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En el aeropuerto Gabriel me agarro de la mano cuando vio que un chico se me quedaba mirando por mucho rato. Me dio un apretón fuerte y cuando lo mire se llevó nuestras manos a la altura de su boca y dio un beso en la mía; yo le llegaba por debajo del hombro con las ballerinas y me gustaba caminar de su lado. Estaba con el mismo vestido y él se había puesto un pantalón negro y una camiseta blanca con su casaca de cuero. Nuestras maletas ya estaban en posición y ahora solo esperábamos la llamada de nuestro vuelo. Según me dijo había conseguido todo rápido de un amigo que había trabajado con él hace mucho tiempo y tenía buenos contactos para conseguir todo lo que fuera necesario para dejar el país de inmediato.

En el avión nos sentamos yo hacia la ventana y él en medio, hacia el pasadizo estaba un señor entrado en años, pero de aspecto amable. Cuando el avión se puso en movimiento Gabriel se puso rígido en su lugar y agarro mi mano con más fuerza de la necesaria, note que se había puesto nervioso.

- ¿Tienes miedo a volar?

- Volar no es el problema –me dijo- es el caer lo que me preocupa

Me reí a su idea.

- Pero aunque se caiga –me acerque para decirle despacio al oído- no nos pasaría nada.

- Eso no me calma, cariño.

Deje que de calmara solo con forme el vuelo avanzaba; una aeromoza se acercó y nos ofreció algo de tomar y pidió un trago de ajenjo que sorprendentemente tenían, se lo tomo de un solo sorbo y el señor a su lado se rio por lo bajo.

Cuando su respiración ya se había calmado me acerqué a su lado y puse mi cabeza en su hombro y creo que me lo agradeció porque relajo sus músculos y sus brazos ya no estaban tensos. Las horas se hicieron rápidas en parte porque cada cierto rato Gabriel me daba besos en los labios o acariciaba mi cabello. Me abrazo y se quedó dormido, me gustaba sentir su pecho subir y bajar a cada respiración. Me acomode para mirar su pacifico rostro y el señor que estaba a su lado me sonrió.

- Es nervioso para volar. –me dijo despacio.

- Es la primera vez que viajo en avión con él.

- ¿Cuánto tiempo tienen juntos?

- Apenas estamos iniciando.

Levanto las cejas sorprendido.

- Los jóvenes de ahora ya hasta viajan juntos apenas iniciada la relación.

Nos reímos cubriéndonos nuestras bocas para no despertar al enorme hombre que disfrutaba de su sueño.

- Voy a visitar a mi hijo. Vive en Italia desde hace tres años con su esposa, iré a conocer a mi nieta.

- Qué bueno –sonreí encantada- felicitaciones por la bebe.

- Gracias. Estoy emocionado es mi primera nieta.

- ¿Y su esposa?

- Murió hace cinco años –puso una cara triste y me arrepentí de haber preguntado.

- Lo lamento mucho.

- Es la ley de la vida, corazón.

Asentí con la cabeza y miré a Gabriel.

- El muchacho está loco por ti.

Agache la mirada un tanto avergonzada.

- ¿Por qué lo dice?

Sed de ti - #PremiosYouMakeUpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora