insolente

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El sonido me despertó Mamá, hacia su aparición en la puerta intentado despertarme para ir a la escuela.
Sentí vergüenza como vería a Cooper ahora que sabe que mi padre es un hombre decadente.

Abrí la puerta...

- Ya desperté- disgustada.
Regrese a la cama seguida por mamá quien ya tenía el uniforme listo.
- ¿Por que lo soportas?- hice un comentario indiferente.
Mamá no respondió a la pregunta.
- no quiero irme con el, Llévame a la escuela, el ya no existe para mi- cogiendo el uniforme.
Al terminar Mamá se acercó lo suficiente a mi hasta acomodarme el cuello de la blusa.
- Debes entender ayer tu padre estaba furioso por lo que pasó- alejándose hasta la puerta.
- Eso le da el derecho!- exclame mirándola con rencor por alguna extraña razón no podía olvidar el suceso.

Frente al espejo mirando el reflejo que producía repetía: "¿ Ahora que hago? continuo o simplemente lo ignoro", " es injusto toda la investigación esos tontos peritos se darán el crédito con lo que he hecho arriesgando mi propia vida". Escuché los gritos que mamá producía desde la planta baja. Llege al comedor sin mirar aquel hombre terrible sin existencia válida al menos que sea dinero.

- Tendrás la mitad de tu mesada por un mes - acentuó el mientras comía.
No respondí nada no hice caso omiso durante todo el desayuno, era obvio el me llevaría a clases, sería el viaje más largo de toda mi vida.

Llegamos al Instituto no hice ni el menor ruido posible durante el viaje. sentí un gran alivio al salir del coche como si hubiera respirado después de estar mucho tiempo bajo el agua, camine paso a paso hasta llegar al aula. Tomé asiento y me recoste durante toda la clase, Cooper hizo su aparición eminente en la tercera hora. Fue un martirio estando tan cerca, seguramente el me habia hechado de cabeza con los policías.

Al sonar la campana salí hacia las escaleras sin detenerme pensando un millon de cosas, en eso pude apreciar en el comedor a Dam sentado en la última mesa sólo sin ser notado como si fuera un fantasma, sentía flaquear pero no daría marcha atrás, "¿estaría mal acercarse?".
No lo pensé mucho corrí hasta su asiento, justo frente a una víctima, una oportunidad de oro, aun no había decidido seguir pero por si las dudas necesitaba afrontarlo.

- Podemos ir a otro sitio - curiosa pregunté; realmente se veía muy mal tenía un millón de golpes en la cara.
Extrañamente el siguió mis pasos hasta las escaleras, acelere el paso no quería ser vista por ese patán.
Cogí la mano de Dam y los arrastre hasta el quinto escalón. Lo mire con determinación cara a cara, clave en el mis ojos como rayos lasers, quería llegar a una verdad.

- Tienes que decirme donde esta Robt y Steven!- enfurecida, lo atemorice.

the secretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora