Oigo gritos, estoy adormilada así que poco a poco me voy incorporando. Estoy en mi cama. El ruido proviene de la ventana, parece que ahora también avientan rocas a mi ventana así que me encamino hacia ella, me asomo y dejaron de lanzar piedras.
Lentamente comienzo a abrir mi ventana y escucho un grito- ¡Corre antes de que llegue, aléjate, ve lejos! ¡Él pronto estará aquí!- grita el sujeto, porque al parecer era uno solo, el que me había despertado .
Como sea una broma bajare a matarlo, ¿¡Cómo se atreve a despertarme?!
¿Antes de que llegue quién?- pregunto al sujeto que había estado lanzando piedras a mi ventana, era de tez blanca, demasiado blanca, podría decir que brillaba en la noche (tal vez lo hacía, ¿Yo que voy a saber?, realmente irradiaba luz), ojos grises, facciones agraciadas... Venga, que era guapísimo, no muy alto, no más de 1.68 tal vez; iba vestido con una polo gris y unos jeans ajustados negros de las manos colagaban un par de navajas rojizas.
Una voz dentro de mi cabeza reza:
¿Cómo que quién? Demonios, realmente olvidaste todo Martha.
No sé que me aterra más, una voz dentro de mi cabeza o el hecho de que esa voz, masculina y grave, sepa mi nombre. Lo he decidido, ambas me aterran por igual, ¿Me estaba volviendo loca tal vez?
La voz volvió a hablar No estás volviéndote loca, tranquila, charlemos, ¿Te parece?
Grité, lo juro, maldita sea, ¡Grité! De pronto el sujeto del tez blanca ahogó un grito y empezó a brotarle a chorros una sustancia roja, era un rojo oscuro, pero la luz de la Luna lo hacía brillar, de pronto un brillo metálico apareció por su cuello y lo rajó de lado a lado.
Vomité, ¡No soporto la sangre! Me causa repulsión, miedo, el verla me hace sentir vulnerable. Me limpié la boca con la manga de mi pijama de cuadros (mi favorito mierda...), y asomé de nuevo a la ventana pero con un teléfono en la mano llamando a Emergencias "No es posible realizar la llamada", reza la contestadora con esa voz robótica que me enloquece- Estoy muerta, más que muerta- pienso mientras contemplo la escena, al parecer el cuello aun sigue colgando por un par de arterias, detrás del chico blanco logro distinguir vagamente una figura humana vestida de negro, trae una gabardina negra, creo. Levanta la vista, me ve, sonrié al ver que me estoy aguantando las ganas de vomitar de nuevo, sostiene la cabeza y... ¡Dios mío! ¡Arrancó la puta cabeza! Oh, y eso no es todo, el cabrón la lanzó contra mi ventana que al estar abierta entró sin problemas la cabeza del chico, tenía los ojos fuera de órbita y sin vida.
¡Mamá! ¡Papá! ¡Ayuda!- grité desde mi cuarto, pero no tenía sentido cuando me aterro la voz se me corta y es apenas audible así que pareció más un susurro, me sentí tan débil, vulnerable...
El sujeto de la gabardina soltó el cadaver, por lo menos ya no me aventará más nada, levantó la cara de nuevo y su boca se iluminó con una luz verde esmeralda, demasiado brillante, estaba diciendo algo porque distinguia la disrorsión del haz de ¿luz?
Se dibujó un círculo pequeño al alrededor del tipo- ¡A la ventana!- gritó y saltó, aterrizó en mi ventana, sorprendentemente saltó 8 metros... Se acercó a mí- Basta de esperar, prepara tus cosas y dile a tu madre que regresarás a Loten, Kobra- dijo el sujeto de gabardina, ya de cerca aprecié una cicatriz en su cuello, era una larga como si hubieran tratado de rajarle el cuello.- Espera un momento, ¡¿Qué diablos eres tú? ¿Qué fue ese brillo de antes? ¿Por qué ma-mataste al chico? Y por último, ¿Qué demonios es "Loten"?!- Exploté en dudas y preguntas. ¿¡Cómo puede entrar tan tranquilo a mi casa, matar a alguien, arrojar su cabeza por mi ventana, y, por si fuera poco, darme órdenes?!
Contestaré todo eso mañana, relatale a tu madre todo esto, si no, te seguiré visitando preciosa-dijo y desapareció en un torbellino en llamas.
¡Martha! Despierta ya hija, es tarde- Mi madre, espera ¿Mi madre? Pero... ¡El chico! Me levanto de golpe de la cama- Mamá alguien murió- le digo buscando la cabeza del chico blanco, no veía una gota de sangre- Espera, es de día. Y el otro sujeto... Mamá no entiendo nada-. Me desmayé.
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La vida que olvidé.
FantasíaMartha, una chica común de 16 años sueña que un sujeto quien era parte de un gremio de asesinos al que pertenecía (de lo cual ella no recuerda nada) le dice que debe a preguntarle a su mamá sobre su niñez, hasta ese momento, Martha no había notado q...