CAPÍTULO 7.- Contraste

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Despierto, reconozco la habitación es la misma de siempre, volteo hacia la derecha, exactamente así reloj son las 11:48 a.m. No veo a la enfermera por más que la buscó, ella es mi única amiga aquí dentro, a excepción de mi hermana pero estoy más con la primera.
Quiero encender televisor me es imposible porque no encuentro el control.

-Ya me harté!... ENFERMERA!!- grite para todo el hospital, no fue un grito susto o peligro, fue más bien de necesidad.

-Que ocurre?- pregunta la enfermera con un poco de agitación

-Quiero ver la tele- dije haciendo pucheros y en tono chiquion.

-Aee, pobe ñiño- dice la enfermera con dulzura -la encenderé-

-Si!!!-

La enfermera se acercó a la camilla levanto la almohada y así está el control.
Antes que la encienda la detengo con mi mano buena, la tomo brazo y la beso en la mejilla para después darle un fuerte y caluroso abrazo.

-Gracias- digo entre sollozos.

-Porque?-

-Por todo y por nada. Por haberme apoyado, por tenerme paciencia, por cuidar de mi, por haber estado al pendiente de mi. Y por nada porque nada me hizo falta, porque nada estuvo mal. Por eso y por mucho más GRACIAS- las últimas palabras salen a penas y se distinguen con dificultad que estoy echo un mar lágrimas.

-Aee ternurita, también te agradezco porque volviste mi vida más alegre, ya nada es negro todo tiene color, gracias por todo. - dejó de hablar porque le ganaron las lágrimas, se tranquilizó para soltar sólo unas líneas -Supongo que me dices esto porque te enteraste- dijo limpiándose las lágrimas.

-De que?- pregunté intrigado.

-Pues que te dan alta en tres horas- dice con un ligero toque alegría pero después rompió en llanto.

-QUE??-digo con un toque de emoción.

-Si, ya te vas- continua llorando.

Sentí felicidad pro también tristeza.

-Que bueno- dije, mi cara expresaba dos sentimientos, que se notaban fácilmente. Estaba alegre porque al fin saldría pero también triste porque dejaría de ver a única amiga después del accidente.

-Si lo se, regresarás a casa.- continua su llanto, intenta mostrarse alegre, aunque sigue llorando.

-No fingas- dije limpiándome las lágrimas.

-Bueno, tengo que ir con otro paciente. Lo siento terminar nuestro momento tierno.- dijo soltando una ligera carcajada entre sollozos.

-No te preocupes-

Esas fueron las últimas palabras que yo creía que cruzariamos, después de eso solo salio de la habitación sin volar atrás.
Me quede acostado en la cama pensando... ¿a donde iré? ¿con quien iré? ¿estará mi padre ahí?
-No eso no!- digo en voz alta, tan sólo pensar eso me altera demasiado.

Han pasado las tres horas, ya son las 4:00 p.m. y nadie a vendido a sacarme, ya me quiero ir.

-Hola... Ya listo?- era la enfermera, ya se mira un poco mejor.

-Pues si- digo indiferente, pero siento un nudo en la garganta.

-Vamos-

-Si vamos- digo echándole último vistazo a la habitación.

De camino a la recepción para pasar por mi alta, empiezan a pasar cosas por mi mente.
Quien lo diría, desde el accidente mi vida ha sido muy confusa, y en estos últimos días un contraste, primero mi hermana (suceso alegre), luego mi padre (suceso desagradable) y ahorita mi alta y que saldré de aquí, pero también está la enfermera. Ya casi llegamos a la recepción y mi alegría aumenta, hasta que...




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Nota del autor
Bueno quiero pedirles disculpas por no haber actualizado pero es que me Han estado pasando demasiadas cosas entre ellas un cambio de ciudad y pues me tuve que alejar de mi mejor amiga...
Quiero decirles que ahora sí, si veo respuestas (buenas obvio) de parte de los lectores empezaré a actualizar más seguido, ya que al fin cuento con internet... También quiero decirles que el prólogo y el título son sólo provinciaonales no son los oficiales

De todo corazón gracias

El Sufrimiento De MatíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora