El Cielo de Egipto

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Tierra de Gozen, ultima noche del cautiverio hebreo en Egipto.

Dos caminantes atraviesan las dunas del desierto, acercandose a la tierra de Gozen, en Egipto, totalmente cubiertos por sus largos ropajes y turbantes en la cabeza, cubriendo sus rostros debido al fuerte viento, ademas de utilizar sus bastones para evitar caerse entre las dunas y llegar a su destino.

Luego de una caminata algo estropeada, suben a la duna mas alta y al fin llegan a su destino cuando la noche esta cayendo en aquel lugar, Rameses, donde los hebreos viven en cautiverio. Las luces de las fogatas empiezan a ser encendidas en la ciudad, cuando la jornada esta por acabar alli.

Hemos llegado segun lo planeado, sin levantar sospechas, esperemos que todos obedezcan la orden, por que cuando el llegue a la ciudad no perdonara a nadie que no este protegido por las marcas. Dijo uno.

Sigamos caminando, somos dos tranquilos viajeros que llegan a esta ciudad buscando un lugar adonde dormir. Contesto el otro y toco su hombre increpandole a seguir caminando.

Ya era tarde en la noche cuando lograron llegar a la entrada de la ciudad, podian ver a los guardias egipcios que guardaban la entrada, los mismos al verlos corrieron con sus lanzas para preguntar a los extranjeros recien llegados.

Entonces un gran viento llego al lugar de la puerta y tumbo a los guardias, los cuales cayeron de bruces y muy asustados, los dos viajeros voltearon la vista y miraron al cielo estrellado de aquel lugar y se notaba en sus ojos que lo habian visto, pero siguieron caminando como si nada, no sin antes ayudar a los soldados a levantarse y hablarles en su idioma local, los mismos agradecieron lo sucedido y los dejaron entrar sin mayor problema.

Uuna vez dentro caminaron por las calles del barrio egipcio, en medio de algunas personas que aun deambulaban por la mismas, expresaron su sorpresa al ver algunas casas egipcias pintadas con sangre de carnero en sus puertas, la miraron una a una y el mas alto se dirijio al otro aun sin quitarse los tocados en sus rostros.

Te lo dije, muchos han creido, muchos se salvaran, eso me alegra.

Si pero no todos, habra un gran llanto en esta ciudad muy pronto, ya esta alli, esperando la hora para caer sobre este lugar. Contesto.

Cuando el aparece, nosotros aun temblamos al verlo, su mirada es terrible. Replico.

Siguieron caminando hasta llegar al barrio de los escalvos hebreos, todas las casas estaban pintadas con sangre en sus puertas, y nadie caminaba por alli, solo algunos perros callejeros que aun estaban despiertos y ladraron al ver a los caminantes pasar por alli.

Todo esta listo, es nuestro turno de actuar, sabemos que van a intervenir, vamos Misael, se acabo el disfraz. Y se arranco sus ropajes de beduinos, mostrando ropajes de guerra blancos con algunas mallas de metal en su pecho y piernas. Largos cabellos rubios se podian notar y un juvenil rostro en su faz.

Esta noche cambiara la historia de este pueblo. Contesto el otro e hizo lo mismo, mostrando los mismos ropajes. pero sus cabellos eran negros, y un rostro diferente, pero igual de gran hermosura. Uziel, preparate para defender la posicion.

Miles de sombras empezaron a moverse por el lugar acercandose a los dos viajeron que empezaron a brillar como el sol.

Asi aparecieron todas esas sombras arriba de las casas, con sus mantas negras y capuchas cubriendo sus rostros, era cientos y parecian estar furiosos al ver a los extranjeros.

Esta ciudad es nuestra, grito el mas fuerte, no hay nada que digan que logre echarnos de aqui, ustedes pueden irse sin pelear...

Hagan silencio, grito Misael, les hacemos una advertencia, el Devorador de Almas esta en camino, no mirara si somos de la luz o la oscuridad,los hebreos se iran de aqui despues de esta noche, asi que sera mejor que abandonen la ciudad por esta noche, ni siquiera nosotros estaremos aqui cuando el llegue, esta orden viene del mismo Padre del Cielo.

La Guardia del PesebreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora