When You're Gone [MunaSaka}

I'm Still Alive

—Munakata...¿Por qué estás llorando?—

Kyosuke Munakata estaba destrozado, sentía que de un segundo todo se había venido abajo e indudablemente se culpaba de ello. Al escuchar aquella suave voz, débil y apagada salió de golpe de su trance, dirigiendo su vista al rostro de quien en algún momento había sido su amigo,sus ojos levemente abiertos y una sonrisa llena de dolor.

—¡Sakakura!— Exclamó, sintiendo como en un microsegundo su voz se había quebrado y como un impulso natural rodeo con sus brazos al contrario, disculpándose una y otra vez,sintió la mano de Juzo afirmarse en su espalda, correspondiendo la muestra de afecto, entonces cayó, sintiendo el peso de su compañero sobre su cuerpo, se había desmayado. —¡No, Sakakura, despierta!—y exclamó, tomándolo de los hombros y sacudiéndolo levemente, no quería perderle por nada del mundo, era lo único que tenía. Lo recostó en el suelo, poniendo las manos en el pecho ajeno,entrelazando sus propios dedos y comprimiento constantemente,necesitaba que viviera, por primera vez estaba asustado de estar solo. En aquél mundo de desesperación estaba cansado de todo.—¡Juzo, por favor despierta.— Gritó, seguido elevó el mentón del moreno, tapó su nariz y juntó sus labios, dejando todo su aire dentro de Juzo, vió que el contrario se movió, tosiendo de paso.

—Munakata, no gastes tu aire... Sabes que moriré.—Dijo casi como en un susurro el de orbes rosas.— Pero, eso está bi...—

—¡No, no está bien! No quiero perderte, no importa sonar egoísta, pero yo realmente no voy a dejarte ir.— Juzo sonrió,una pequeña y honesta sonrisa que mostraba todos sus sentimientos en ese momento.

Realmente estaba enamorado de Kyosuke Munakata.

Sakakura puso su diestra en la mejilla de su compañero,acariciando levemente con su pulgar el rostro ajeno, seguido arregló el flequillo desordenado que llevaba este. —Eres un desastre ¿Como se supone que la gente vea salir al nuevo presidente de la fundación futuro de esta forma?—

Ambos salieron del edificio, con Munakata ayudando a Sakakura caminar junto con Naegi Makoto, el más alto por momentos volvía a caer debido al dolor, evitando el sangrado solo una venda improvisada en la zona de su abdomen, en aquellos momentos ninguno delos dos vió su cara nuevamente, deseaban salir, ser libres y por sobre todo salvar la vida de Juzo Sakakura.

Pasaron tres meses antes de que Sakakura fuese dado de alta por el servicio medico de fundación futuro, en aquél tiempo fue atendido en la sede central, mientras Munakata intentaba junto con Naegi erradicar la desesperación rehabilitando a los remanantes y a los demás infectados, no podían decir que ningún miembro murió en aquel tiempo, aquel trabajo seguía siendo bastante peligroso y con Sakakura mal la cosa iba peor.

Kyosuke Munakata seguía teniendo una foto de Chisa en su escritorio, la cuál junto con un café matutino podía llegar a ver por horas, en el fondo seguía enamorado de su recuerdo. En aquél tiempo tampoco cuestiono a Sakakura su razón de no decirle que Junko Enoshima era la desesperación, el estrés de su hospitalización era suficiente, incluyéndole aquello la culpa, la desesperación en laque caía por momentos al sentirse impotente por no poder ser de ayuda y la depresión por saber que no solo seguía viendo al mismo Munakata Kyosuke enamorado de Chisa Yukizome, si no, también porque ahora carente de su mano zurda nunca le sería de ayuda. La única cosa que lo mantenía calmado era el hecho de que su compañero lo venía a ver todos los días.

No falta decir que convencerlo de usar una prótesis en su mano fue todo un desafió, si Munakata no hubiese interferido el nunca la hubiese usado, aún así al usarla por primera vez era evidente como constantemente apretaba los dientes intentando calmar su impotencia, ni siquiera le importaba que fuese de última generación y con sus ondas cerebrales actuara como si fuese su verdadera mano, le hacía sentir sumamente inútil, por lo mismo solía esconderla en sus bolsillos o dejaba que su manga cayese sobre ella tapándola.

Fue extraño cuando Munakata intentó reclutarlo nuevamente para ser parte de la Fundación, no sentía que pudiese ser parte de aquello, no era igual a antes, pero al ver el parche sobre el ojo ajeno algo ardió dentro de él, una necesidad de protegerlo y ayudarlo a cumplir su sueño.

Le sorprendió saber que trabajaría con él, en especial cuando le dijeron que sería el vicepresidente no era alguien de oficina, nunca lo había sido y que las misiones de rescate fuesen pocas ayudaban un poco a subir su mermada autoestima,en especial porque la visión de la Nueva Fundación Futuro era distinta, más calmada y lo más importante era que Kyosuke se veía más tranquilo.

Luego de un año fuera de aquél juego infernal Kyosuke Munakata y Juzo Sakakura fueron llamados a una reunión convocada por Naegi y los lideres de las demás divisiones, a diferencia de la reunión ocurrida hace un año esta vez ambos iban bastante preparados, lo que realmente significaba que estaban armados hasta los dientes, no era que no confiaran en Naegi, era que sabían que él era demasiado confiado y podía suceder lo mismo de hace un año.

En aquél periodo de tiempo la relación entre ambos se había fortalecido, haciendo que Sakakura ya no se sintiese dejado de lado y que Kyosuke por fin superara el recuerdo de Chisa.

Mientras caminaban en dirección a la sala de juntas ambos ocasionalmente cruzaban sus miradas, Sakakura a la derecha de Kyosuke siendo su ojo, mientras él era su mano izquierda, habían aprendido a complementarse en aquél año, eran un equipo al que nadie quería enfrentarse.

Cuando llegaron a la sala de juntas todo se veía extrañamente tranquilo, para su sorpresa solo estaban las cabezas de ciertas divisiones, mejor dicho aquellos chicos que habían salido de Pico de la Esperanza la primera vez, al ver la mesa notaron una botella envuelta en papel de regalo y arriba un cartel que decía en letras grandes "Pasen unas buenas vacaciones"

—Espero no les moleste, pero... Todos creemos que están un poco estresados y que deben tomar vacaciones de tiempo indefinido.— Exclamó Naegi, con su mejor sonrisa mientras seguía con su mano puesta en la cintura de Aoi Asahina, quien era ya en aquel entonces su esposa.

—Además les servirá para arreglar la tensión entre ustedes, digo, es obvia toda su tensión s...—

—¡Komaru! Shhh...—Dijo Fukawa, mientras tapaba la boca de su amiga, definitivamente Komaru debía aprender a no decirlas cosas de las que hablaban ambas durante la noche.

—....¿Qué?...— Exclamó Sakakura, tal vez si su piel no fuese tan morena hubiese sido evidente su sonrojo, simplemente el podía sentir la sangre en su rostro y su vergüenza,en especial porque había notado lo que la hermana de Naegi había querido decir, y no lo negaba no era la primera vez que le decían que desde que habían salido de aquél juego de matanza mutua se le notaba mucho más sus sentimientos hacía Munakata, quería morir delo evidente que era. Al girar su rostro para ver al de cabellos grisaceos notó que este lo estaba mirando, con una mínima y honesta sonrisa.

 —A mi me parece una buena idea.— Finalizó Munakata,dejando sin nada más que un "Está bien, acepto" por parte del de cabellos verdosos, quien por dentro se moría de vergüenza sabiendo que todo aquello había sido efectuado adrede...Se vengaría en algún momento... Probablemente.