Heart Attacks [ASHTON IRWIN&LUKE HEMMINGS 1ºy 2º TEMPORADAS]

CAPÍTULO 11

El montón de habitaciones en los pasillos, y el chorro de números en las puertas se me hacía inagotable. ¡Quería encontrar ya a mi madre y verla!

Me fijé en una habitación el la cuál ponía 5212. ¡Sí era en esa! Ash venía por detrás mía que le iba a dar algo, del lote de correr.

-¿¡Mamá!?- Entré buscándola desesperadamente de un lado a otro.

-¡Hija menos mal que has venido!- Se dirigió a mí, mi padre.

-¿Y mamá? papá- Le pregunté al ver que no estaba la cama de mi madre.

-Está en la UCI, se le han llevado, la traerán, no sé cuando, pero esta es la habitación que no shan ortogado.- Ashton entró en la habitación sin aliento, y preocupado. Se quedó allí mismo, apoyado, contemplándome con mi padre, creo que le debió de llamar la atención verme hablar con mi padre en español, que era lo habitual.

-Oh, ¿y este chico?- Preguntó mi padre. Miré hacia dónde su mirada estaba posada, y vi a Ash. No me gustaba mentirle a mi padre, pero no me quedaba otra opción esta vez.

-Es un amigo que me ha traído.- Le respondí a su pregunta.

-¿Pero tú no estabas con tu amiga?- 

-Sí, pero había coincidido de que él tuvo que venir a su casa para recoger una cosa que le dio la madre de ella, y justo cuando se iba a ir, me llamaste, así que me ha hecho el favor de traerme. También es un buen amigo mío del instituto.- Recé para que el profesor Payne no hubiese llamado a mis padres hoy en clases por la mañana cuando fuimos expulsados los dos.

-Ahh, pues preséntamelo ¿no?-

Así hice, los presenté, en inglés claro, y mi padre aunque no sabía mucho inglés manos o menos se defendía. 

No pude ver a mi madre, se hice muy de noche y mis hermanos estaban solos en casa, así que tuve que irme preocupadísima.

Antes de que Ashton me llevara a mi casa le adevertí que mi casa no era como la suya seguramente sería. 

Al entrar mis hermanos nos recibieron con grandes sonrisas en la cara dibujadas. Más con una cantidad inagotable de preguntas a las cuales debí de responder. Primero preguntaron por mamá, y luego por Ash.

-¡Venga chicos! ¡A la mesa que está ya la cena!- Les hablé a mis hermanos en español. Ashton alucinaba cada vez que yo decía algo en español, y a mí eso me producía gracia. Pero era lo habitual cuando estaba en mi casa con mi familia. ¿Qué mejor idioma para hablar que el natal?.

Cenamos a las once y media de la noche, Ash seguramente hubiese preferido ir a un restaurante caro en el cuál se hubiera gastado más de 500 libras. Pero yo hice una buena cena española bastante rica. Evidentemente, que aquello también le sorprendió.

Cuando los niños se fueron ya a la cama. Estábamos sentados Ash y yo en el sofá, estaba que me moría de sueño, viendo una película en la tele, a casi oscuras.

-Cada día que paso contigo, descubro lo muy distinta al resto que eres.- Me alagó.

-Gracias Ash...- Bostecé del cansancio.

El más pequeño de mis hermanos, que tenía 6 añitos, salió de la habitación, y se dirigió a mi, con carita de pena, agarrado a su osito de peluche.

-Mana... ¿cuándo vendrá mami?- Me preguntó con los ojos lloroso el pequeñajo.

-Cariño, mamá tiene que descansar mucho en el hospital con los médicos, para que se pueda recuperar, y venir a casa.- Abracé a mi hermano, sentándolo sobre mis piernas.

-¿Y va a tardar mucho?- Inquietó el pequeño.

-No lo sé mi amor, pero mañana mismo estoy haciendo que la trasladen a un hospital mucho mejor para que se cure antes.- Miré a Ash en forma de indirecta, el cuál yacía junto a mí y me miraba.

Me hizo un gesto expresando que estaba de acuerdo.

-Mana...- Volvió a reclamar mi atención el crío de seis años.

-¿Sí cielo?- Le respondí en señal de que tenía mi atención.

-¿Mamá va a irse con el abuelo al cielo?- Aquella pregunta fue como la última gota que colma el vaso de agua. Se me saltaron las lágrimas, puesto que yo no quería que aquello ocurriese, pero hacía años que estaba viendo cómo mi madre se moría lentamente, y un poquito más cada día. 

Tuve que esconder aquellas lágrimas a mi hermano. Y ser fuerte, para poderle mentir diciéndole;

-Claro que no cariño.- 

Me recosté sobre Ash, y David, mi hermano pequeño, sobre mí. Así quedamos dormidos mi hermano y yo, rápidamente.

Ashton cogió al niño con mucha suavidad, y lo llevó a mi cama. Luego me cogió a mí, con la postura en la que un príncipe coge a una princesa, y llevó también a mi cama. Recogió las cosas que se me olvidó guardar de la cena. Y antes de marcharse le dio un beso a mi hermano en la frente, y a mí, con mucha suavidad para que no me despertase en los labios. Supe que hizo todo aquello por mi, porque al despertar lo vi. 

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