Heart Attacks [ASHTON IRWIN&LUKE HEMMINGS 1ºy 2º TEMPORADAS]

CAPÍTULO 8

(...) ¿quién de los dos se llevaría aquel privilegio? ¿Luke o Ashton?...

Acepté el trato. No por gusto, sino porque no quería volver a sentir el hambre dentro de mí, durante días sin tener gran cosa para llevarme a la boca yo como mi familia... No era la primera vez que mis padres sólo podían comprar lo justo y necesario... el pan, la leche, los huevos, un poco de fruta, carne y pescado. Todo eso literalmente.

De repente me acordé de aquel día que estuve rezando en la iglesia, y pude sentir cómo lo que Ash me estaba ofreciendo, era una ayuda del cielo.

"Un chico de muy buena familia, que tiene negocios por el mundo, enamorado de mí, una chica pobre o humilde, de clase media-baja. De familia trabajadora y honrrada" Mucha diferencia había entre él y yo.

-¿En qué piensas?- Me miró fijamente, tumbado de lado en la cama.

-En que somos la noche y el día, el sol y la luna, blanco y negro, ratón y gato...- Giré mi cara para encontrar sus verdes prados, ya que mi cuerpo estaba bocarriba aún esposada.

-No hacía falta añadir tantos ejemplos. Eso lo sé yo, somos como polo norte y polo sur. O como un imán magnético positivo y negativo...aún así, existe una conexión entre los dos que por  mucho que los separen siempre volverán. ¿O no?- Acariciaba mi rostro de lado con la parte exterior de la mano suavemente...

-Tienes razón. Pero no añadas que esa ley se cumpla entre tú y yo.-

-Siempre igual de cabezona...¿nunca te cansas de decir tantos noes? Ya sabes que ahora...quieras o no quieras... eres mía.-

-Nunca he sido tuya, y ahora tampoco lo soy.- Pude ver cómo su picarona expresión se transformaba a más ciertamente triste.

-Es cierto, o eso crees tú. No es por prepotencia, es porque sino te consigo enamorar no podré estar bien. Aunque no me creas, tu físico no es lo que más me gusta de ti, sino tu carácter, tu forma tan adulta de tomar las cosas, lo simpática y graciosa que puedes llegar a ser. Lo sentimental que eres. Lo poco que piensas en lo material y en el físico. Me he dado cuenta de que no eres como las demás, que no buscas un novio perfecto que te mantenga y te pague el maquillaje y ropa. Es más, ni si quiera buscas novio, por sacrificio a tu familia, para poder estar más pendiente de  tu madre, de tus hermanos, del negocio. He llegado a la conclusión que quiero pasar más tiempo a tu lado, y aprender mucho más de ti. Quiero una novia cómo eres tú, tan bella por fuera cómo por dentro...- Lo cierto era que sus ojos no daban síntoma alguno de mentira y embuste...

-No entiendo qué es lo que te ha llegado a enamorar de mí, aparte de eso que me acabas de decir, muchas más chicas son mejores que yo.-

-Pero no son tú...- Tomó pausa.- Lo que más me ha dejado marcado por ti, es cómo puedes ser feliz, aún trabajando todo el día, cuidando de tu madre y de tus hermanos, teniendo una madre con alzheimer, una hermana que no siempre puede darle de comer a sus hijos, trayendo tú un miserable sueldo a casa sólo para poder comprar lo más básico en comida, yendo mal el negocio familiar, teniendo que pagar facturas pendientes, y teniendo que esforzarte en los estudios para obetener una beca.- Cogió profundamente aire...- No es lo trabajadora que eres, sino esa alegría que desprendes a los demás pese por lo que estás pasando, esa palabra de alivio que siempre das a cualquiera que tienes a tu lado, y ese gran corazón que ni te cabe en el pecho, siempre perdonando a quienes más te fallaron, y dando a quien lo necesita aunque tú tampoco tengas nada.- Me clavó sus ojos sobre los míos- No entiendo porqué yo, teniendo todo cuanto desee, teniendo a quién quiera. Viviendo por todo lo alto. Siendo el chico más popular. Sacando excelentes notas. Vistiendo siempre a la última moda. Comiendo todo lo que quiero; no entiendo porqué teniendo tantísimas cosas no puedo ser feliz cómo tú. No entiendo porqué tengo este vacío en mi corazón, quién sólo llena eres tú.- Sus ojos brillaban.

-Porque...no es más feliz quien más tiene, sino quién menos anhela lo que no tiene.- Le miré, me sentía extraña, en el ambiente flotaba una especie de relajación, y paz, curiosa.- Quien más comparte es quien menos tiene. "Por eso en la bibiblia pone; Le será tan difícil entrar en los reinos de los cielos a los ricos, como a un camello por la cabeza de una aguja"- Le miré.

-No sabes cuanta razón tienes...- Se acercó a mí, a escasos centímetros.- ¿Sabes qué? Si dejas a una persona estar a más de 30 centímetros de ti, que sería tu espacio íntimo, es que es alguien que no te importa. Pero con los que sólo compartimos tanta aproximidad, son personas íntimas, tu mejor amiga quizás, tus padres y hermanos a lo mejor, y poco más. Y claro está, la persona que te gusta; cómo esa sensación que te da cuando la piel de tu brazo o mano roza con la de él o ella.-

.¿Qué quieres que te diga?- Suspiré yo.

-Nada, no quiero que te muevas, me encanta que me dejes estar tan cerca de tí... veamos... ¿y si te desato, y me pongo sobre tí?-

Así hizo. Le tenía sobre mí, en medio de la cama, él estaba apoyándose con los brazos pero me tenía rodeada. Me encantaba tener su cuerpo tan cerca del mío...era como unas ganas de...oh...

-¿De dónde eres de España...?- Me dijo, besándome el cuello lentamente, provocando en mí muchas más ganas de deseos carnales.

-Nací...en...- Quería hablar, pero cada beso en esa zona clave, me producía escalofríos, y me obligaba a cerrar los ojos, con cara de placer. Me costaba concentrarme en la respuesta.

Sus besos seguían bajando, y bajando...hasta llegar...a...

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