Dear Friend

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Kyosuke abrió lentamente sus ojos, sentía en sus labios el elixir que aparentaba ser el alcohol en aquellos momentos, su cuerpo levemente entumecido mientras su frente tocaba el frío metal de aquella mesa. Estaba estresado y no era una novedad, desde que el "Chico Esperanza" y los demás líderes de la comitiva habían decidido que debía tomar vacaciones no podía dejar de pensar en que algo podía pasar,   un ataque de los desesperación o inclusive algo peor. Entre las pocas horas de sueño que tenía últimamente su único acompañante era una buena botella de alcohol barato.

Sintió una mano acariciar con cuidado su cabello plateado, seguido de calor, lo habían tapado con algo, despegó la frente de la mesa al sentir que alguien se sentaba al frente suyo. Frente a él y sin su característica chaqueta estaba Juzo, recostando su cabeza entre sus brazos, mirando directamente a los ojos de su amigo.

—Munakata, deberías dejar de tomar tanto, te hará mal.— En su rostro se notaba la preocupación por el contrario, una preocupación atípica de un amigo. Pasó la diestra por la mejilla de Munakata, secando levemente unas lágrimas que caían del ojo ajeno. —¿Yukizome, verdad?— Kyosuke asintió, limpiando con su propia manga las lágrimas caídas y rompiendo de paso parte del corazón del boxeador.

—Es como si nunca pudiese superar su ausencia, duele.— Dijo, mientras su diestra apretaba la camisa en el lugar donde debía estar su corazón, a pesar de que no tomaba por su amor perdido era imposible no recordarla en momentos así; su primer beso, el dulce néctar de sus labios, la suavidad de los mismos, recordaba cada instante con ella, cada momento era maravilloso, en especial el sexo, Chisa era especialmente hermosa cuando se cohibía al ser vista desnuda. Él la amaba, cada parte de ella, cada parte...

—Si... Yo también la extraño.—  Juzo tenía sentimientos encontrados én la chica, la quería y mucho, como si fuese la hermana que nunca había tenido, pero dolía que estuviese enamorada de Munakata, dolía saber que él nunca tendría la misma oportunidad de ella con Kyosuke.

En aquel momento y sin siquiera avisar un chico de ojos rojos, cabellera azabache y un molesto ahoge entro en la habitación. —Naegi Makoto los busca.— Seguido cerró la puerta, desde el cristal de la misma se pudo apreciar que se ocultaba en un armario mientras una preocupada chica le buscaba.

—Cierto, salimos en la noche... ¿Aún te parece una buena idea?— Cuestionó y es que por obvias razones él prefería no pasar tiempo a solas con Munakata, ya de por sí al lado de él se sentía completamente desprotegido, la confianza a pesar de que intentaba no recordar aquél incidente no era la misma de antes, ya no confiaba tanto en él. Por momentos aún dolía la cicatriz que quedó cuando le atravesó con la espada. Además si se sinceraba su corazón terminaría roto en mil pedazos. Él de cabellos plateados asintió, aún creía que debía hacerlo por su compañero.

Al llegar la noche ambos partieron en el helicóptero que Byakuya Togami había declarado como suyo, realmente a nadie le importaba mucho y consideraban más importante que los lideres de fundación futuro tomaran un respiro a la maña del Ex Ultimate Heredero.

Su destino, la isla en la que el proyecto Neo World se llevó a cabo; en esos momentos ya estaba vacía, los muchachos que se encontraron en un momento de su vida ahí ya estaban afuera, viviendo felices vidas normales. Entonces ¿Como no iban a usarlo para otras cosas?¿Como por ejemplo para que sus jefes descansaran?(O como Komaru sugería que se reconciliaran y volvieran como la pareja que todos querían ver)

No tardaron mucho en llegar, mas el silencio luego de la partida del helicóptero había sido sepulcral, por su lado Sakakura nervioso y por parte de su compañero sin ninguna palabra que decir. No hubo mucha interacción entre ambos en el corto viaje a el lugar en el que ambos de alojarían, para su sorpresa (Y por parte de una juguetona Naegi) solo había una cama para ambos, que fuese matrimonial solo sacaba de quicio al boxeador. Munakata solo guardó silencio, no le preocupaba dormir al lado de Juzo, después de todo solo eran amigos a su forma de ver.

Cuando destaparon la botella de Vodka para entrar en calor fue cuando realmente comenzaron a relajarse, hablaban de la vida, de como había sido su pasar los últimos años, cuando se conocieron y cuando realmente comenzaron a ser amigos. Munakata era el que más bebía, tal vez para borrarse, tal vez para olvidar, que Juzo estuviese con vida era lo más doloroso que tenía, ya que era un eterno recuerdo de la mujer con la que soñaba una vida, lastimosamente él lo sabía.

Fue un poco sorpresivo para el moreno cuando su acompañante puso su cabeza en su hombro, a pesar de ser los mejores amigos ya no eran tan cercanos, todo lo que habían sido se había extinto de a poco, aún así a tan corta distancia el corazón de Sakakura comenzaba a latir súbitamente rápido. Cuando el presidente comenzó a hablar un cosquilleo en su espalda fue la respuesta. —Oye.—

—¿Si?— Su voz sonó levemente entrecortada, el nerviosismo lo consumía de formas que no sabía como controlar. Entonces lo siguiente que sintió fueron los labios del contrario sobre los suyos, su corazón por un segundo había jurado que había parado de latir, no sabía como reaccionar, no sabía que hacer, no estaba preparado para esto, pero si sabía algo, Kyosuke Munakata estaba sumamente borracho. —Kyos...—

—Shhh.— Le hizo callar, separando levemente sus labios del contrario, mas no había perdido el contacto, un leve roce de los mismos los unía. No fue muy difícil para Munakata recostar a su acompañante, Juzo por serios momentos se dejo llevar, era un sueño para él, un hermoso sueño que no estaba seguro si quería despertar.

Al sentir la lengua del de cabellos plateados dentro de su cavidad bucal no pudo evitar temblar, mientras más profundizaba el beso más lento le era responder al mismo, el nerviosismo y que fuese el único sobrio no le dejaba pensar, Munakata juntaba sus lenguas como si fuese extremadamente fácil, una sensación extraña pero malditamente excitante para el más alto, las pálidas manos no tardaron en comenzar a tantear bajo aquella molesta polera blanca, cuando la rodilla de Kyosuke se puso contra el miembro de Juzo este no pudo evitar soltar un leve gemido. Estaban solos en aquella isla, podían gritar tan fuerte como quisiesen y nadie los escucharía, nadie se quejaría.

Al separar el beso un leve hilo de saliva unía ambos labios, a pesar del tono de piel de Sakakura se podía notar su sonrojo, estaba comenzando a excitarse y aquello le gustaba al Ex presidente del consejo. Comenzó a lamer suavemente la superficie del cuello del boxeador, cada vez que su lengua pasaba por su "manzana" Juzo gemía y apretaba levemente sus piernas, cuando comenzó a morder el cuello ajeno la erección comenzó a ser más evidente, su respiración mucho más agitada y unas ganas terribles de quitarse la ropa, entonces lo inevitable salió de los labios de Munakata, rompiendo el corazón del vicepresidente actual de la Fundación Futuro y haciendo que rompiese en llanto. Una simple palabra, una puñalada a su frágil corazón....

"Chisa"

When You're Gone [MunaSaka}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora