Tercera parte

144 7 1
                                    

Capítulo Cuatro: Hora de entrenar
Al día siguiente desperté y Lucía no estaba así que decidí darme una ducha y cuando abrí la puerta del baño me encontré con una sorpresa.
L. Ahhh, que mierda haces, no te enseñaron a tocar
J. Lo siento
Espere a que saliera del baño y se cambiara, pero, pasaron horas para eso, cuando salió del baño ya casi era medio día y estaba oscureciendo.
Jasper tocando la puerta furioso
J. Oye ya sal de ahí llevas todo el día en el baño.
Lucía sale del baño
L. Bueno ya vámonos.
J. Que es eso que traes puesto
L. A que te refieres es mi ropa normal, probablemente no lo sepas pero los demonios de mi clase siempre tenemos que usar este estilo de ropa
Era un vestido corto y negro que le llegaba a la rodilla, de tirantes
J. Espera aún no me has dicho a dónde vamos
L. Vamos a entrenar
Caminos por toda la ciudad, caminamos por el centro, zonas residenciales, hasta que llegamos a un almacén casi a las afueras de la ciudad, no pasaba mucha gente ahí pero cuando entramos estaba lleno de carros, pero eran carros muy lujosos y caros, le pregunte a Lucía.
J. Oye que hacemos aquí
L. Ya te dije te vamos a entrenar, no sirves de nada si no sabes pelear, este es un lugar que utilizan los demonios de clse alta para traer a sus siervos a pelear. Apuestan dinero y también su orgullo, si un siervo pierde dependiendo de su amo, el siervo puede resintió diez azotes en la espalda o muere.
J. Que, eso significa que si pierdo puedo morir
L. Te dije que puedes elegir los azotes pero nadie los a soportado, llegamos.
Cuando entramos al almacén bajamos por unas escaleras que tenía una especie de trampilla con un símbolo extraño, Lucía dijo que era círculo demoniaco para que los humanos no pudieran ver la trampilla. Cuando bajamos parecía un estadio de futbol soccer los amos estaban sentados en las gradas mientras que los siervos peleaban a muerte en el estadio.
L. Bueno tú tienes que ir a prepararte, tu combate empieza en diez minutos
J. Espera pero yo nunca e peleado en mi vida
L. Bueno si en verdad eres mi siervo vas a poder con cualquier otro, solo tienes que dejarlo salir.
Confundido Jasper pregunta " A que te refieres con dejarlo salir"
L. Ya lo entenderás
Baje por otras escaleras, y para mi sorpresa cuando baje había más siervos pero no se parecían a mi unos tenían cuernos otros tenían partes de su cuerpo como brazos y piernas que parecían de monstruo, un demonio me dirigió hacia mi celda, era grande y con dos puertas. Él demonio era como me lo esperaba grande rojo con cuernos y alas y una cola puntiaguda, entre a la celda y hubo un conteo, 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1...
Todas las puertas se abrieron, lo primero que hice fue salir, había otros siervos como yo, no sabían qué hacer y se quedaban encerrados, pero, no tardaba en llegar otro siervo y matarlo. Estaba en shock no sabia que hacer estaba paralizado por el miedo a morir, así que cuando vi que mataron a la persona que estaba al lado de mi celda, sentí una sensación de odio, así que aproveche, mientras descuartizaban al sujeto con una mano demoníaca agarre un cuchillo que estaba tirado y le corte la garganta, la arena estaba llena de armas así que fue fácil elegir, sentí una sensación de satisfacción, estaba feliz por haberlo matado.
Mire a mi alrededor se notaba la diferencia de falta de experiencia de algunos siervos al comenzar éramos unos 100 y cuando voltee solo éramos como 15. Había uno que se acercaba a mi corriendo a toda velocidad, no era una velocidad normal llego a mi en cuestión de segundos, me metió un golpe en la cara que me saco volando hasta que choque con un muro, me sentía casi muerto, cuando voltee al frente ahí estaba, sonriendo me agarro de la cabeza como si fuera una pelota me arrojó al cielo con mucha facilidad, después sentí un golpe en el estomago, caí muy rápido que agriete el piso, tenía miedo otra vez, estaba perdiendo el conocimiento, pero antes de hacerlo escuche en mi cabeza "déjalo salir".
Lo siguiente que pasó fue que estaba parado en medio de la arena con una espada en la mano izquierda y la cabeza del sujeto que me había golpeado en la otra, cuando me di cuenta de eso solté la cabeza de inmediato, la espada no la puede soltar, me di cuenta que estaba clavada a mi mano con espinas. Cuando pude ver con claridad los demás siervos estaban empalagados frente a mi. Después de eso corrí hacia fuera de ese lugar horroroso y fui a casa.

Amo y Siervo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora