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Hyung, nunca lo había visto tan molesto.
Pateó y rompió todo lo que estaba en su camino.
Mientras. Noona, haciendo caso omiso a tus ojos en llamas y las venas que sobresalían por sobre tu cuello, bebía té negro, con el Señor Ónix en sus piernas, observando la noche de Seul en la terraza de nuestro departamento.

Ella disfrutaba de su té. Usted maldecía.
El el Sr.Ónix -bueno-, él solo era un gato.

réquiem efímero🥀myg;;jjk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora