El campamento de verano (Gay)

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Empecé a notar presión en mis pantalones cuando vi como el chico que estaba ante mí se mordía el labio mientras se agarraba su notable erección con la mano derecha por encima de esos boxers negros que le quedaban tan ajustados y tan bien. Sin pensármelo dos veces me lancé sobre él haciendo que nos cayéramos a la cama que estaba detrás. Sin pedirle permiso metí mi mano en el interior de sus calzoncillos y saque su miembro para empezar a masturbarlo mientras callaba sus gemidos a besos. De un movimiento rápido me quitó los pantalones y los calzoncillos tirándolos al suelo. Me puse rojo al sentirme así delante de él, pero toda la vergüenza se esfumó y se convirtió en puro placer cuando sentí como le daba besos y lamia mi pene.
Derrepente sentí como me zarandeaban y gritaban mi nombre.

-¡¡ERIC!! ¡Despierta dormilón que ya hemos llegado!- todo había sido un sueño, un magnífico sueño que había tenido mientras dormía en el autobús de camino al campamento de verano.

-Ya voy ya voy un segundoo-dije con voz adormilada mientras apartaba al monitor para que dejase de zarandearme.

Al salir del autobús pude observar cuán bonito era el lugar donde iba a pasar las próximas dos semanas. En frente había una cabaña muy grande que era el comedor y el salón de reuniones. A derecha e izquierda había casetas de madera, que allí es donde dormiríamos. Todo esto estaba como en círculo rodeando la zona central donde había una fogata y algunos bancos. El campamento estaba en medio de un bosque y pese a la frondosidad se podía ver a lo lejos el lago.

-¡Chicos acercarse que vamos a repartir las cabañas!- Todos nos acercamos corriendo hasta donde estaba uno de nuestros monitores con una libreta en la mano.

Mientras que iba asignando las cabañas me di cuenta de que eran de cuatro personas cada una, no estaba prestando mucha atención la verdad, solo la suficiente como para escuchar mi nombre.

- La cabaña 16 es para... Leo, Anthony, Eric y Nico, en la puerta de la cabaña tenéis la llave, podéis iros ya y deshacer vuestros macutos.

Eché un vistazo hasta encontrar la cabaña con el número 16, vi a tres chicos dirigirse para allá y supuse que esos serían mis compañeros. Corrí un poco hasta alcanzarlos para poder presentarme e ir conociendo a alguien, ya que no conocía a nadie. Alcancé al que iba más atrás, un chico alto, moreno y con el pelo castaño.

-Hola me llamo Eric - dije rápido, poniéndome en su camino y tendiéndole la mano a modo de saludo.

-Nadie te ha preguntado así que hazme el favor de quitarte de mi camino.

Me hice a un lado y lo deje pasar. Que mala gente, yo venía con mi sonrisa y con todas las intenciones de ser buena persona y me viene de malas. Antes de girarme y seguir caminando noto una mano en mi hombro.

- Déjalo es un gilipollas, que por qué le ha dejado la novia se cree que tiene derecho a amargarle la existencia a los demás. Por cierto yo me llamo Anthony, el amargado ese se llama Leo y el peliazul de ahí delante es Nico, él es buena gente. Por cierto tu cómo te llamas? -dijo con una amplia sonrisa.

- E... E... Eric- Jodeer si es que es normal que me ponga nervioso a tan poca distancia que estaba después de haberme dado la vuelta y haberme topado con semejante dios del olimpo. Anthony era alto, no tanto como Leo, pero si más que yo, aunque eso no es muy difícil ya que yo mido 1,65. Si es que está buenísimo el tío, se nota que ha pasado mucho tiempo en el GYM, porque esos pedazos de brazos y lo poco que puedo ver por su ajustada camiseta de su abdomen bien marcado no salen ni solos ni del día a la mañana.Tiene el pelo castaño cobrizo con reflejos rubios, con unos ojos grisespreciosos y una sonrisa de oreja a oreja que enamora.

- Tranquilo hombre que no muerdo- dijo y soltó una pequeña carcajada- venga vamos que nos hemos quedado aquí parados y tenemos que elegir cama- después de decir esto pasa su brazo por detrás de mi cuello y empezamos a andar de esa forma cogidos como si fuéramos amigos de toda la vida.