11. ¿Sexo en la caravana?

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-Esto es una chorrada Dylan- Le espetó Tyler agotado y frustrado.

Ya eran por lo menos veinte veces que le decía que fuera a su casa a dormir y el se negaba.

-No voy a permitir que duermas aquí más días. Mañana nos vamos al set cerrado, no podrás salir siquiera por la mañana hasta que llege el director y no hay vigilantes, hay una alarma, así que no te podrás mover.

Dylan sonrió.

-Como en las pelis de espionaje, ya sabes, con todos esos rayos infrarrojos.

-Dylan...- Se sentó a su lado en el sofá que chirrio en contacto.

-Si lo sé...-Mantuvo una pequeña sonrisa ladina y miró al que estaba a su lado.- Pero de verdad que no hace falta, mañana ya hablamos. Tengo sueño.

Tyler asintió y en vez de ponerse de pie, apoyó la espalda en el sofá y cerró los ojos.

-¿Qué haces?-Inquirió.

Hoelchilin colocó ambas manos bajo sus piernas.

-¿No está claro? Dame una manta, hace frío.

Dylan sonrió mientras sentía la ternura invadiendo su cuerpo.

Recogió un cojín tirado en el suelo muy blando y lo colocó en las piernas de su amigo, apoyo la cabeza con la mirada hacia el ombligo de este y cerró los ojos sonriendo aún.

-Es todo el calor que te puedo dar...- Susurró feliz.

-Mentira.- Habló Tyler también sonriendo como un tonto.

-Pues todo el calor que quieres que te de. -Le recordó, haciendo que en vez de un momento incómodo fuese una explosión de risas, y ambos se durmieron pensando que eran los únicos que sonreían de los dos.

. . .

Cuando se despertó por las continuas llamadas a la puerta gritando que era hora de desayunar y rodar notó dos manos en su pelo.

Poco a poco abrió los ojos y delante de el no veía nada.

Se alejó un poco de aquel agradable olor que estaba pegado a su nariz y comprobó que había babeado toda la camiseta de Tyler.

Se quedó quieto pensando que ese momento por el podía ser eterno y volvió a cerrar los ojos.

Pero una cuarta o quinta llamada a gritos provocó que el mayor despertase.

Tocando un rato con la yema de los dedos aquel suave pelaje que parecía de un cachorrito.

-¿Tyler?- Preguntó Dylan poniéndose rojo y sin moverse.

-¿Si?- Abrió los ojos y al ver lo que hacía las retiró rápidamente.-¡Oh! Perdona, no pensé que...Me confundí, no recordé.

Dylan rió y lo entrecorto en sus balbuceos.

-No te preocupes, a mi me gusta. Lo decía por ti.

A mi también me gusta.

Dylan se puso de pie tirando la manta al piso y Tyler agitó su cabeza confuso.

Idiota, no piensas eso.

Miró como Dylan abría su armario en una pared de aquel enano sitio.

Se deslizaba los pantalones hacia bajo y comprobaba que tenía unas duras y bonita piernas y como su rojo calzoncillo maracaba todo el pene y el redondo y marcado culo, donde quería undir su entera...

-¡Dylan!-Gritó volviendo a la realidad y lo que pasaba a su alrededor -¿Que haces?

-Me voy a cambiar.- Dijo como si fuera lo más evidente del mundo, sujetando con los dedos la cinta del calzoncillo, preparándose para bajarlos.

-¿Como?- Se sobresalto Tyler que había poyado sobresaltado las dos manos en el sofá a cada lado se su torso, preparado para hacer fuerza y salir corriendo en cualquier momento. -¿Delante de mi?

Dylan estuvo a punto de reírse pero al ver la cara de susto de su amigo, se dio cuenta de que era totalmente en serio.

-Sí , Tyler,  delante de ti. ¿Que más da? Somos dos hombres.- Le recordó.

-Bueno ya pero...

-Y puedes cambiarte también si quieres.- Buscó por el armario y se agacho para coger algo de uno de los cajones.

Tyler notó como toda su sangre se concentraba en una parte de su anatomía mientras miraba fijamente el culo de Dylan y la forma que se hacía en sus calzoncillos al agacharse, preguntándose porque no saltaba a morderlo.

Dylan se reincorporó feliz al haber encontrado lo que buscaba, ignorando que ocurría al del sofá y le miró.

-Ten.- Le lanzó el pantalón, pero su mala puntería hizo que cayese al suelo.- Oh, perdona.

Veía que Tyler estaba sorprendido y paralizado, no movía un músculo. Pero sí podía darse cuenta de como le miraba. No sabía si era porque le daba asco lo que veía o porque le gustaba, pero Dylan arriesgaria.

Se acercó para coger el pantalón y se quedó agachado justo delante de Tyler mirándolo.

-¿Ocurre algo?- Pregunto Dyan aún en el suelo enfrente de el, mirando como sus mejillas que se tornaban rojizas bajo su corta barba y sus pupilas dilatadas le hacían parecer lo más sexy del mundo.

Dylan al ver que no se movía y parecía que no estuviera allí tuvo el descaro de ir bajando su mirada de la cara al cuello, pensando en dejar una marca, al pecho, y luego cayó en la abultada entre pierna sorprendido.

-Ah.- Dylan murmuró estúpidamente feliz. Se acercó poco a poco gateando, dejando el pantalón en el suelo y poniendo una sonrisa se lado, tratando de no explotar de felicidad, y arriesgando que "eso" era por él y que al poner sus manos en las rodillas como hacia ahora no le pegase una patada.

Al ver que no, subió por sus muslos despacio y se fue colocando de pie hasta sentarse sobre el, deslizando poco a poco hasta encajar la entrepierna con su culo.

Acercó sus labios y esperó a una negativa, sintiendo las respiraciones de ambos en sus labios y el calor que irradiaban.

Tiene novia, esto está mal.

Se dijo Dylan a si mismo, cuando se iba a ir avergonzado para esconder su también abultadada erección, notó como dos grandes manos le sostenían de la cadera dubitativas, y luego firmemente bajaban a su culo.

Tyler acercó rápidamente sus labios a los de Dylan, captandolos y saboreandolos, sorprendiendo al menor gratamente.

Iba el en cabeza, moviendo sus lenguas al compás y Tyler mordia su labio mientras apretaba las manos en su perfecto culo.

Volvió a reposar su espalda en el sofá, haciendo que el beso fuera menos rápido y dejando que Dylan fuese quien manejase un rato.

El beso era desesperado y necesitado, liberando toda aquella tensión sexual y sin importar respirar.

Dylan colocó ambas manos en el pecho de Tyler frotando su erección con el pantalón y Tyler subió sus manos hasta las caderas de este y comenzó a moverlas al ritmo que Dylan marcaba.

Al principio movía su culo de manera rápida de alante hacia atrás para luego continuar subiendo y bajando su culo, chocando suavemente a la entrepierna imitando el coito, colocando su cuello a disposición de los labios de Tyler que chupaba mientras el otro comenzaba  a jadear.

-Joder Tyler...- Susurró en su oído.

Lo que provocó que Tyler abriese los ojos complacido y tirase a Dylan al sofá, colocando una de sus rodillas en la erección del menor.

Besó sus labios un poco más y bajo hasta la marca del cuello que había dejado.

Dylan en cambio discutía con el pantalón de Tyler, tratando nerviosamente de bajarlo, y cuando estaba a punto de lograrlo, alguien llamó a la puerta.

-¡Tyler! ¿Estas aquí?- Una voz femenina chillona e irritante que ambos conocían.- ¡Sal!

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¡Azúcar! Jaja, que graciosa soy...en verdad no.😧

Decidme si os a gustado y saludos y amor para tod@s 😚💖

HobrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora