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Narra Christina:

Llegue al vestuario y me quite los guantes con una rabia que no podía controlar. ¿Ahora todo el mundo va a recordarme que perdí como una imbesil? Me quede mirándome al espejo y vi todas las marcas en mi rostro. No podía verme así. Con el puño cerrado y todavía con las vendas en los nudillos hice pedazos el vidrio de aquel espejo, dejando solo un pedazo en el.

-¡Christina! -Dijo mi hermano cuando entro

-Voltee- 

-¿Que hiciste?

Mire mis manos y no pude mas. Caí de rodillas sobre los vidrios rotos y comencé a llorar. Kevin me abrazo por la espalda y me consolaba. No podía soportar esto de tener que ser la que siempre pierde y nunca puede avanzar. No se que hago mal. Soy buena en lo que hago. Mis padres estarían tan decepcionados de tener una hija tan infeliz como yo.

-Tranquila

-Soy un desastre -Dije llorando- 

-Mirame

-Lo mire-

-Quiero que duches, te cambies y salgas un rato con Tatiana y Jessica. Ellas me dijeron que quieren verte, pasas el dia entrenando

-Paso el dia entrenando y no puedo lograr nada

-No todo en la vida es ganar, Christina -Dijo- Ahora si no me haces caso, no pisaras el gimnasio en toda la semana. Hablo en serio -Deposito un beso en mi frente- Te quiero hermana y quiero que seas feliz 

-Asintió-

-Ahora ve. Te preparo las cosas

Cuando me termine de duchar llame a mis dos amigas, Tatiana y Jessica y les dije que las pasaría a buscar en el auto de mi hermano. Obviamente aceptaron, así fui a casa a cambiarme

Narra Gaston:

Hoy es el cumpleaños de uno de los chicos de mi barrio. El me dijo que fuera con Gonzalo que después íbamos a ir a divertirnos algún boliche de la ciudad. No me gustan muchos los boliches, me parecen aburridos, mucho ruido y descontrol. No soy de esa hinchada, la verdad pero como era el cumpleaños de Fernando, decidí que me bancaria esta noche. 

Me duche y Gonzalo me paso a buscar. Me puse unos jeans negros, zapatillas blancas y una camisa azul clarita que me quedaba muy bien debo decir. Comimos algo en la casa de Fernando, luego comenzaron a tomar, obviamente Gonzalo no tomo nada por que tenia que conducir y luego nos fuimos a un boliche que se llama Docena a las 2 de la mañana. La verdad que era un noche muy linda para salir y quedar con amigos. Quizás no me arrepienta de haber venido hoy

-¡A divertirnos! -Grito Gonzalo entrando al boliche 

Cuando entre, el grupo que es amigo de Fernando, El, Gonzalo y yo nos acercamos a la barra para comprar algo. No me gusta mucho el alcohol pero, obligado por Gonzalo y todos, probé un poco del vodka con jugo que compro Gonzalo. Sentía un ardor en el interior que creí que iba a morir. Obviamente fue lo único que tome, no podía mas del dolor en la panza. 

Entre baile y baile, sin querer choque con una chica que estaba detrás mio. Voltee lentamente y le pedí disculpas, ella levanto la vista suavemente y cuando se encontró con la mía no podía creer que ella estuviera ahí, detrás mio, mirándome así. Pero su mirada cambio a la misma de siempre, amargada, malvada, pesada y negativa. 

-¿Me recuerdas? -Le dije

-¿Que hace un muchacho de tu altura en un lugar así? -Dijo Christina- 

-Tengo derecho a salir 

-Riendo- ¿Y mama no te dijo nada? 

Sus amigas rieron también

-No necesito pedirle permiso a mi mama

-¿No? Ah no, espera, seguramente te hizo alguna autorización por escrito -Dijo riendo- Piérdete niño -Dijo y se fue con sus amigas

¡¿Por que me habla así?! No le hice nada. Solo quería establecer una conversación amable y ella se hace la mala y difícil. Seguramente por que esta con sus amigas. Bufe y volví a mi grupo 

En un Ring de Melodias TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora