuve que arreglármelas por mi mismo para poder sobre vivir, por suerte había podido conseguir un trabajo de medio tiempo en una tienda de conveniencia, y con el dinero que ganaba, alquilar un pequeño apartamento en el cual venia viviendo desde hace año y medio.

¡Ahh!.-Levante mi mirada confuso al escuchar ese pequeño sonido, y hacerlo vaya sorpresa me he llevando. Un pequeño niño de no mas de 3 años estaba situado frente a mi, con su pequeña boca abierta.

-Eh...-Murmure incomodo, mire a ambos lados esperando topar con la mamá o el papá del niño, mas grande no había nadie mas en el parque, aparte de nosotros dos.-¿Q-que es lo que quieres, pequeño?.-Comento confuso, al ver que este seguía mirándolo insistentemente con su boca aun abierta.

-Ahh.-Volvió a soltar, esta vez señalando en interior de su boca. Ahí fue cuando entendí que lo que pequeño niño lo que quería era el pequeño trozo de comida que sostenía entre mis palillos en ese momento.

-Ah ¿Esto?...toma.-Sin hacerlo esperar, lleve el bocado a su boca, y no pude evitar que una sonrisa de ternura se dibujara en mis labios al verlo como saboreaba la comida como si esta se tratara del mejor manjar.

Este al terminar de comer, volvió a abrir su boca con entusiasmo esperando por otro bocado. Unas suave risa broto de mis labios por esa acción y esta vez tome un pequeño pedazo de carne entre mis palillos y volví a darle de comer.

Esta esa escena me recuerda mucho a la de una mamá pájaro alimentando a sus bebés...

Recordé con gracia, el libro de animales que había leído el día anterior.

-Eres muy lindo ¿De donde vienes?.-Pregunto con cariño.

-¡Yoogeun!.-Se acerco un hombre corriendo hacia donde nos encontrábamos ambos.-¡Con que estabas aquí! No deberías desaparecer así tan de repente.-Regaño el recién llegado, apresurándose en llegar a nuestro lado.

Woah. Es un tipo extremadamente atractivo.

No pude evitar recorrer con mi vista sus masculinas expresiones, piel morena, alto, y con musculatura.

Justo mi tipo.

Pensé mordiendo mi labio, ante la visión de ese hombre frente a mi. Justo como los hombres que aparecen en los anuncios de cigarrillos extranjeros...

Así que en verdad existe gente así..

-¡Appa!.-Exclamo el pequeño a mi lado. Espera..¿¡Appa!?

-Lo siento. Mi hijo estaba molestándote.-Se disculpo el apuesto hombre, tomando el brazo del pequeño.-Ven, debemos irnos.-Comento hacia el menor.

-¡Noo! ¡Quiero mas!.-Grito sorprendiéndonos a ambos, el niño tomo de la manga de mi camisa mirándome con sus ojos llenos de lagrimas.-¡Mas!.-Susurro con voz rota. Yo no pude hacer mas que mirar al contrario con sorpresa, esperando a que este comentase algo, mas lo único que hizo fue rascarse su nuca con nerviosismo, brindándome un pequeña sonrisa.

¡Gracias por la comida! (2min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora