Triste/hermosa realidad.

Primera Mirada

Yo sola sé que no llegó a ningún lugar lejos, así que he decidido buscar algún novio que me lleve por buen camino. Así que pues hoy fue el 165 día donde buscaría a alguien con buen corazón que me quisiera por lo que soy, entre al salón de clases y así el profesor dijo que entraría un chico nuevo. Al oír eso el salón todas las chicas empezar a murmurar de quién se lo ganaría primero, al inicio me sentí muy mal y eso me desanimo un poco pero al momento que entro se me paro el corazón, mi mirada se levanto, sentí como mi estómago se hacía chico de la emoción, era el en ese entonces el chico perfecto que cambiaría mi vida para siempre. Su pelo era medio castaño, su sonrisa ni contarte te podía levantar los ánimos de tan solo ver esa perfecta sonrisa ganándole al sol, no era cualquier chico sino era Alfredo Guzmán, el niño más guapo de todo mi colegio.
Solamente habían 2 lugares en la clase, uno atrás de mí y el otro alado derecho de mi banca. Me emocioné mucho al saber que su única opción era a lado de mi y así fue se sentó al lado, decidí empezar hablando un poco leve pero gracias a los nervios fui un poco tímida así que me corte a la mitad y él hizo el acto más hermoso que un hombre me pudo haber hecho a pesar de toda mi triste y miserable vida, decidió taparme la boca y prometerme que no tendría que asustarme al estar con el de lo que dijiera. Y así siguió la clase al igual que mi corazón decidió latir una vez más.
Al sonar el timbre me entristecí porque sabía que no lo podría ver gracias a que mi madre me había pedido que le ayudara a lavar la ropa. Así salí de la escuela corriendo para no llegar tarde y que me pudiera castigar pero en ese momento cruce la calle por andar pensando en lo que me podría hacer pero así vi como el coche iba apuntó de atropellarme cuando... Vi como Alfredo decidió quedarse a ver solamente, mientras que sentí como un millar de
Estrellas se rieron de mí sin parar mientras que lloraba en el piso sangrando por mis brazos y piernas pero en algo tuve suerte y era que el coche apenas iba avanzando así que apenas tuve unos dedos rotos y mi muñeca del lado izquierdo. Seguí llorando y nadie quería ayudarme, solamente lo veía a el, lo veía profundamente a los ojos y por un momento me asuste, tenía miedo pero eso era lo que quería que viera realmente era felicidad pero me di cuenta muy tarde...