Era un día bastante frio y lluvioso. En la estación de trenes de Ciudad Satán un joven de cabello alborotado se encontraba parado al lado de una banqueta, vestido con un abrigo largo para protegerse del frio y paraguas en mano para protegerse de la lluvia mientras pensaba: al menos estos días espero alejarme de tanto problema.
El silbato del tren anunciando su llegada lo saco de sus pensamientos, entonces cerro su paraguas, camino lo más rápido que pudo hacia el tren, entrego su boleto y subió abordo.
El joven iba caminando distraído mientras ubicaba algún asiento desocupado, cuando al fin encontró dos contiguos, en el momento en que el joven intento sentarse sintió que alguien se apego a su cuerpo con el mismo objetivo. ¡Disculpe!, escucho girando su rostro para ver a la dueña de tan dulce voz y la imagen que encontró lo dejo impactado, frente suyo una bella jovencita de piel blanca cual porcelana, cabellos y ojos azabaches como la noche, largas pestañas negras, nariz fina y perfilada, labios rosados y delgados pero a la vez carnosos, vestida con un largo abrigo al igual que él le hablaba avergonzada.
No discúlpame a mí, no me di cuenta de tu presencia, dijo el joven de cabello alborotado nervioso saliendo del ensueño que le provoco la imagen de la bella jovencita.
Pueden sentarse necesitamos pasar, pronunciaba una regordeta mujer, haciendo que ambos jóvenes mirasen el par de asientos disponibles abochornados.
¿Cuál prefieres?, agregó el joven de cabello alborotado, mirando a la pelinegra.
Ventana, dijo la pelinegra.
El joven se hizo a un lado rápidamente para que la bella jovencita pasara y luego el sentó junto a ella para ya no congestionar más el camino.
¡Gracias¡ escucharon ambos sonriendo simultáneamente.
La pelinegra miro a la ventana, mientras el joven de cabello alborotado sacaba una revista de su pequeña maleta que tenía en el piso sin dejar de mirar por momentos a la bella jovencita que para evitar ponerse nerviosa por la presencia del joven no dejaba de mirar el paisaje.
¿A dónde vas?, pregunto el joven de cabello alborotado con amabilidad.
A la Capital Oeste, dijo la pelinegra sin dejar de mirar la ventana.
¡Qué casualidad! yo también voy para allá, será un viaje muy largo sería bueno platicar un poco para no aburrirnos, ¿o prefieres que te preste mi revista?, añadió el joven sonriendo dulcemente.
La pelinegra giro su rostro para responderle pero quedó hechizada ante la bella sonrisa del atractivo jovencito, luego de algunos segundos dijo: ¿Y para qué vas allá?.
A descansar un poco de la rutina, respondió el apuesto joven, haciendo una breve pausa para añadir, mientras extendía su mano: Permite presentarme, mi nombre es Gokú Son.
Milk Ox, contestó la bella jovencita tomando su mano.
¿Y tú a qué vas?, dijo Gokú para tratar de averiguar más de la bella jovencita.
A lo mismo que tu, respondió la pelinegra sonriendo.
¿Qué edad tienes?, acotó el joven de cabello alborotado mirando a la bella jovencita.
18 años, ¿Y tú?, dijo la bella pelinegra.
19 años, respondió Gokú mirándola profundamente a los ojos, haciendo que la jovencita se ruborizara al sentir su mirada sobre ella.
¿Esa revista es de deportes?, dijo la bella jovencita para hacer que el joven deje ponerla nerviosa.
¡Eh¡ si, contestó Gokú saliendo de su ensueño.
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PRUEBA DE AMOR
Storie d'amoreEl más puro amor será puesto a prueba debido a una disputa del pasado, dos familias, un secreto que traerá consecuencias futuras, la obsesión enfermiza de un hombre que no le importara nada con tal de quedarse con la persona que el considera suya a...