Capítulo 26.

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"Styles, a detención".  

 Si, en la secundaria con tan sólo respirar ya tenías un castigo ganado. El profesor Jenkins era como un terrible dolor de culo. Además, su voz era irritante,  parecía como si tuviese un gancho de la ropa en la nariz.  Solo me había olvidado de hacer un trabajo acerca de la radiación solar y como afectaba a nuestro planeta. Que mierda me podría importar los estúpidos rayos del sol? El caso era que estaba cabreado. Muy cabreado. Digamos que no había sido mi mejor Lunes; me tuve que dar un baño con agua fría (por no sé qué problema en la cañería), la leche de mi desayuno estaba cortada y era la última caja, había llegado tarde por tener que recargar combustible y me había ligado un reto por parte de mi maestra de química.   A decir verdad, no tenía ni la más mínima gana de estar encerrado durante una hora con una sarta de fracasados sin vida social. Por otra parte, podría servirme para escribir la bendita carta.

    Me posicione frente a una puerta algo oxidada, probablemente sería de un salón que ya no se usaba. Lo primero que vi fue a una mujer regordeta de unos, no sé, 50 y algo de años que leía una revista mientras estiraba los pies sobre su escritorio. Luego la enfoque en una chica gótica que estaba dibujando algo que se parecía a un dragón negro, mas atrás había una chica con uniforme de porrista mascando chicle de una forma exagerada y desagradable mientras sus dedos tecleaban sin parar la pantalla táctil de su IPhone, típico. En el final del salón había un chico con piercings en toda la cara (en la ceja izquierda,  un aro en el lateral de la nariz,  dos en la boca y para finalizar un expansor en la oreja derecha) que estaba concentrado mirando el campus mientras fumaba tranquilamente.  

 Camine hasta la otra esquina del salón sentándome en un pupitre excesivamente rayado con indeleble de diferentes colores.

<Acaso eso es un miembro?> Me pregunte y contuve la risa.

Saque una de las hojas de mi cuaderno y tome mi lápiz para comenzar con el borrador de la carta.

“Querida ____....”  Era patético comenzar así. Borre y volví a escribir.

“Amada ____...” Esto era aun peor. Otro intento, puedo hacerlo mejor.

“Ardiente y sensual ____, que decir? Amo tu trasero. Me dejas afotearlo?”  Libere una pequeña risa que no dudo en escapar de entre mis labios mientras pensaba lo poco ceso que podía llegar a ser a veces.

“_____:

Creo que ya es hora de que volvamos a vernos, pero no quiero apresurarte, muchos menos asustarte. Déjame decirte que me gustaría que me contestaras algunas de mis cartas, quiero saber lo que piensas de todo esto, ya que para mí es importante, eres importante.

Sabes? Amo el aroma de tu pelo cuando estas cerca mío, hace que mis dedos lancen chispas a causa de la desesperación que a estos les agarra por querer enredarse en esa melena castaña. Es miel, tal vez? Pero no solo eso me gusta de ti, hay más, pero no creo tener demasiado tiempo para escribirlo todo, a decir verdad, no tengo mucho tiempo para escribirte ahora. Pero no podía esperar.

En este momento me encuentro en un salón viejo de mi instituto, rodeado de gente algo rara, pero no viene al caso, solo quería decir que estaba aprovechando el tiempo para escribirte aun que me cuesta bastante, no me expreso muy bien hablando y escribiendo no es muy diferente.

Hago lo que puedo, si? Espero que eso este  bien para ti, ya que estas acostumbrada a los “galanes” de tus clases, no es que no tenga lo mío, solo que tal vez te gusten esos gigantes llenos de proteínas y anabólicos*.

En fin, solo escribía para dejarte la dirección a donde tienes que dejar las cartas, se que pensaras que es mi casa, pero no, es una casa abandonada por donde paso diariamente, así que solo yo tomare las cartas si es que decides escribirme.

Just Friends? (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora