...y una doncella...

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ADVERTENCIA: este capítulo es para conocer completamente a nuestros personajes. La aventura, el salseo y el romance comenzarán en los próximos capítulos. Igual, les pido que lo lean porque me he esforzado mucho y tiene su comedia :3

Mientras todos se dirijían a sus salones, la directora habló por los altavoces.

---¡bueeeeeenos días a todoos! ¡aquí su directora para recordarles que al final del mes deben tener a su pareja de alianza! Pues eso. ¡tengan un buen día!.--- a todos nos quedó claro que a la directora le faltaban unos tornillos. Pero, nadie más aceptó hacerse cargo de una academia tan grande con miles de alumnos de distintas razas y poderes, donde un pequeño conjuro mal hacho podría tener fatales consecuencias.

---《Vieja demente...》--- pensó Felix mientras se dirijía al salón.

---《si tener 31 años es ser viejo...》--- le respondió Hunter a travéz del pensamiento.

---¿por qué mierda te metes en mi cabeza?--- preguntó Felix volviéndose con algo de brusquedad hacia su amigo, quien no se inmutó.

---¿por qué mierda no la bloqueas?--- respondió el pelinegro con el mismo tono. ---sabes que si no lo haces no puedo evitar leerla. Es como escuchar.--- añadió con tono de obviedad encojiéndose de hombros.

---es cierto, perdona.--- se disculpó cabizbajo, arrepintiéndose enseguida de ser tan impulsivo.

---Ay, Felix, siempre olvidándote de todo.--- rió Nath acercándose a ellos para luego darle un golpe de "amigos" (como solía llamarles) que accidentalmente mandó al pobre castaño a la pared.

Felix soltó una maldicion por lo bajo y se sobó las zonas que recibieron directamente el golpe.

---Bro, perdóname.--- se disculpó Nath aún riendo. Ubicó ambos brazos tras la cabeza y se alejó en dirección al salón. Los otros dos chicos lo siguieron

---capitán, le vas a volver a partir el brazo si sigues golpeándolo así.--- le advirtió Sam lanzando un vistazo crítico al lugar donde se había desarrollado la escena hace unos segundos.

---primero, no me llames capitán.--- Le recordó el dragón visiblemente incómodo; por mucho que le gustara la atención, aquel trato por parte de sus amigos le incomodaba bastante.--- segundo, si acaso, tú o Hunter lo curan y ya está.--- acabó con un gestp quitándole importancia al asunto. Luego siguieron avanzando en silencio.

Cuando por fin llegaron al aula, eran los últimos. Toda la clase estaba sentada en los pupitres ya y el profesor los miraba desde su escritorio con semblante aburrido, esperando a que pasaran y se sentaran.

Todos saludaron con gestos cuando entraron, pero era lógico. Eran bastante conocidos en la escuela. Al igual que Yara, Mailyn y Siereine, las tres mejores estrategas y mejor manejo de armas. Solo que a exepción de las últimas dos nombradas, y pese a su relativamente gran popularidad, Yara, antes de conocer a Valerie y Mirei, no tenía amigos en la academia.

Cuando por fin se acomodaron, con movimientos algo torpes, el profesor habló a la clase.

---Buenos días, clase.--- su tono era verdaderamente deprimente. ---Bienvenidos a su nuevo año escolar en la academia D'Tironelle.--- (que, por si no se sabe, la academia en su momento de construcción y fundación hace muchos años ya, tomó su nombre gracias al gran y profundo bosque que se cernía a su alrededor y que se perdía en el horizonte. Aunque los alumnos y la gente en general se referían a ella simplemente como "la Academia" o, como hacían las aldeas de humanos mortales, "La casa de mounstros". La Academia era uno de los pocos lugares en los que se juntaba a gente de tantas razas en un sólo recinto, por lo que no podían esperarse sólo cosas buenas de esto. La lista de rumores distorsionados sobre desastres, conjuros y maldiciones de la Academia era inmensa, y lo peor es que la gente se creía la mayoría. Especialmente los mortales.) ---Espero que progresen mucho este año escolar y tengan grandes espectativas por cumplir y superar. Sé que cada año es más difícil que el anterior, y por eso se les apoyará para que den todo de sí mismos y tengan un gran progreso en su aprendizaje, lo cual les ayudará enormemente en el futuro.--- Sus palabras habrían conseguido alentar a un alumno al menos, si no hubiera sido por su tono de robot y su cara de funeral. Estaba claro que recitaba esas mismas palabras, antaño con energía y amabilidad, cada vez que iniciaba un nuevo año escolar. Ya habían perdido su expresividad. El profesor siguió hablando sobre temas de la academia lo que parecieron horas, hasta que derrepente dijo:---
Bueno. Para comenzar quiero que hagan una pequeña presentación de ustedes mismos frente  la pizarra, ya que veo varios rostros nuevos.--- dijo examinando las caras que lo miraban desde las sillas, distinguiendo varias razas y mézclas de estas. Dragones, sirenas, nekos, kitsunes, entre otros más. Dicho esto se sentó pesadamente en su silla, esperando a que el primero pasara.

Pelea Junto a Mí (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora