Capitulo 17.

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Chloe y Drake conversaban amablemente en la mesa posterior a Harry. Chocaron sus copas una vez más, ahora sí se podía decir que era una verdadera noche. Donde se olvidaría de todo, junto a él.

-No pensé que la hija del presidente tuviera que pasar por todo esto…

-Es peor de lo que te imaginas, es tan fatigador estar con ese…- señaló hasta atrás, a Harry le jodió que lo hiciera, que hablara sobre él, con otro hombre. – todo el tiempo, y que no me permita hacer nada.

-Olvídalo. – negó él. - yo…- prosiguió. – yo vivo fuera de Kaapa, pero vine aquí por que escuché que era el lugar más seguro en todo el maldito mundo, así que…- Chloe le sonrió.- lo digo, y …pienso que estarías más segura conmigo. En mi casa.

Chloe abrió los ojos, tomando de su trago. 

-¿Tú crees?

-Por supuesto. 

-Vale, ¿y te crees que podrías defenderme de todos esos? – dijo burlándose, recordando una imagen de Harry, rescatándola. Era inmejorable, invencible, perfecto. 

-Lo haría, muñeca. Siempre y cuando tú me des la recompensa… - Drake se rió, ella también, de mala gana, incomoda, pero lo hizo. - ¿eso te gustaría?

-¿El qué? – le preguntó desconcentrada.

-Darme lo que estoy pidiendo…- acercó su silla a tropezones con la de Chloe. Quedando muy juntos, al tope, ella separó su cuerpo, pero cuando quiso moverlo, Drake había posicionado sus manos tras su espalda. – O tal vez ahora mismo…- murmuró. Chloe se negó, incomoda, esta vez ya no lo estaba disfrutando tanto como quería. Drake bajó sus manos, embellecido por las curvas de esa preciosa mujer con la que se había topado, le tocó el culo, un insaciable segundo. Chloe estaba a punto de voltearle el rostro con una bofetada, cuando de pronto sintió los pasos acelerados de alguien tras su espalda, cuando pudo voltear solo logró observar como Harry se abalanzaba hasta Drake, tirándole unos buenos golpes en donde más le dolían. 

-¡No la toques cabrón! – le gritó, dándole otro de esos buenos izquierdones. Chloe se cubrió el rostro, joder, Harry.

-¡ Harry, no! – gritó ella. Se acercó, no podía reconocerlo, estaba enérgico, impotente.

-¿Vas a dejar que este hijo de puta se propase contigo? – le preguntó, apunto de golpearlo una vez más. 

-¿Quién mierda eres tú? – logró preguntar Drake, herido, con la boca hecha mares de sangre, y un par de moretones jóvenes. 

-¡ Harry, déjalo por el amor de Dios! – gritó ella. Se sentía morir.

Para luego, dejarlo hacer. Chloe corrió hasta al baño de mujeres, cabreada, como nunca en su vida, Harry le había cagado la noche, y ni siquiera entendía por qué. Se encerró en un baño, sentándose en el inodoro, con ganas de morir. Harry entró, buscándola en cada una de las cápsulas. 

- Te has portado como un imbécil. - murmuró ella, al escuchar y reconocer sus pasos, Harry se detuvo, miró por debajo, observando sus tacones de punta fina, era ella. 

- Ábreme ahora mismo.

- No, lárgate, lárgate a tu maldito ejército, y no vuelvas nunca. No te necesito. 

- Me necesitas, Chloe. Si yo no hubiera estado ahí, ese cabrón se hubiera pasado contigo.

- ¿Y eso a ti qué? , no es tu trabajo cagarme la noche, cagarme…- se lo pensó un poco, sin embargo sabría qué era lo que más le dolería. - cagarme la vida. - sollozó. Harry plantó sus manos sobre la puerta, con la cabeza inclinada hacia abajo, esperando a que abriera. Golpeó dos veces más, haciendo un ruido exagerado. - no sabes cuánto deseo que todo esto acabe ya. - susurró ella. 

- No sabes cuánto deseo lo mismo. - murmuró él. Le dolía decirlo, le dolía aún más decírselo a Chloe, cuando en verdad era todo lo contrario. Pero ella no parecía callarse. Sin embargo, sollozaba con fuerza dentro del baño, mordiéndose la lengua, tratando que Harry no le escuchara llorar. 

- ¡Entonces vete! - gritó Chloe. - ¡te lo estoy ordenando! , lárgate, déjame en paz…

- No lo voy a hacer.

- ¿Por qué no? , hazlo ya, libérate de esta maldita carga en la que me he convertido. 

- No voy a dejarte en este jodido bar de quinta, ¿me entiendes? no quiero, no lo haré. - susurró. - es tú problema si quieres morir, pero mientras estés conmigo no sucederá. - Chloe agudizó el oído. Abrió la puerta del baño en donde se encontraba, traía el maquillaje corrido por las lágrimas que el mismo Harry había dejado caer. Aún así Harry pensó que era la mujer más hermosa que había visto jamás, ahora lo comprobaba, en todas las facetas.

- ¿Por qué lo has golpeado? - le preguntó. 

Y Harry entendió que esa era la verdadera razón de su enfado. 

- Lo siento, no pude controlarme. Ya se le ha pasado, por si quieres volver. - clavó su mirada hasta el suelo. Le jodía increíblemente que ella estuviera así por ese tipejo que no tenía respeto por ella. Le hubiera encantado romperle los malditos huevos en ese entonces, cuando tuvo la oportunidad de golpearlo por manosear a su chica, pero Chloe no se lo permitió. 

- ¿Controlarte? - le preguntó ella, se acomodó el cabello, mojado en las entradas, por las lágrimas.

- No me gusta que otros hombres te toquen…no… no lo soporto, perdóname. - subió la mirada hasta los ojos de Chloe. Apenado. Dios mío, se lo había dicho.

- Tú no eres nada mío, ni mi novio, ni mi nada. - aclaró ella.

- Pero esa no es razón para que ese hijo de puta te tocara de esa manera. 

- No iba a dejar que se propasara, Harry.

- Ni yo. Por eso hice lo que hice. Y si tanto te ha molestado, 

perdóname…ya lo he arreglado. - le rogó.

- No juegues al guardaespaldas y a la hija del presidente, ¿quieres? , y deja de hablarme como si fuera una tía. - le pidió ella. Su relación era más fuerte, pues… nadie conocía una historia como las de ellos dos, donde el guardia conociera tan bien el cuerpo de su guapa misión. Harry se aclaró la garganta. - dime la verdad, ¿qué es lo que te ha jodido?

Harry la miró a los ojos, el sonido entorpecedor de la música se escuchaba ahí adentro, ¿quería la verdad? , se la daría, aunque le costara, no era un hombre que demostrara sentimientos, y mucho menos que los dijera. No era fácil de enamorar, no se enamoraba nunca, y aunque le dolía, le jodía, le irritaba, reconocerlo, al parecer ese sentimiento empezaba a asemejarse a lo que él…sentía en ese momento.

- Eres mía. - farfulló mirándola. - mía…y no soporto que otro hombre te toque, aún después de que yo lo haya hecho.

I'll be your protector || h.s. AU [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora